Fantasmas

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Eliminé sin querer la sesión 8 😳 si alguien sigue leyendo y llegó hasta acá hágamelo saber que creo que tengo el capítulo guardado en mi compu 🏃🏽‍♀️



Lupin era el bar que solía frecuentar cuando necesitaba pensar, cuando se consumía en la melancolía y necesitaba recordar... al menos en eso se convirtió ahora. Antes supo ser un lugar de escape para encontrarse y conversar con amigos, ahora era solo un espacio lleno de recuerdos amenos.

El pasaje de la luz enceguecedora del día y del bullicio de la gente, a la oscuridad, música suave, y colores tenues del bar le hacía escapar de cualquier horario, pasando a la noche en cuestión de segundos al cruzar y cerrar una puerta marcado por el sonido de una campanilla vibrar.

Ya calmado, buscó lugar. Tarea fácil para cualquiera, dificultada para él, ya que de los pocos taburetes que se encontraban en la barra, justo en el medio, un hombre añejo se sentó, obligandolo a sentarse banco por medio.

-¡Ja! Eres el primer joven que se anima a sentarse a mi lado.- exclamó el adulto mayor con una sonrisa abatida mientras se sumergía en su vino. Apestaba ciertamente a alcohol, y a Dazai no le sorprendía la idea que la gente se sentara lo mas alejado posible de aquél hombre. Pero a él le daba lo mismo, el olor a vino supone, nunca le molestó, además no es como si tuviera espacio de sobra para alejarse lo suficiente.

-¿Ahá?- preguntó desinteresado observando como el cantinero vertía el whisky en su vaso y agregaba un par de hielos ni bien lo vio ingresar, era un cliente que aunque no solía ser habitual, era bien recordado y respetado.

-¿Y qué te trae por aquí una tarde entre semana? ¿Qué hora es? ¿Las 16? ¿Las 18?

-Las 15.- contestó tomando el vaso, pensando que quizá venir esta vez no fue buena idea.

-¡Las 15! - exclamó en medio de una carcajada generando que el otro ponga gesto de irritación por la elevada voz - oh, que buena noticia me has dado, aún tengo toda la tarde. ¡Salud! - hizo gesto para que castaño chocara su vaso con el de él, pero Dazai lo miró de reojo haciendo caso omiso a su petición. - Oh, no me digas... puedo adivinarlo. Quieres estar solo, en silencio para pensar.

-A eso se viene a la tarde, ¿no?

-A esta hora solo están los borrachos, pero no tienes el perfil de uno. Niño, parece que la vida te está consumiendo.- apreció mirando unas marcadas ojeras y el rostro pálido del otro, a los ojos del señor, estaba demasiado flaco, y parecía ir en buen camino si quería terminar con su vida.

-Adivina muy bien.- afirmó Dazai bebiendo un sorbo sin prestarle atención. Aún no había procesado lo ocurrido en el consultorio, aún no entendía que estaba sucediendo e incluso se percató que estaba sin las vendas, abrochándose los botones del cuello de la camisa con fluidez antes que el otro lo observara y se pusiera a hablar del tema.

-A mi me acaban de despedir - habló el hombre de nuevo, ignorando el hecho de ser ignorado - ¡30 años trabajando para esa empresa! ¡para ser despedido por "viejo"! Los jóvenes se están llevando todos los buenos trabajos. - gruñó.

-Es lo normal. Lo viejo se desecha y lo nuevo promete mucho más.

-¿Ah sí? ¿Pero y lo demás? Tengo 4 bocas que alimentar. Mi esposa, mi esposa ya no me soporta, ¿qué haré cuando le diga que me he quedado sin trabajo? ¡me matará! ¡lo hará! ¡no hay dudas! ¡mis hijos! "pobre papá" ¿te imaginas, chico? - preguntó con tono de lloriqueo mientras se encargaba de terminar el vino que le quedaba.

-Si tanto le molesta su vida, ¿por qué no se mata? - Fuera de querer sonar irrespetuoso o insensible, realmente intentó dar su mejor consejo.

El adulto lo miró asombrado, y echó a reír a los cortos segundos - ¿Crees que no lo pensé? ¿¡Pero y después qué!? No puedo dejar a mi familia por más odio, repugnancia e incluso lastima que puedan a llegar a sentir por mí, mi ego se verá destrozado, pero al menos sigo aunque sea arrastrado. ¿Quién dijo que la vida era tranquila? ¡Es una montaña rusa! ¡La vida es una tortura continua! ¡Pero solo los verdaderos hombres, las verdades mujeres siguen luchando! ¡la descendencia es de luchadores! - alzó la botella casi vacía orgulloso de sus palabras que creía fielmente.

Consultorio • Soukoku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora