Sintió como la gravedad en su cuerpo parecía aumentar, hecho imposible porque Dazai estaba abrazándolo aún. Sus brazos pesaron, flojos se dejaron caer. Un leve tambaleo en sus rodillas amenazaron con dejarlo caer al suelo, se sintió débil, y si no fuera porque el otro le sujetaba fuertemente juraba que podía caer desplomado al suelo.
No es que fuera un iluso, no mal interpretaría algo así jamás... Pero sí lo confundió. Dazai lo estaba abrazando cuando no tenía recuerdo alguno de verlo o sentirlo así. Le había dicho 2 palabras que jamás esperó escuchar de él, al menos no hacia él.
O realmente está loco, o el ataque repentino de demostrar cariño era sincero.
—Qué.... — después de segundos que parecieron una eternidad la voz apenas salió clara de su garganta. Aún retomando fuerza de a poco, colocó ambas manos en los hombros del mas alto ejerciendo presión para que se alejara. Dazai respondió separándose unos cuantos centímetros, pero aún envolviéndolo con sus brazos en su cintura y mirándolo de una forma cálida a los ojos. ¿Por qué rayos lo miraba como si fuese... como si estuviese...? No. No mal interpretaría. — Ah, sí bien — dijo recomponiendo la compostura y carraspeando la garganta — Pensé que morirías antes de dignarte a decir esas palabras hacia mi. Aún así no era necesario que lo dijeses, idiota. — soltó con vergüenza evitando la mirada del más alto. — Ya lo sabía. — afirmó cerrando los ojos seguro y desligándose del abrazo para separarse al fin de él.
—¿Lo sabías?— preguntó sorprendido Dazai, por la respuesta y por la naturalidad con la que se lo estaba tomando.
—Supongo que no es tan raro... Yo que sé, da igual. Vayámonos al hospital, apúrate. —ordenó comenzando a salir a paso despreocupado del callejón con ambas manos en los bolsillos en busca de su auto.
Dazai lo observó unos segundos confundido mientra se alejaba, era demasiado extraño como para dejarle pasar ese intento de hacer como si nada hubiese sucedido — Espera un momento — llamó apresurándose para caminar a su lado, ya que Chuuya ni siquiera atinó a detenerse y solo se estaba empeñando en llegar a su auto del que ya estaba por subirse — ¿Que hay de ti?
—¿De mi?— preguntó frunciendo el ceño mientras abría la puerta e ingresaba para sentarse y arrancar el motor.
—Si...¿me quieres? — preguntó sin rodeos, imitando la acción de ingresar al asiento de acompañante y cerrando la puerta.
Aquellas palabras le sonaron incómodas de escuchar, y como si fuera un deja vú, recordó que una vez ya había recibido esa misma pregunta de su parte, recordando también cuánto lo había sacado de quicio al responderle con sinceridad. — Creo ya habértelo dicho una vez.
Flashback
—¿Me quieres?
—¿Ah? ¿te subió la fiebre de nuevo Dazai? — preguntó preocupado acercándose nuevamente para verificar que no fuera eso, y efectivamente no lo era.
—Si alguien se preocupa por el otro, ¿no es porque le quiere?— preguntó abriendo los ojos mirando fijamente los orbes azules del pelirrojo. —¿me quieres, aunque sea un poco, Chuuya? — preguntó casi susurrando.
El pelirrojo no contestó quitando la mano de su frente, ¿qué demonios le estaba pasando?¿la medicina le sentó mal?
— Chuuya, si me quieres, dímelo por favor, quisiera escuchar esas dos palabras alguna vez...
¿Pena? ¿lastima? ¿otra vez las ganas de protegerlo? ¿dulzura? ¿ganas de golpearle? no lo sabía, pero optó por contestar lo que creía -después de seguro ser un estorbo- sería lo más indicado.— Eres mi compañero, claro que... algo... t-te quiero.
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Consultorio • Soukoku •
FanficDazai asiste a un psicólogo conductista por orden del Jefe de la Agencia Armada de Detectives con el fin de mejorar sus habilidades sociales, dentro de estas la única ventana que ve el psicólogo para llegar a su objetivo es a través del ex compañero...