La hija del Presidente (Editando) ✅

Capítulo treinta (Editado)

Ariana va camino a la casa de Fernanda Rivas, cuando en el camino un hombre la detiene atravesando su vehículo en frente

—¿Y a usted que le pasa?
—Pregunta Ariana cerrando la puerta del auto con furor, después de salir.

—A mi nada muñeca —dice sacando su pistola se acerca a ella con una sonrisa malvada.
Ariana se pone alerta pero no saca su arma. El hombre se acerca más y le apunta. De una patada ella le tumba el arma y se abalanza sobre él. Empiezan una batalla cuerpo a cuerpo. Él le golpea en la cara y ella le devuelve el golpe y luego un rodillazo en las costillas. 

—Maldita zorra —dice el tipo empujándola.  Ariana se va sobre él nuevamente y lo golpea en el estómago y luego en la cara. E hombre la agarra por los dos brazos, pero Ariana se libera y le lanza una patada el cual el hombre detiene haciéndola caer al piso. Toma la pistola que está a pocos metros de él y le dispara al pecho.

Ariana cae al suelo, el hombre sonríe victorioso y emprende la huida.

—¡Que imbécil! —dice Ariana levantándose del piso y desabrochándose su camisa para acariciar su chaleco antibalas. Toma la bala entre sus dedos y sube al auto sacando su teléfono para hacer una llamada.

Llamada

—Felipe, necesito que me alcances a la casa de Fernanda, intentaron asesinarme hace poco —dice nerviosa.

—¿Qué? ¿Estás bien? ¿No te pasó nada?

—Si, me volaron la cabeza en pedazos. Si, si estoy bien. Ven y allá te espero.

Le arden un poco la cortada de la mejilla y el labio, pero no es para tanto. Enciende el auto y continúa el camino.

Fin llamada.

—¿Que pasó Felipe? —Pregunta George.

—Intentaron asesinar a Torrico.

—¿Qué? ¿Pero está bien?

—Si, iré ahora donde Fernanda, ella estará allá.

—Yo te acompaño —dice cogiendo su pistola placa y chaqueta.

—Vamos —dice Felipe abriendo la puerta.

[...]

—Está quedando hermosa —dice Mary a la Señora Roccio.

—Gracias —dice sonriente, un poco más relajada que como llegó.

—¿Le gustaría un cambio en su cabello? —Pregunta Mary mostrando unas tijeras; con alegría.

—Si no me van a cortar la cabeza... Pues vamos —dice con sarcasmo.

[...]

—¿Por qué mejor no matas al imbécil del Presidente? —pregunta Kodigo a Roko.

—Quiero que sufra. Además tengo que saber en dónde están localizados sus puestos de ya sabes que —dice fumando su cigarro.

—Deberías de traértelo aquí y torturarlo —expresa lamiendo su pistola.

—No estaría mal. Pero primero hay que hacerle otra broma —sonríe a carcajadas —Hablando de broma he enviado a Moisés hacia Argentina.

—Está bien. Es nuestro seguidor fiel. Jajajaj pero muy imbécil al dejar que le corten un dedo para enviarlo al Palacio.

—Bastante —dice con seriedad —Hoy tengo que ir a ver la hija del Presidente. Nunca la he visto, excepto por los periódicos.

—Entiendo, Ojalá y tú hijo no la haya embarazado —dice aguantando la risa.

—Ja ja ja y ojala mi pistola no tenga balas para el momento en que te quiera volar los sesos, hijo de perra —dice con su mirada fulminante.

—Uuuiii perdón —se retracta Kodigo.

[...]

—Apareciste imbécil —dice Cristina al novio de Sophia dándole un golpe en el pecho.

—Nunca me he ido. Es que tengo miedo. —dice rascando su cabeza.

—¿Miedo a que? ¿Sabes que Sophia está muerta? Aunque siento algo que me dice que no —dice llorando

—No, no, no. No puede estar
muerta —dice poniendo ambas manos sobre su cabeza.

¿Es que acaso no ve noticiero, su familia no le comentó nada o que?  Eso salió en todos lados y aunque el presidente prohibió hablar del caso, aún aparecen unos que otros informes sobre lo sucedido. 
....

°HolisS Hermosuras°

¿Qué tal su día?

BesosS
Ya vuelvo.