Diana
Mi corazón estaba agitado, todo mi cuerpo temblaba y estoy segura que no es por el frío.
-¿Qué haces aquí?.- su voz ronca y fuerte me helaron, no podía hablar, los disparos y el grito de las personas se escuchaban a mis espaldas.
Harry me tomo de la mano toscamente y sin decir nada me hizo caminar entre un montón de cajas y otras cosas, llegamos hasta una motocicleta completamente negra.
-Ponte esto.- puso en mis manos un casco de protección mientras el se subía a la moto para echarla a andar.
-N-No voy a subirme a eso.- mi voz era nerviosa.
-No es una maldita opción.- su rostro enfadado me estremeció. Me puse el casco como ordenó y me subí a la moto.
En cuanto lo hice mi vestido se subió más de la cuenta dejando al descubierto completamente mis piernas y parte de mis muslos. Intente bajarlo pero fue imposible. Harry puso en marcha la motocicleta en dirección a la autopista.
La velocidad a la que iba me estremecia, conducía entre los autos sin cuidado alguno lo cual me aterraba, lo abrace fuertemente y pegue mi rostro a su espalda, estoy segura que le entierro mis uñas pero no me importa.
No se cuanto tiempo a conducido de esta forma, pero se detuvo en seco enfrente de un edificio abandonado.
-Diana...puedes soltarme.- abrí mis ojos y me di cuenta que ya se había detenido completamente y que yo seguía aferrada a el.
Lo solté rapidamente y me bajé de la motocicleta, Harry me veía con ojos de picardía y pude notar que mi vestido estaba demasiado arriba y que sólo cubría lo necesario así que lo acomode sin pensarlo.
-¿E-n d-dónde estamos?.- estaba aterrada y nerviosa y su mirada se tornó sería.
-Será mejor que entremos.- me tomo del brazo y me guío dentro del edifício
-H-Harry ¿dónde estamos?.- una vez dentro me solté de su agarré estaba más nerviosa de lo esperado.- ¿Por qué no simplemente fuimos a casa?
-¡PORQUE NOS VENÍAN SIGUIENDO! No iba arriesgarme y revelar en donde vives.- su voz fuerte y molesta me hizo temblar más de lo que esperaba, estaba tan asustada aferrada a el que ni siquiera había notado que nos seguían.
-¿Q-quién nos seguía?.- mierda estaba más nerviosa que el día que presente mi examen a la universidad.
Harry me ignoro completamente, saco su celular y marco marcó un número, no apartaba su vista de mi.
-¿Dónde estas?...Bien, ¿ella está contigo?...esta bien ponla al teléfono....- Harry extendió su mano para tomar el telefono y dudosamente lo hice.
-¿Diana?.-la voz preocupada de Trina se escuchó al otro lado de la línea.
-¡Trina! Oh por dios ¿¿estas bien??
-Diana, si estoy bien, perdí a Mike y a Liam no se como este chico me saco de ahí estaba realmente preocupada por ti, no sabía que hacer no te veía por ningún lado te perdí entre la multitud.- estaba realmente exalta.
-Me da gusto saber que estas bien...-el alivio en mi voz se hizo notar.
-Dile que ponga al chico al teléfono.- lo voz ronca de Harry me hizo recordar que estaba ahí yo sólo asenti e hice lo que me pidió y le devolví el teléfono.- Traela, te enviaré la ubicación...ok los espero.- finalizó la llamada.
-¿Qué sucede? ¿Dónde esta Trina?.- mi voz frágil y temblorosa se hizo notar.
-Tranquila, ella vendrá están a hora y media de aquí.- me sorprendí al escuchar eso, ¿cómo es que esta tan lejos?.
Mi cuerpo temblaba y está ves si era de frío, me abrace a mi misma para mantener un poco de calor.
-Dios, estas temblando.- la voz de Harry había cambiado completamente, ahora era dulce y suave así como su rostro furioso había desaparecido por completo, se quitó su pesada chaqueta de cuero y me la colocó en los hombros, estaba tibia por el calor de su cuerpo y no pude evitar estremeserme, me quedaba enorme puedo jurar que me llegaba al largo del vestido.
