Sesión n°0: Entrevista.

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Dazai leía su libro favorito en el consultorio del Licenciado en psicología cognitivo-conductual Jhon Watson, leía sin realmente hacerlo, ya que conocía cada palabra de memoria, nada nuevo que procesar. Mientras solo pasaba su vista sobre las letras plasmadas en esas páginas en su mente no paraba de rechistarle la idea de estar en un psicólogo. Su Jefe no se lo había recomendado, se lo había impuesto. Sus ya cada vez más frecuentes intentos de suicidio comenzaban a ser un problema para la imagen de la Agencia, Kunikida tenía una lista cada vez más larga de las quejas que se presentaban todos los días, era un problema que había que resolver, y solo se les ocurrió esa idea. 

El castaño para verle el lado positivo solo pensó que no tenía que salir de su bolsillo el honorario, y además involucraba menos horas de trabajo, ya que las sesiones se darían dentro de la jornada laboral. Lo engorroso, era que no creía en el labor de los psicólogos. Fue una corriente cuya génesis se dio para moldear niños problemáticos, para tener una sociedad controlada, ¿quienes eran ellos para dictar que es lo normal y lo que no?. Claro que existen enfermedades mentales, pero ¿en qué se basaban para sentenciarlo como "enfermo"? ¿por ser anormal? El equilibrio no existe, se tiende a él, pero se vive en un constante caos, ya con esa primicia es imposible quedar satisfecho con sesiones de psicólogos.

Además, este no era cualquier psicólogo, era un conductista. Se alegró de que al  menos estaría lejos del psicoanálisis, eso no lo necesitaba, se conocía demasiado bien, incluso está seguro de por qué es como es. Es más, con solo decir que fue miembro de la Mafia ya diría de sobra para que quieran convencerlo en pagar un dineral para vendar todas las heridas internas que el expresaba exteriormente. Él ya lo sabía. 

Sus pensamientos se esfumaron cuando la puerta del consultorio al fin se abrió.

—¿Dazai, Osamu?— preguntó un hombre alto, de cabello corto, negro y liso, sus ojos que denotaban cansancio eran verde esmeralda, y tenía una tes bastante pálida con una postura corporal que indicaba cansancio y no tener ganas de trabajar, Dazai pensó "¿realmente este será mi terapeuta?"

Dazai se incorporó y el profesional le estrechó la mano, correspondiendo con una sonrisa falseada, soltó su mano e ingresó al consultorio mientras por detrás el otro cerraba la puerta. 

Se había imaginado un diván negro en el que recostarse, pero se sorprendió al ver algo más estilo oficina. Un escritorio de madera bastante grande, donde el psicólogo estaba yendo a tomar asiento y del otro lado dos sillas blancas, que ni siquiera parecían cómodas.  

El conductista sirvió un poco de té verde y se lo ofreció mientras lo invitó con un gesto a tomar asiento. Dazai se sentó y observó con más detalle una ficha que el profesional sacaba de su cajón, solo decía Dazai Osamu como título y un gran espacio en blanco. Realmente sabía que estaba perdiendo el tiempo.

—Bueno, buen día— sonrió al fin el psicólogo, cuyo rostro como si fuera un actor había cambiado totalmente de gesto, de parecer no querer saber nada con las ocho horas, a tener un aura más animada y trabajadora — me presento, mi nombre es Jhon, puedes llamarme como quie...

—Con Señor licenciado está bien— interrumpió Dazai. Claramente ya descubrió su primera intención, crear un lazo de confianza, es necesario para ese trabajo, lo entendía, pero no era necesario para él.

El licenciado esbozó una sonrisa satisfecha al ver ya un comportamiento tan marcado, sabía que Dazai no sería tan difícil de persuadir, al menos conocería su mascara y luego ya pensaría como llegar a quien está detrás de ella. El aire de soberbia del castaño casi que lo podía hasta ver con sus propios ojos escarlata.

—Perfecto, a mi me gustaría llamarte Osamu si no te incomoda.

—Para nada, es solo un nombre.

—Perfecto. — respondió, era solo un nombre es cierto, sin embargo no pensó lo mismo al querer llamarlo como Jhon, una sutil demostración de quien tiene el control, aunque a la inversa parecería ser él por llamarlo de forma informal — Bueno Osamu, ¿sabes de que trata la terapia conductista?

