Ventiavo primer día; "Sólo para mi"

62 5 0
                                    

Anoche viví el momento más incómodo de toda mi vida. Primeramente; Brad, un chico, que acababa de conocer hace unos días, que me salvo de una peligrosa situación, líder de una famosísima banda (según Wikipedia), británico, con acento irresistible y una cara de niño tierno, me había robado un beso frente a Harry Styles; mi vecino que ahora sé, había estado enamorado de mí desde hace tiempo.

Segundo; Harry al ver la escena no dijo absolutamente nada. Se limitó a penetrarme con sus ojos y observo por mucho tiempo mi escote empapado, pero minutos después deje de emocionarme y mis palpitaciones y sonrojo desaparecieron, el solo observaba el collar de perlas que llevaba.
Pienso en blanco que le diré a Brad antes de abrir la puerta, porque se intuitivamente quien es el que está tocándola a las ocho de la mañana.
Al abrir, me encontré con un Brad muy atractivo, limpio y con una enorme sonrisa. Yo solo llevaba mi ropa deportiva ajustada.

—Que bien te ves—murmura observándome.
—Brad—disimulo mi nerviosismo.
—Ten—me extiende un disco de su banda titulado “Nigth and Day”—Ábrelo—me dice y lo hago.
Dentro, había un pequeño poster de él. Me reí. Luego, note dos tickets que quedaron al descubierto al quitar su fotografía.
—En unas semanas tocaremos en Los ángeles y me daría mucho gusto que fueras, podemos hacer algo todos juntos o lo que prefieras. Puedes invitar a quien tú quieras, si tienes más amigos, solo llámame y te tendré más lugares—sonreí y lo miré.
—Qué lindo regalo de despedida—lo abrace—Les deseo mucha suerte y ha sido increíble conocerlos.  Seguiremos en absoluto contacto—sonrió. Tomó mi mano, la acarició un segundo y luego planto un beso sobre ella.
—Lamento haberte besado anoche, no volveré a hacerlo, a menos que tú lo quieras—me reí.
—Adiós, Bradley—me observo otro largo rato hasta que los chicos dentro de su auto hicieron sonar el claxon.
—¡Apúrate ricitos!—le grita Connor. Y luego los demás gritan hacia mí despidiéndose de una forma muy tierna. Como si fuésemos íntimos amigos.
—Nos veremos pronto, Olivia—acaricia mi brazo y se marcha hacia el auto.

Cuando desaparecen, deje el cd en la mesa de entrada y tome mi bolso deportivo colgándolo en mi hombro.  Cierro la puerta de la casa y comienzo a caminar al gimnasio, en ese momento, Harry cruza por el camino, montado en su pikup.

—¡Hey!—exclamé al verlo observándome, sin embargo no desciende su marcha y continua su camino, ignorándome. 

Saliendo del gimnasio, duchada, me asome hacia el taller discretamente. Claramente quería ver a Harry pero tenía miedo de cruzarme con Orlando, así que me marche.
No entendía porque Harry estaba evitándome. No era por el beso que Bradley me había dado anoche, su indiferencia conmigo apareció desde que termino con Win y me entrego es collar de perla que había comprado para mi hace dos años.

Tenia que admitir que fue un gesto tan dulce. Harry iba a invitarme al baile de una forma anónima, tal vez, e inesperada, pero nunca se animó, y si lo hubiese hecho, yo hubiese aceptado ir con él, más que ir con Orlando, fui con él porque no tenía otra opción, lo habíamos planeado mucho tiempo, desde antes de ser novios. 
Hubiese sido una mejor noche, esa noche habría conocido a un diferente Harry Styes, e imagino que la hubiese pasado genial.
Pero que estúpida fui.

Pase toda la tarde metida en casa con el aire acondicionado. Observaba el collar de Harry, incontables veces me asomaba por la ventana al escuchar ruido de auto, el picap de Harry no apareció en toda la mañana, mucho menos en este transcurso.
Cuando pensaba en ir a su casa directamente y platicar un rato con Eddie, recibi una llamada de Brad, quien me avisó que haría una video llamada a mi Skype porque quería mostrarme algo.

