La hija del Presidente (Editando) ✅

Capítulo treinta y dos (Editado)

—Con que ésta es la hermosa hija del Presidente —dice Roko acercándose a su hijo.

—Si padre, ella misma —dice mirándola de reojo.

Sophia intenta desatar sus manos. Pero no puede. Sabe que del narco no se va a escapar fácil.

Roko saca su pistola y le apunta a la cabeza.

—¿Que haces? —regunta Jared asombrado.

—Ya es hora de que ésta perra muera —dice el padre sobando la pistola.

—No, no es hora de que muera —dice Jared poniéndose delante.

—Entonces... -¿Acaso te interesa la mocosa ésta?

—Me interese o no; No es tiempo de que muera —dice quitándole la pistola.

[...]

—Tienes unos ojos hermosos —dice José a Cristina mirándola y acariciándo su cabello.

-Si, se que mis ojos son hermosos —se aparta de él.

José la regresa a él por el brazo y la empieza a besar. La sostiene fuerte para que no se le escape.

Cristina le corresponde y acaricia su cabello. Pero segundos después decide recuperar la compostura.

—Muevete imbécil —lo echa a un lado.

-¿Y a tí que te pasa? ‐Pregunta sorprendido.

Cristina lo ignora y sube las escaleras; rumbo a su habitación.

[...]

—Según escuché en el barrio hay un bar Prostíbulo —dice Felipe.

—Si, ya Lea Lupone mandó la solicitud y la aceptaron hoy mismo entra a trabajar —dice Kimberly Martinez.

—Eso está perfecto, tienes que tener mucho cuidado; Lea —dice Felipe.

—Corrección, Lea no, Deborah —dice Lea a carcajadas.

—Ya veo que hasta tu nombre tienes —dice George a risas.

—Chicos esto no es un juego —Añade Ariana muy seria —Recuerden que la vida de Lea; perdón; Deborah puede estar en peligro en ese lugar.

—Ariana tiene razón —dice señalándola con su dedo índice.

[...]

Sophia

No puedo creer que yo esté en ésta situación. Nunca pensé que sería secuestrada, ya es un mes de mi secuestro y cada día tengo el presentimiento de que no saldré de ésta.

Me arrepiento de haber maldecido la vida que llevaba, no le hice caso a mis padres cuando me decían que tenía que darle gracias a Dios por la vida que llevo.

Hoy debería estar disfrutando éste sábado en la piscina con ni novio y mi mejor amiga y mira en donde estoy... En una habitación diferente a la mía, con personas desconocidas.

Extraño mi familia, mis guardaespaldas, Ariana, mis amigos... Extraño las peleas de mi mamá. Mi mamá.  ¡Dios mío!, debe estar loca y desesperada. Necesito salir de aquí.

Sus ojos se humedecen y su corazón de encoge de imaginarse a su madre destrozada, pensando que está muerta.

—Acá estoy escuchando tu monólogo —dice mi secuestrador sentado en el sofá.

—No me importa —digo encogiéndome de hombros.

—Como nada te importa. ¿Te importaría si te beso? —pregunta levantándose del sofá .

No se que sienta por este tipo, pero sería muy estúpido de mi parte enamorarme de quien me tiene retenida bajo mi voluntad. Pero quizás deba fingir y esto me ayude a salir de aquí.

Quizás no sea nada fácil, pues esta gente no es nada estúpida y él no caerá fácil. Pero intentarlo no está demás.