—Supongo que buscará cambiar el comportamiento inapropiado que tengo para la imagen de la Agencia. Me parece un reto interesante, ya que de antemano le digo, eso será imposible. Podemos ocupar nuestro tiempo en leer, o charlar de otros asuntos si así lo prefiere, veo que usted no tiene muchas ganas de trabajar hoy ¿verdad? pues yo tampoco.

El licenciado rió y eso llamó la atención de Dazai, por lo general o lo mirarían con desprecio, vergüenza ajena, algo de pena y por fin un poco de respeto, pero esbozó una sonrisa, al fin y al cabo no estaba con un compañero de trabajo como él solía acostumbrar, era un profesional y todo estaba fríamente calculado. No se dejaría sorprender otra vez.

—Hay conductas aprendidas que son ¿cómo decirlo? auto destructivas, y en tu caso eso es literal. Nadie cambiará tu esencia, solo modificar los esquemas mentales que te llevan a un producto auto destructivo, mejorar tu calidad de vida en fin.

—Cambiar mis esquemas mentales ¿eh?

—Quizá suene algo extraño, pero en el correr de las sesiones lo comenzaras a comprender mejor. Ahora no lo haces porque un esquema armado y fortalecido en años es difícil de quebrar, pero nada es imposible, la mente humana es más flexible de lo que parece .

—Ud. haga su trabajo como quiera. Yo solo estoy de turista por aquí, aproveche la experiencia de trabajar conmigo. — sonrió mientras se recostaba en la silla levantando los brazos para estirarse con un bostezo y colocando sus manos detrás de la nuca.

—Bien, Osamu — la verdad a Dazai escucharlo decir Osamu le rechistaba un poco, le parecía una falta de respeto, pero dejó que el pobre licenciado se creyera un poco que tenía un camino por donde obtener su confianza — esto consiste en establecer un objetivo, esto no es una sesión en si, solo se marca el fin, y que tan dispuesto estás de llegar a él.

—Pero ud. ya lo sabe.

—Quiero que me lo digas tú.

—Mi Jefe y compañeros quieren que deje de comportarme como un maniático suicida, así que el objetivo, de ellos, no mío, sería dejar de comportarme así. ¿Qué tan dispuesto estoy de complacerlos? nada dispuesto.

—Podemos establecer otro objetivo que se ajuste a tus necesidades si así lo prefieres.

—Yo estoy bien como estoy, no necesito que toquen mi esquema mental.

—¿Sabes que entre más voluntad pongas menos sesiones serán cierto?— preguntó serio.

—No viene de mi bolsillo y no pierdo tiempo estando aquí, ya que tampoco lo gano trabajando.

—Bueno— dijo guardando la ficha de Dazai vacía en el cajón de su escritorio, Dazai sonrió al ver que se rendía tan fácil. — Tu primer deber..

—¿Deber?— preguntó interrumpiendo.

—Si. Así se lleva a cabo las terapias conductistas, con tareas empíricas para ver avances o no. Entiendo que la idea de que tu mente sea controlable te de inseguridad — Dazai rió a lo bajo al escuchar esa palabra ¿inseguridad dijo? el licenciado prosiguió ignorándolo — pero veamos esto así, eres de los típicos casos que creen saberlo todo, que estás por encima de los demás en cuanto a saberes. Demuéstramelo, para al terminar la última sesión de la terapia tu ego aumente un poco más y el mío solo se vea humillado. Establezcamos ese trato, tu cooperas en la terapia, y al final, veremos si funciona como pienso yo, o fue una perdida de tiempo, como pensarás tú. 

—¿Ese será el objetivo? ¿Ver quien tiene la razón?— preguntó el castaño llevando su dedo índice y pulgar a la barbilla.

—Si así te parece. Al menos nos divertiremos más que no haciendo nada.

—Tienes razón, me parece bien— sonrió Dazai 

—Bien, para la semana que viene, tendrás que traerme una lista de los momentos que te has intentado suicidar, empezaremos viendo la frecuencia.

—¿Sólo eso?

—Sí. Y ya te puedes retirar, el  lunes que viene a las 14.00 horas te espero. — dijo levantándose y estrechando su mano

—Está bien. — se levantó también para corresponder al saludo. Por unos segundos sus miradas destellaron algo de entusiasmo, quizá terminase por divertirse un poco.


Consultorio • Soukoku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora