Parte 1

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Diana

Puedo sentir como el aire frío corre por mis mejillas, mi vista está clavada en mis pies cubiertos por unos zapatos negros. Una mano fría entrelaza sus dedos con los míos, se que es él...

Alzó lentamente mi mirada sólo para ver como nos miran los demás, con lastima veo hacia enfrente y las letras doradas resaltan en la piedra. "Amados padres y esposos, Tamara y Richard Tomlinson", aquellas palabras retumban en mi cabeza una y otra vez pero ni si quiera puedo soltar un respiro.

Me encuentro aquí de la mano de mi hermano en el funeral de nuestros padres, todo parece ir lento, todos parecen ir lentos...

Duele, pero ni una sola lágrima puedo derramar, duele, sin embargo mi rostro es inexpresivo viajando en el vacío que de pronto se instaló en mi, sólo duele...

Un año después

Tras la muerte de mis padres Louis a visto por mi, dejo su carrera de medicina inconclusa y gracias a Niall, su mejor amigo, pudo conseguir un trabajo como asistente de doctor en una clínica de San Francisco lo que nos llevó a mudarnos.

Estoy parada frente al pequeño en que viviremos ahora, la gente de la mudanza se encargaba de subir los últimos de nuestros pocos muebles a nuestro nuevo departamento, yo sólo estoy ahí de pie pensando en este nuevo comienzo.

-Diana, ¿podrías ayudarme a subir está caja a departamento?.- la voz chillona de mi hermano me saco de mis patéticos pensamientos

-Claro.-Sonreí y tome la pequeña caja en mis manos.

-Ve...enseguida te alcanzó.- dijo sacando su billetera dispuesto a pagarle a los tipos de la mudanza.

Me dispuse a caminar dentro del edificio, camine hacia el ascensor cuando una voz de una mujer interrumpio.

-El ascensor está fuera de servicio.-gire mi vista hacia una mujer madura que masticaba un chicle de forma escandalosa.

-Oh...es que no tiene letrero así que pensé...

-Lo se a eso vengo.- me interrumpio, me pasó de lado y colocó un pequeño letrero que decía "fuera de servicio".- tendrás que ir por las escaleras.- señaló el camino.

Me limite a sonreirle y seguí mi camino, las escaleras crujian en cada paso que daba la poca iluminación en ellas le daba cierto toque aterrador.

Después de varios tropiezos por fin llegue a nuestro piso, camine por el pasillo que dirigía nuestro departamento y entonces lo ví...

Ojos esmeralda, cabello castaño y ondulado, era demasiado alto y de complexión intimidante, la sangre helada recorrió todo mi cuerpo cuando sus ojos y los míos se encontraron todo se volvió lento. El estaba ahí recargado en la puerta de un departamento con otro chico y por la posición en la que estaba puedo asegurar que el vive ahí.

Una mano se posó en mi espalda baja y sentí un escalofrío que recorrió mi cuerpo.

-Vamos Diana.- Louis me empujó ligeramente para seguir caminando.

Yo sólo deje que mis piernas reaccionaran a su acción y pase de largo sin expresión alguna. Louis por otro lado parecía llevar más prisa. Abrió la puerta del departamento y se hizo a un lado para que yo entrará primero enseguida entró el y cerró la puerta sin siquiera mirar atrás.

Mis ojos se abren sorprendidos al ver nuestro nuevo hogar, no es grande, sin embargo tiene lo suficiente para ser habitable, además sólo somos Louis y yo.

-¿Te gusta?.- dijo quitando la caja de mis manos, pude ver la sonrisa en su rostro.

-Es perfecto.-sonreí

-No es exactamente el penthouse en el que quisiéramos vivir, pero es lo mejor que encontré y no es tan costosa la renta...

-Louis, es perfecto.- lo mire a los ojos.- es nuestro hogar ahora.-sonreí

-Lo es.-una sonrisa dulce se dibujó en sus labios.- ¿Ya viste lo de la Universidad?

-Si, en una semana debo ir a entregar mis papeles, me harán válidas las materias que ya había cursado así que no me atrasare.- la emoción en mi voz se hizo notar

-Me da mucho gusto mugrosa.- se lanzó sobre mi para abrazarme.- mamá y papá donde quiera que estén se que están orgullosos de ti...

-De nosotros Louis...-puse mis manos sobre su rostro.

Mi hermano había hecho un gran sacrificio al dejar la universidad para trabajar y pagar la mía, pero sabía que en cuanto me graduara el retomaria sus estudios y ahora yo haría hasta lo imposible por apoyarlo, amo a mi hermano.

-Por cierto... hay algo que debo decirte.- su voz se tornó sería.

-¿Qué pasa?.- la curiosidad me invadió

-N-No quiero que convivas o que interactúes con nuestro "vecino".- hizo un énfasis en la palabra "vecino" y a mi mente vino el chico con el que crucé mirada.

-¿Qué pasa con el?.- estaba confundida.

-Bueno, el motivo por el que Niall consiguió este lugar tan barato para nosotros es porque la gente teme vivir cerca de él.- su voz era sería y directa.- no se que haga, no se a que se dediqué no me interesa realmente pero preferentemente no hay que involucrarnos con el.- su mirada estaba fija en mis ojos.

-¿C-Crees que sea peligroso?.- sone más nerviosa de lo que pretendía

-No lo sé enana, pero promete que no te involucraras con el, entiendo que no podremos evitar encontrarlo puesto que vivimos en el mismo piso pero...debemos intentarlo.- tomo mis manos suavemente.

-Descuida.- le regalé una sonrisa tranquilizadora y el alivio se apoderó de su rostro.

-Bien, ahora ¿qué habitación escogeras?.- dijo tomando sus maletas del suelo

-Quiero la que da a la avenida por si algún dia necesito escapar.-sonreí burlona

-Ja Ja Ja muy graciosa Diana Tomlinson.- el sarcasmo y risa de fastidio no se hizo esperar y no pude evitar soltar una carcajada.

Después de un rato de bromas y malos chistes me fui a mi nueva habitación, no era espaciosa, sin embargo tenía el suficiente espacio para que cupiera una cama matrimonial, un pequeño ropero y un gran espejo.

Acomode la mayor ropa posible, pero el cansancio me venció y sin pensarlo dos veces me acosté a dormir.

 GANSTER- Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora