Consultorio • Soukoku •

Sesión n°5

—¡Buenas tardes licenciado! ¿cómo dice que le va? — exclamó Dazai entrando al consultorio después de dar dos golpes entusiastas a la puerta.

—Oh— se sorprendió Jhon por tan anímico recibimiento del castaño. Primera vez que ingresaba por si mismo sin esperar a que este salga por él. — Bien, bien. Gracias por preguntar, toma asiento — indicó sirviendo un poco de té en ambas tazas que ya tenía preparadas —. ¿Cómo estás tú? Te veo... animado.

—¿Por qué no estarlo? — preguntó tomando asiento y bebiendo un pequeño sorbo del té luego de evaluar su temperatura —  ¡La vida es hermosa!

—¿Todo bien, Osamu?

—Si, Jhon ¿por qué?, ¿acaso una persona como yo no puede estar contenta alguna vez?— preguntó estirando ambos brazos y colocando sus manos detrás de su nuca mientras se cruzaba de piernas con una sonrisa.

—Me alegro que estés bien. — comentó no tan convencido — Entonces... — como solía hacer en todas las sesiones, tomó la ficha para evaluar la semana del castaño. Muchos hábitos se iban normalizando, otros no tanto pero aún así veía mejoras, salvo que los intentos de suicidio seguían siendo un pilar en su vida cotidiana; 6 intentos. Era la segunda semana que había bajado a menos de 10, quizá ahora si podía verlo como el asomo de un logro. — dime, ¿cómo te sientes con estos resultados?

—Excepcional, mi vida está dando un giro inesperado. Me siento un hombre nuevo.

—Ok ¿cuál es tu problema ahora?- Jhon dejó la planilla sobre el escritorio y entrelazó sus dedos bajo el mentón, dedicándole toda su atención a través de sus orbes verdes, todo sarcasmo tiene un límite para él.

—¿No es eso lo que espera oír?

—Respuestas sinceras espero oír.

Dazai dejó soltar un largo y pesado suspiro —Ay Jhon... realmente no veo avances — comentó con tono de decepción — he estado un mes aquí, y aunque en esa planilla ve resultados, en realidad nada ha cambiado más que seguir ordenes ¿cómo decirle? esto me está aburriendo.

 —¿Qué es lo que te aburre realmente?

—Hace un mes salgo a correr, no me gusta hacer ejercicio, no me siento mejor después de hacerlo. Hace un mes duermo 4 horas, no puedo dormir temprano pero sigo su plan de despertar ni bien canta el gallo. ¡Hace un mes trabajo! tengo casi todos los informes al día, y me he encargado de la mitad de mis tareas sin derivarlas. Vania ha estado más problemático de lo usual — enumeró todos los motivos con gesto dramático y dejó caer su frente sobre el escritorio — ¡Estoy agotado! ¡y tiene razón! ¡No tengo ni fuerzas para suicidarme! ¡me está quitando el único motivo para vivir! ¡morir!

—O sea, que la terapia está dando resultados, pero el método te está agobiando demasiado porque aún deseas estar muerto.

—¡Exacto! —asintió incorporándose en la silla — Pero no es que la terapia funcione, ¿no se supone que mi esquema mental debería cambiar?

—Lo revisaré ¿está bien? el ejercicio no quiero que lo cortes, pero por lo del sueño, creo que dejaré por el momento que te desbalances un poco. Si en 1 mes no se ha regulado, quizá sea fisiológico, te recetaré melatonina aún así te daré un pase al endocrinólogo para evaluar que todo este en orden.

Dazai volvió a recostarse sobre la silla — Está bien. Realmente es peor tener mas ganas de suicidarte y no tener energía para hacerlo, créame.

— Entonces estamos hablando que has tenido más impulsos que conductas, eso es bueno Osamu, desde mi perspectiva. 

—Lo reprimido cuando está cautivo... te pide salir* ¿conoce la canción? ¡la frustración no me está ayudando! ¡Vania saldrá lastimado si no soluciono esto!