Epilogo II

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Magy:

La suave arena húmeda se mete por entre mis dedos causando una agradable sensación, el aire fresco sobre mi piel desnuda, y mi cara me hacen cerrar los ojos mientras mi cabello vuela hacia atrás.  La luz de la luna es lo único que alumbra esta pequeña zona de la playa.  Las olas golpean con delicadeza la orilla y el silencio es tranquilizador.

—¿Ya puedo mirar, Magy?—sonrío.
—Dudo que puedas ver algo.
—Estoy desesperado.
—Lo sé, cariño
—¿En dónde estás?
—Encuéntrame y podrás ver—lo reto con una sonrisa. El me la devuelve sin saberlo.
Comienza a caminar hacia enfrente de mí, su abdomen se contrae sobresaltando sus marcados músculos,  y yo me muevo a un costado.
—Oí que te moviste—reclama.
—Es trampa, estás viendo.
—No veo nada—se defiende riéndose—Tu no debes moverte.
—Tu no dices las reglas
—Tu tampoco.
—Es mi juego.
—Esto no es juego, es una tortura—me sigue y corro—Magy—exclama y me rio.
—Está bien—me quedo detrás de él. El permanece inmóvil un momento  atento a cualquier ruido.
Ágilmente me sorprende girándose y tirándose sobre mí para que no escapara, ambos caímos sobre la arena riéndonos. Él sobre mí, se levanta  la venda de los ojos y sacude su cabello para quitársela.
—Me toca tortúrala, señorita—dice colocándome la venda sobre mis ojos y haciéndole un nudo atrás. Levanta mis brazos y comienza a besarme desde mi cuello hasta mi ombligo.
Harry apretó mis caderas con sus manos mientras jugaba con mis pechos. Jadeando murmuro su nombre.
—¿Qué?—la inquietante voz de Clarie me hace regresar a la realidad. Me observa conteniendo una carcajada y me ruborizo. El flash me ciega.
—Dijiste Harry—recrimina.
—No—niego. Me lanza una mirada sospechosa.
—¿Has hablado con él?
—No, sabes que no me interesa hablar con él.
—Todas te conocemos aquí, y reconoceos las caras que haces cuando piensas en Harry—dice Donna, mi compañera de modelaje.
—Sí, y sabemos que estabas recordando cuando tenían sexo en la playa—confiesa Ashley, la otra modelo y de mis mejores amigas.
—Chicas, por favor—les pide Clarie—¿Saben que puede aparecer Brad  en cualquier momento por aquí y escucharlas?
—Ese hombre está buenísimo.
—En serio, Magy, sino lo quieres, te ayudamos con Harry y nos dejas a Brad para nosotras.
—Ni para ninguna ni para la otra—se enoja Clarie. Me rio.
—Tranquilas, chicas—me rio—Brad es irresistible pero no hay nada que yo pueda hacer. Por cierto, debo irme, quedo de acompañarme  a la prueba del traje de Jace. 
Camino hacia al sofá, me cuelgo mi bolso y doy un sorbo de champaña. Dirigiéndome a la recepción del hotel, mis amigas me gritan
—Feliz aniversario—me rio avergonzada. Salgo del Hotel y el calor del verano me golpea amablemente, e inconscientemente este me remota al pasado.
Mi plan de escape de aquella noche había resultado, y sinceramente no lo esperaba. Sobreviví, luche por la vida, y la cicatriz de mi pierna lo demostraba, estuve a punto de perderla, pero nos rescataron a tiempo y estuve seis meses en rehabilitación. Volví a Bristol pero no pude quedarme ni un día completo. Me marche a Nueva York, y mis padres y hermanos vinieron conmigo, ellos  han sacrificado demasiado por mí.  
En cuanto a Harry, lo pienso a cada segundo, cada día, y cada mes de todos estos cinco años. El ayudó a salvarme, quería estar con él, quería abrazarlo, pero la noticia de que tal vez perdería mi pierna me asusto, les dije a mis padres que le prohibieran verme. No quería que el lidiara conmigo de esa manera, el debía apoyar a Eddie ante todo. Él podría estudiar medicina y tendría  una vida normal, teníamos que olvidarnos.
Amo a Harry como una loca desquiciada, y lo aparté de mi por su bien, y no sé si hice mal, ahora, mantengo una relación de dos años con ese chico adorable de la banda al que también trate de alejar, pero como siempre, había vuelto una y otra vez, y con el tiempo, me enamoré de él, pero recordando la pasión, y la electricidad de Harry, me daba cuenta que eran sentimientos diferentes, no se comparaba uno de otro.
Soy feliz, no puedo negarlo. Mi hermano Jace encontró el amor en la ciudad y va a casarse. Jason y Justin ya tuvieron hijos con sus respectivas parejas las cuales se han adaptado muy bien a la ciudad. Yo he continuado trabajando para las pasarelas y para diversas marcas de maquillaje, ropa y accesorios. Económicamente, no me faltaba nada.

Por amarte así《Harry Styles》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora