Capítulo treinta y cuatro (Editado)

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Cristina empieza a besar a José sin parar. José la carga en su cintura y la lleva a la cama. Sube encima de ella y la besa. Mete sus labios en su cuello dejando rastros de saliva a su paso. Cristina gime con cada beso y decide desabrochar la camisa de José.

—Espera. ¿Que haces? —pregunta deteniendo los besos.

-¿Tu que crees? —Dice mirándolo fijamente —¿A caso eres virgen?

_No, No lo soy.

—Ya sé. Tienes miedo —dice quitando sus manos.

José la mira y la vuelve a besar como loco, quitando su vestido.

[...]

—Por aquí está la bodega —dice Ariana mientras conduce por un callejón.

—Perfecto. Ya le he dicho a los demás que vengan —dice mirando la zona.

—Perfecto.

Llegan al lugar y allí se encuentran los demás agentes esperando las órdenes.

[...]

—Buenas —Dice Rodrigo. —¿Se encuentra la señora Roccio?

En ese instante la señora baja las escaleras corriendo y llorando y lo abraza.

—Lo siento mucho —dice Rodrigo.

—Mi hija no está conmigo. No lo está —dice entre llantos.

—También la extr..

En ese momento llega el presidente y lo despega de su esposa y le entra a golpes.

—Tu tienes algo que ver —dice encima del pobre muchacho.

Los guardaespaldas los separan.

—¡Largate de mi casa! —dice queriendo zafarse del guardaespalda.

El presidente sabe perfectamente que el chico no tiene nada que ver. Pero quiere quitarse los ojos de encima de unos cuantos que sospechan de él,  incluyendo los detectives que estaban al tanto del caso.

[...]

—¿Entramos o no? Pregunta Christopher a los demás mientras sostiene su pistola en manos.

—Tenemos que tener el permiso —dice Lupone.

—Hagamos de cuenta que tenemos  el permiso —dice Ariana Torrico mirando a los demás.

Todos al mismo tiempo le dan una patada al portón y éste cae al piso.  Dejando ver un enorme letrero que dice: Cayeron hijos de perras.

—¡Mierda! Es una trampa —dice Felipe Araujo.

En ese momento entran más de 10 hombres y mujeres armados y se arma el Tiroteo.

Los policías hieren a más de 5 hombres pero estos son ayudados por los demás y huyen.

—¿Todos están bien? —dice Ariana agachada sosteniéndose de sus rodillas.

—Al parecer si. -¿Pero y donde está George? —pregunta Lea preocupada.

—¡Oh My God!. Ahí está —dice Yajaira corriendo hacia él.

—Me dispararon —dice desmayándose.

—¡Rayos! —exclama Felipe sorprendido.

—Si en la rodilla —dice Ariana agarrándose de la cabeza.

Kimberly intenta levantarle la cabeza y se da cuenta que también tiene un tiro detrás de la oreja.

—Mierda le han disparado en la cabeza.

—¡No! —dicen al unísono.

La hija del Presidente (Editando) ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora