Capítulo Siete (Editado)

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Ariana llega a la estación de policías junto con Lucía; que está más nerviosa que una niña de 5 año en medio de 5,000 personas. Su cara está roja de tanto  llorar.

Cuando entran a la estación todo está vacío, no hay absolutamente nadie; excepto un policía de unos 86 años que mastica el agua para luego tragársela, mientras se dirige hacia los chicas.

—Señor, ¿Dónde están los demás? —Pregunta Ariana muy apresurada.

—Se-gún es-cu-ché es-tán bus-can. —dice despacio por sílabas.

Las chicas salen, suben al vehículo que manejaba Nacho y no lo dejan terminar de hablar.

[...]

Los secuestradores llegan al lugar en donde mantendrán a Sophia.

Sebastián uno de los secuestradores baja a Sophía por el cabello y gritándole.

—Entra estúpida —dice muy irritado.

—¡Me estás lastimando! para; por favor —dice entre llantos.

La entra en una habitación la deja caer al piso, le descubren la cara y se va. Sophia se quita los zapatos con rabia y los tira a la puerta, se encoge entre sus piernas y ahí se queda llorando.

[...]

—Necesito ir a casa de los Jackson ahora —dice Cristina muy alterada.

—Señorita; ¡no!, usted no puede salir de acá, no sabemos por qué o quien secuestró a su amiga —dice su guardaespaldas José con autoridad.

—Si, tengo que ir, es mi amiga —dice empujándolo.

José la agarra y la regresa al mueble; haciéndola sentarse nuevamente. Se acerca a ella mirándola a los ojos y le dice:

—Señorita Cristina; su vida está en mis manos, si a usted le pasa algo, mis manos y mi cabeza volarán, por favor debe tranquilizarse —dice pacíficamente.

—No puedo José, no puedo —le grita en la cara.

José voltea su cara y luego la regresa a ella; besándola.

—¡Eres un idiota! —Le pega una cachetada.

José la mira, acaricia su mejilla y la vuelve a besar.

—La besé para que me vuelva a golpear con sus dulces manos, pero ésta vez; del otro lado —dice mirándola muy sonriente y alejando sus labios de los de ellas.

Cristina lo mira muy fijamente a los ojos, mientras frota sus manos.

—¡Muevete! —Lo empuja y sube las escaleras hacia su habitación.

—José me besó —susurra pasando sus dedos por sus labios —Mierda, tengo que pensar en mi amiga no en él. Necesito llamar a su casa.

Llamada

—Si buenas, ¿Quién habla? —Pregunta Juana una de las a sirvientas mientras mira a la señora Jackson que está desconsolada.

—Hola Juana. Soy Cristina
Necesito hablar con los padres de Sophia —dice acelerada.

—No es posible señorita, la señora está devastada, le dimos un tranquilizante y el señor no se encuentra.

—¡Rayos! Okey Gracias, voy para allá.

Fin de llamada

Cristina se da la vuelta para salir de la habitación y ahí está José.

—¿Qué quieres?, ¿Que haces en mi habitación? ¿Quién te dió permiso para entrar? —Hizo las tres preguntas sin pausa.

—Niña, bajele 10 a su tono, entré para asegurarme de que no se haya escapado —dice mirándola fijamente.

-¡Eres un maldito idiota! ¿No te conformas con besarme a la fuerza? ¿O qué? ¿Vienes a violar me ahora? —Pregunta con capricho.

—Quedamos a mano, usted me correspondió en el segundo. ¿A caso usted está anciosa de que yo la viole? —dice muy serio.

—Buenas, ¿interrumpo? —Pregunta Diego mientras entra por la puerta de la habitación.

HolisS🙌😘
Perdón por interrumpir, jajajajaj 😂😂

Pero se acabó el capítulo.

No olviden votar, comentar y seguirme. Los quiero❤😘

**Nota**

Recuerden que les dije que utilizo [...] para cambio de escenas. ¡No lo olviden!

Bye!!!!🙌🙌

La hija del Presidente (Editando) ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora