La hija del Presidente (Editando) ✅

Capítulo Cincuenta

-Esto es hermoso. —Dice Cristina abrazando a José.

-Pero no más que tu. —Dice besando su frente.

Es una pequeña habitación llena de pétalos de girasoles, hay unas cuantas velas aromáticas encendidas. En una medita hay chocolates, uvas y fresas. Una hermosa canción suena.

-¿Cómo sabes que me gustan los girasoles? —Pregunta tapándose el rostro.

-¿Que se puede pensar de una persona que tiene más de 10 girasoles en su habitación,  cojines de girasoles, atuendos y hasta sus ropas interiores?

-Tienes razón jajajaja. —Dice tomando una uva.

[...]

-Lo que vengo a decirle no puede pasar de nosotras dos. —Dice Ariana entre susurros.

-Es muy grave por lo que veo. —Dice la señora Roccio.

-Si y su esposo no puede saber; puesto a que no confío en él.

-Yo tampoco, descuida.

-Hay posibilidades de que Sophia esté viva. —la señora interrumpe pero Sophia levanta la mano para que se calle —Déjeme terminar. El laboratorio me envió las pruebas hechas a su ropa encontrar y la sangre no es la de Sophia y tampoco la de Moisés. Aunque la ropa de Moisés si tenía sangre de él. Pero muy poca.

-Entonces mi pequeña debe estar viva. —Dice llorando.

-Exacto. No puede decirle nada a su esposo, por favor. —Dice levantándose de la cama.

-Está bien. ¿Antes de irte quieres algo de tomar? —Pregunta la señora

-Si, por favor. Aquí la espero. —Dice caminado hacia el balcón.

[...]

-Nuestra hija ya quiere verte amor. —Dice la señora Elena Castro de Williams a su esposo.

-Yo muero por ver a mi pequeña llorona traviesa. —Dice abrazando a su esposa.

-Cuantos berrinches nos hacía Cristina por ir donde su mejor amiga Sophia. —Dice muy triste

-Verdad, ¿Que ha pasado con esa chica? —Dice mirando a su esposa.

-Según dicen que está muerta. Pero no creo, además el presidente está muy tranquilo, tal vez él tenga algo que ver. —Dice encogiéndose de hombros.

-Ni se que decir. Desde que conozco a Jackson él siempre se ha tomado todo muy tranquilo.

-Si amor, ¿pero el secuestro de su hija?

—Bueno, no todas las personas reaccionan de la misma manera.

[...]

Ariana aprovecha que está sola en la habitación y empieza a husmear.

-¿Y esto? —Se pregunta leyendo un papel blanco que dice: Estamos Cerca, R.K.

Sigue buscando y encuentra otro que dice: Estamos aún más cerca, R.K.

-Le traje un poquito de café con leche. —Dice la señora Roccio entrando a la habitación.

-Muchas gracias. —Dice tomando la taza con nervios.

-¿Estás bien Ariana?. —Pregunta la señora Roccio al notarla extraña.

-Si claro. -Estoy Pensando en George un compañero que se encuentra muy mal.

-Lo siento mucho. —Dice pasando su mano por su hombro.

-Bueno, ya me tengo que ir. -Gracias por el café y recuerde lo que le dije.

-Claro lo tendré presente.

Ariana sale disparada antes de que llegue el presidente y tenga que enfrentarlo.