Por amarte así《Harry Styles》

Otro día desconocido: "¿Harry?"

El intenso dolor en mi cabeza me hace despertar. Siento mi cuerpo entumido y no puedo moverme. Abro de a poco los ojos encontrándome con un rostro masculino sonriendo falsamente.

—Hola, de nuevo.
—¿Nick?—exclamo en un susurro más sorprendida que asustada,
—Oh, te acuerdas de mí. Genial—veo a mi alrededor sintiendo poco alivio al encontrarme en la sala de mi casa, luego eso desaparece al notar que estoy atada y recostada en el sofá. Todo empeora cuando oigo la siguiente voz.

—Hola, cariño, ¿Me extrañaste?—aparece Andrew por la entrada de la habitación. Mantuve la calma pero mi corazón se desenfrenó.

—Creí que ya habías hecho conmigo lo que quisiste cuando me secuestraste en el bosque.
—No lo hice yo solo, querida, y esos idiotas no me dejaron siquiera tocarte, así que después de que te soltaron, tuve que deshacerme de ellos—se inclina a mi lado.
—¿Mataste a Orlando y a Amanda?—pregunto controlando mi terror en la voz.
—Tenían cierto odio y resentimiento hacia a ti, pero su concepto de venganza sola era retenerte, sedarte, cortarte el cabello y romper tu estúpida corona de plástico. Viéndolo así, eran buenas personas, comparadas conmigo. Pero la que sin duda te odiaba más, era Winn. Ella quería que hiciera de todo contigo, así que ella me ayudo a aniquilar a esos inútiles. Me agradó  esa chica.
—¿Qué hay de Nick?—pregunto serena. Tengo que mantenerme controlada.  Debo ser más inteligente que ellos, en cualquier momento alguien vendrá a casa, y los descubrirán, debo mantenerme con vida todo el rato posible, ya que Andrew está hablando de asesinato.
—¿Ya te olvidaste de mí? El raro del que se reían tus amigos.
—¿Algún día te hice daño directamente?
—Todos decían que hablabas de mí en privado, como una broma, me defendías diciendo que era un retrasado y era obvio que estaría enamorado de ti. Decías que debían esterilizarme para no tener hijos como yo aunque nunca esperarías que una mujer se fijara en mi porque era pequeño y delgado. Mírame ahora, Magy.
—Yo nunca dije eso, Nick.
—Yo se lo he dicho, todo eso lo inventó Amanda junto con Winn pero no me lo cree—exclama Andrew—Y Amanda y Winn se juntaban a veces a tus espaldas para hablar de ti. Que increíble—se burla—Es loco el odio que crece de la envidia.
—¿Qué quieres de mí, Andrew?
—Es raro que aún no me preguntes por Harry. Eres una chica inteligente, Olivia, eso me encantó de ti, debes deducir que yo he tenido algo que ver con su desaparición, bueno, no solo la de él, sino la de su familia. Tranquila, siguen vivos—aclara lo último al ver mi expresión—Igual tus padres y tus hermanos, pero eso dependerá de ti.
—Lo he estado pensando, Andrew. Todo es un mal entendido, estoy total y completamente a tu disposición, no necesitas amarrarme, iré y hare lo que me pidas. Solo yo.
—No sabes lo feliz que me hacen tus palabras, Olivia. Sabía qué harías lo correcto—sonríe. Saca una navaja y corta las cuerdas que amarraban mis tobillos, la de mis muñecas y la de mis brazos. Me endereza y me siento en el sofá.
—Lo primero que quiero que hagas es que te pongas este vestido y esta corona—dice sacando ambas cosas de un baúl—Tacones y que modeles para nosotros.
Afirmo con la cabeza. No era algo tan retorcido después de todo. Me levanto del sofá y tomo el vestido largo, estraple, con lentejuelas de colores oscuros y con la pierna abierta.
Andrew se queda parado frente a mí, sin preguntar sé que no me dejara en el baño sola para cambiarme. Solo me saco la blusa y me dejo el short, metiéndome el vestido por las caderas. El vestido es de espalda libre. Y los tirantes de mi brasier se ven. Andrew lo jala por atrás desabrochándolo.
—No lo necesitas—murmura. Lo saco sin que se vea nada.
—Hermoso—articula Nick. 
Mientras me pongo los zapatos, Andrew me sujeta los hombros acariciándome la espalda.
—Amaba tu cabello, pero aun así te vez preciosa—me coloca la corona cuando me endurezco.
Se aleja observándome y se sienta en el sofá junto a Nick.
—Vamos. Quiero que sonrías mucho—anima Andrew.
—Tu sonrisa nos vuelve locos—Andrew ríe y lo ve.
Retrocedo unos pasos, seguido comienzo a caminar como si estuviera en una pasarela, sonrió forzadamente y me siento como una marioneta.
—Saluda con tu mano—lo hago.
Esto si era retorcido, pensándolo bien,
Volteo hacia la puerta principal, esperanzada de que alguien entre por ella.
—Bien. Creo que ya es hora de irnos—dice Nick.
—¡No!—me exalto. Me miran—No he terminado—sonríen. El corazón me da un vuelco.
Nadie iba a venir a rescatarme, y si me llevaban con ellos, era el fin. No podía escapar, descartando los tacones y el vestido que me estorbaban, eran dos chicos altos y fuertes contra una chica de cincuenta kilos.
—¿Qué tal si nos bailas algo?—propone Nick. Se dirige al estéreo. Cuando comienza una canción, Andrew me jala de la cintura haciéndome bailar.
—Te vez bonita sin tanto maquillaje—dice.
—Amigo, fui yo el de la idea—reclama Nick, me jala de la mano y me pega a su cuerpo.
—No es parte del trato, Nick—masculla Andrew entre dientes.
—Ala mierda tu trato, solo me ibas a dejar viendo. La quiero a ella—Nick acerca su rostro al mío.
—Suéltala—exige sacando una pistola de su chaqueta y le apunta  a Nick. Aprieto los brazos de Nick de la sorpresa y mi corazón vuelve a acelerarse.
—No es solo tuya, viejo, podemos compartir.
—Yo no la comparto con nadie—le dispara.  Suelto un grito y caigo de rodillas por el peso de su cuerpo en mis brazos.
Maldición, no…
Andrew me aparta de él y comienza a arrastrar el cuerpo hacia el baño. Yo corro hacia la puerta principal, esta estaba cerrada con llave. Me quito los tacones y la corona. Mi  única opcion es correr hacia arriba y esconderme en la habitación de mis padres. Podía bajar por el balcón. Tal vez tenga tiempo para quitarme el vestido, tomar un blusón y unas sandalias. Pienso mientras corro por las escaleras. Cierro el cerrojo de la habitación y busco frenética en el closet. Escucho otro disparo cerca y me cógelo me sumerjo en el closet y cierro la puerta.

—¿Cariño? Nunca te haría daño a ti. Yo te conozco demasiado bien. Así como Harry, desde las sombras te observaba—sus pasos se escuchan cada vez más cerca—No estoy molesto por lo que le dijiste a la policía, aunque debemos hablar de eso. Omitiste algunos detalles importantes pero no importa, tu y yo lo sabemos. Que no te de pena, cariño—hace un corto silencio--¿Sabes que si me hizo enojar?—otro silencio—Que te entregaras a ese idiota de Styles. Cumplías todos sus deseos sexuales—Pauso—Debí matarlo—murmura lo último pero lo escucho demasiado cerca.

La puerta del closet se abre y me sonríe triunfante.

—¿Hola?—se oye una voz grave en la planta baja. Ambos nos quedamos quietos--¿Magy?

¿Harry?