Fui hacia mi escritorio y encendí mi laptop, acepte su solicitud y su cara se hizo visible en unos segundos. Sonrió enormemente y me saludo con la mano.

—¡Hola, lindura!—grito James al fondo, tirándose encima de los otros dos chicos en un sofá.
Me reí.
—Hey, ¿todo está bien?—pregunta Brad algo serio.
—Si ¿Por qué?—me extrañe.
—Tienes los ojos algo hinchados—me los talle un poco. no me había dado cuenta que lloré un poco hace rato cuando llegue.
Extrañaba a Win, a Eddie… a Harry.
—No me digas que nos extrañas, bombón—articula Tristán.
—Solo estoy algo cansada del ejercicio—contesto.  Brad no me cree.
—Guau. Eso es genial—grita Connor.
—Te cantaremos algo para que te animes—dice Bradley. Se sienta con los muchachos un poco más lejos de la cámara y cantan una linda canción.

Después de colgarles y despedirme, Brad me mando algunos mensajes preguntándome que pasaba en realidad, si había tenido problemas con Win o con los acosadores. Negué ambas cosas y Salí de mi habitación dejando el celular sobre la cama.  Les dije a mis padres que saldría a visitar a Win.
Cruce la casa de Harry y en la calle de la de Win me desvié hacia el bosque. El sol se había ocultado y las luciérnagas rápidamente aparecieron en mi campo visual.
A medida que me adentraba en los árboles, la melodía de una dulce voz comenzaba a hacerse más clara. La seguí hasta llegar al gran tronco de mi escondite. Lo trepe lentamente sin hacer un mínimo ruido.

Asomando solo la cabeza, mi vista campó la silueta de un hombre sentado en el borde, con la cabeza algo agachada. Cuando mi vista se acostumbró más a la poca iluminación, logre ver los risos de aquella cabellera.

El resto de la canción me quede ahí, admirándolo, disfrutando la dulce melodía de su voz grave, que con cada estrofa llegaba cada vez más y más a mi corazón.
Cuando terminó, se quedó un rato en silencio. Tuve oportunidad de adentrar por completo mi cuerpo al piso de madera, haciendo algo de ruido, entonces, giro su cabeza bruscamente hacia mí.

—Tienes una hermosa voz—expreso. Se levanta de inmediato, me observa un largo rato, luego, intenta rodearme para irse pero lo detengo de los brazos.
—¿Qué sucede, Harry? ¿Por qué estas evitándome?—nos miramos atentamente.
Levanta su mano y acarició mi mejilla.
—¿Por qué estás llorando?
—Me duele todo lo que está pasando. Quiero mucho a Win y a Eddie, no me quieren cerca, y tú… tampoco.
—Eso no es cierto. Todo mundo te quiere cerca.
—Pero yo no quiero a todo el mundo. Quiero a alguien como tú, Harry.
—¿Por qué? ¿Qué hay de malo en ese chico de la banda?
—No como tú. Nadie lo es—trata de alejarse pero lo sostengo de los brazos—Ahora lo entiendo todo, Harry. Tu enemistad con Orlando, la forma en la que me trataste desde un principio, y creo que hasta te ponías celoso de tu hermano, todo era por lo que aun sientes por mí y yo… digo que si—me mira algo nervioso y confundido.
—¿Si a qué?
—Quiero ir contigo a cualquier baile—subí mis manos hacia su rostro—Y mi respuesta hubiese sido la misma hace dos años—se acerca y pasa sus manos por mi cintura.

—Temo que te arrepientas de esta decisión, Magy.
—Nunca lo haría—murmure.
—¿Cuándo decidiste que querías esto?—murmuro igual, nos encontrábamos bastante cerca.
—Aquí. La otra noche. ¿y tú?
—Desde que tengo conciencia te he querido solo para mí. Te he querido besar hasta el cansancio, Magy Lovegood, cada día de mi vida.
—Tendrás que esperar hasta mañana, a las ocho, tendremos nuestro baile, Styles—se rio.

Por amarte así《Harry Styles》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora