Por amarte así《Harry Styles》

Segundo día: "Bromas"

Tomé la corona en mis manos y la observe destellar los diamantes por los rayos de sol que entraban por la ventana de mi habitación en el piso de arriba. La coloque en el estante frente a la ventana y entre en la ducha tardándome menos de diez minutos. Salí con el agua aun corriendo por mi piel y una toalla enrollada, abrí el closet y un globo lleno de pintura azul impacto en mi pecho y parte de mi cara. apreté los ojos un segundo y con mi mano quite un poco de pintura que había impactado sobre mis labios.

—Jace Lovegood, me pones a prueba—digo planeando una vez más, vengarme de él, lo cual será sencillo porque ahora está solo, con Justin y Jason era más difícil, siempre parecían saber todos mis movimientos.

Con la toalla limpie mi cara para evitar que callera en mis ojos. La toalla se desenroollo de mi cuerpo, la sujete a mi pecho, entonces me di cuenta que estaba frente a la ventana abierta y en la casa de enfrente, Harry estaba en el jardín podando el césped al mismo tiempo que miraba hacia aquí. Solté un grito y me tire al suelo manchando la alfombra.

Una vez que me bañe nuevamente, rápido me coloque unos shorts blancos y una blusa negra de cuello salí de casa directo a la tienda de animales montada en mi vieja bicicleta.

—¿Tiene lagartijas?—pregunte al encargado del lugar. A Jace le aterraban las lagartijas, y planeaba dejarle unas cuantas en su cama.

El vendedor me entrego siete lagartijas en una caja de cartón, más que suficientes. Volví a casa en seguida, a esta hora, todos mis hermanos incluidos el solterón que sería mi victima esta noche, estaba pescando con mi padre.

Maneje torpemente la bici con una sola mano y la caja en la otra, cuando sentí el impacto de la llanta de un auto contra la de mi bici haciéndome caer al suelo. Tratando de salvar a las lagartijas me golpe ambas rodillas y la barbilla al impactarme, aun así, la caja voló de mis manos y los animalitos salieron disparados en diferentes direcciones.

—Demonios—el auto que me impacto siguió su camino dejándome a un lado, pero otro auto venia en la otra dirección y aplasto a una lagartija.

—¡No!—grite aun en el suelo.

—¿Magy?—Harry se baja del auto y da unas cuantas zancadas hacia mi.

—Atropellaste a mi lagartija—dije a punto de llorar. Me sentía como un bebé.

—Alguien más te atropello a ti—me tomó de los brazos y me levanto.

—Mis lagartijas—murmure y me desplome sobre él.

—Diablos, te llevaré al hospital—me carga hacia su picap y me monta en el asiento copiloto.

—Estoy bien—me incorpore. Mis rodillas sangraban.—Manchare tu auto—digo y salgo de él.

—¡Magy!—comencé a buscar a las lagartijas.

—Sino vas a ayudarme a buscar, vete.

—Dios mío, estas algo loca—se ríe.

—Si encuentro una te la lanzare a la cara, ya no me importa—digo husmeando en un arbusto.

Pronto siento como Harry me levanta de las caderas y me coloca en su hombro. Reacciono cuando comienza a caminar en dirección a mi casa.

—¡Bájame, Harold!—lo golpeo.

—¿Acabas de darme una nalgada?—me reí. Sube unas escaleras y se adentra a una casa. me tira sobre un cómodo sofá y luego desaparece hacia lo que pienso que es la cocina.

Antes de que pueda huir, vuelve con un vaso de agua y una aspirina.

—Para el dolor—me la extiende. La tomo de inmediato sin decir nada, y rápidamente un sueño extremo me embriaga. Me tumbo por completo sobre el sofá y me duermo.