-Gracias...-susurre y el me sonrió dulce.
¿Qué clase de tipo bipolar es? Hace unos instantes juro que tenía al maldito hulk adentro y ahora es todo lo contrario. Un silencio extraño pero no incómodo nos invadió, un ligero suspiro se escapó de mi.
-Luces muy hermosa.- su mirada estaba clavada en mi y no pude evitar sonrojarme y encojerme de hombros y una sonrisa burlona se escapó de sus labios.- No sabía que eras el tipo de chica que iba a fiestas.- la sonrisa burlona en sus labios seguía.
-¿Y que clase de chica crees que soy?.- lo mire con fingida indignación.
-Pues pensé que tejias sueteres como pasatemiento.- una carcajada brotó de mis labios y Harry me miraba divertdo.
-Pues no suelo ir a fiestas cada fin de semana, pero tampoco soy tan aburrida Harry.- sonreí y el correspondió mi sonrisa.
-Eso veo...- su mirada profunda y misteriosa estaba clavada en la mía.
Me senté junto a Harry en un viejo sillón, esperando a que Trina y el "amigo" de Harry aparecieran. Al poco rato lo hicieron en cuanto vi a Trina corrí a abrazarla.
-Diana me alegro tanto de que estés bien.- su rostro irradiaba preocupación y alivio al mismo tiempo.
Harry y su amigo se secreteaban era algo difícil escuchar tendiendo la agitada respiración de Trina en mi odio.
-Debo volver por mi auto.- Trina interrumpio a Harry y al otro chico que al verlo bien se me hizo muy familiar y entonces lo recorde, era chico ebrio que abrió la puerta esa día de la fiesta de Harry, Zayn.
-No puedes volver no ahora.- la voz de Harry se había vuelto sería.
-Pero ahí están todas nuestras cosas, nuestros abrigos, nuestros celulares y bolsos.- a Trina parecía preocuparle más su costoso abrigo.
-Si, pero no pueden volvé ahora, mañana las llevaremos.- dijo Zayn.
-¿Pasaremos la noche aquí?.-pregunté confundida.
-Será lo mejor, no quiero correr ningún riesgo.- Harry clavó su mirada en mi.
-¡Brillante!.- Trina estaba frustrada y molesta.
Después de un drama de Trina, Zayn pareció tranquilizarla. Ambas nos sentamos en el viejo sofá hasta que Trina se quedo dormida y yo fingí hacerlo, Zayn y Harry se secreteaban de nuevo pero esta vez si podía escuchar.
-¿Cuánto se llevaron?.- reconocí la voz molesta y ronca de Harry.
-Según Tom, se llevaron todo.- Zayn sonaba preocupado.
- Esos hijos de perra no saben lo que les espera...
-Debes decirle a tu padre Styles, los malditos seguidores de Ferguson estaban en tu territorio y ocacionaron un disturbio y peor aun robaron mercancía.
-Ferguson, ese bastardo quiere lo que tenemos, siempre a sido así no me sorprendería que el infeliz mandara a esos idiotas.- el Harry dulce que reía conmigo hace unos instantes había desaparecido, ahora era el Harry con Hulk dentro de él.
-¿Y si lo niega?
-Entonces tendrá que pagar lo robado, quiero a los malditos hijos de perra muertos.- su voz era profunda y al escucharlo decir eso sentí como si hubiera vaciado un balde de agua helada encima de mi...
-¿Qué pasará con ellas?.- sabía que se refería a Trina y a mi.
Un suspiro pesado y fuerte se escapó de Harry.
-Las llevaremos a casa mañana y eso es todo.
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GANSTER- Primera Temporada
Fanfiction•Harry• Sólo tengo unas cuantas reglas: 1. No puedes reterme. 2. No preguntes sobre mi vida personal. 3. No puedes pedirme explicaciones, razones o motivos del porqués hago las cosas. 4. Y la más importante, no me enamoro jamás.