Cuarenteavo Día: "Depredador Y Presa"

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A pesar de que seguía adormilada y con la cara hinchada después de dormir unas nueve horas, me sorprendí al encontrarme a una Amanda bien arreglada y con una sonrisa amigable.

—¿Sì?—digo confundida.
—Hola—exclama alegremente.
—¿Qué haces aquí?
—¡Mandy!—grita Jace bajando las escaleras, haciéndome a un lado le da un abrazo a Amanda.
—¿Pero qué….?—no termino la frase de la sorpresa.
¿Qué rayos hacia mi hermano abrazando a mi enemiga de la vida?
—Jace—alce la voz y lo jale del brazo.  Se queja.
—¿Qué crees que haces, Cold?—pregunto hacia Amanda.
—Salir con mi amigo, ¿Hay algo de malo con eso, Magy?—finje y me hierve la sangre. Estaba utilizando a mi hermano para llegar a mí y atacarme desde adentro. Recuerdo perfectamente sus palabras, quería vengarse de mí.
—Hermana, Mandy ya dejo todo atrás, tú también deberías de olvidarlo y saldríamos todos juntos.
—¿Mandy?—repito con recelo--¿Ya olvidó todas las bromas que le hacías en la escuela?—Amanda apretó los labios y luego sonrió hipócritamente.
—Yo solo quiero hacer las paces. Me di cuenta que vivir peleada contigo solo me destruye más a mí porque antes éramos buenas amigas—jalo el brazo de Jace al ver que se acerca de nuevo a ella.
—Jace, no te dejes llevar por su cara y su sonrisa condescendiente, ella se quiere vengar de mi, cosa que no entiendo porque yo nunca le he hecho nada.
—¿Ah, no?—reí irónicamente sin poderlo evitar—Ay, Magy, es de humanos perdonar, y yo ya te perdone.
—Te veo al rato, hermana—se suelta de mí y se va con ella. Los veo marcharse sin poderlo creer.
Amanda en realidad quería lastimarme, y me daría indirectamente, pero en donde màs me duele. Tengo que evitarlo.

—¿Qué carajos acabo de ver que va para allá?—dice Win apareciendo.
—¿Puedes creerlo? Amanda se está acercando a Jace para vengarse de mí.
—Estas que ardes de coraje—veo a la dirección en la que se marcharon pensando en seguirlos, pero yo seguía en pijama.
—Lo estoy, pero que bueno que estas aquí, ¿Quieres hacer desayuno? Mis padres no están.
—De acuerdo—acepta. Entramos y nos dirigimos a la cocina. Preparamos pan francés entre las dos, como en los viejos tiempos de nuestras pijamadas.
Una vez que nos sentamos a comer, seguía pensando en lo que acababa de suceder.

—No sé por qué Amanda me odia demasiado—comento.
—Le quitaste todos sus sueños a la pobre, desde que estábamos en primaria, eran constantes competencias entre ustedes para todo, para ser presidenta de la clase, los chicos por los que ella moría se morían por ti, le ganaste la corona del baile los tres años seguidos, la superabas en las notas,,., siempre que parecía que ella triunfaba, llegabas tu por atrás y la pisoteabas.
—Pero todo eso fue indirectamente, no dependía de mí, la sociedad lo dictaba y se lo deje claro muchas veces. Nunca la lastimé  intencionalmente, en cambio, ella comenzó a crear rumores sobre mí, que claro, nadie se creía.
—Como la vez que dijo que tenías rabia—se carcajeo.
—Dijo todo lo que se le ocurrió; que era anoréxica, que me acostaba con los profesores por las notas, que mi corazón era más grande de lo normal y que iba a morir.
—Que tenías clamidia, que habías abortado dos veces.
—Mientras ella se acostaba con los chicos a los que yo no les hacía caso y luego ellos la ignoraban.
—La usaban tal como pañal de bebé, una vez embarrada, a la basura—me carcajee. Winn siempre había sido así, tenía los mejores insultos para Amanda haciéndome animarme.

—¿Qué tal has estado estos días?—le pregunto cambiando de conversación.
—No mucho, me he encontrado con Eddie y hemos platicado algunas veces—le sonreí picara.
—Es un chico muy lindo, ¿No?—se ríe.
—Bastante lindo, pero creo que aún le gustas, y no te culpa por lo que pasó.
—Bueno, él también me gusta, y si me hubiese dado una oportunidad y Harry no se hubiese declarado conmigo, tal vez Eddie y yo intentaríamos algo, no lo sé…
—Oh, pero yo no hablo de eso, hablo del accidente.
—¿Cuál accidente?—articule asustada.
—El de hace dos años. Tú estabas ahí. Los chicos te vieron… y ya sabes, hombres, se distrajeron del camino y chocaron con mi madre y conmigo.
—¿Qué?—exclamo por lo bajo sin podérmelo creer.
¿Yo… era la responsable del accidente donde murió la madre de Winn?
¿El accidente que dejó a Eddie en silla de ruedas?
Winn tapa su cara impresionada.
—¿No lo sabias?—niego con la cabeza—Fue el día exacto en el que estabas marchándote al concurso.
—Lo sé… Harry no…
—Claro que no te lo dijo porque sería decir que fue culpa tuya. Yo no sabría decirlo.
—¿Piensas que si fue mi culpa?
—No, los chicos no debieron distraerse contigo, es todo.
Trate varias veces sin éxito de tragarme el nudo que obstruía mi garganta.
—Lo siento, no tenía que  decirlo y debí  saber que no lo sabias—se levanta del asiento—Te dejaré sola, nos vemos luego—oí como se marchaba con mi vista en un punto lejano de la habitación.
Si… el accidente fue culpa mía, y a dos años una disculpa no era suficiente.

Por amarte así《Harry Styles》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora