Parte 11

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Diana

El resto del desayuno fue en silencio, la presencia de Harry me hacía sentir cosas muy confusas una parte dentro de mi se sentia nerviosa pero la mayor parte de sentia segura.

-Gracias por el desayuno.- se puso de pie y puso su plato en la tarja.- estuvo muy rico todo.- volteo a verme.

-No tienes nada que agradecer Harry.- sonreí, me puse de pie e igual puse mi plato en la tarja, ahora estaba alado de él.

-¿Qué harás hoy?.- me miraba fijamente.

-No lo se, quizás me quedé en casa a limpiar un poco.- sonreí.- ¿Y tú?

-Tengo que arreglar unos asuntos.- en ese momento recordé su platica con Zayn "los quiero muertos" toda mi piel se herizo y el lo noto.- ¿Estarás bien sola?.

-Si, estere bien.- sonreí.

-Bien, tengo que irme.- yo sólo asenti con la cabeza y lo acompañe hasta la entrada.- Cuidate.- me dio un ligero beso en la mejilla y se fue.

Tengo que admitir que el rose de sus labios en mi mejilla me estremeció por completo.

Limpie rápidamente el departamento y me di una ducha rápida. Me puse un pants gris con una camiseta blanca, y mis "típicos Converse blancos". Deje mi cabello suelto y ni siquiera me moleste en maquillarme.

Me senté en la sala y empecé a revisar mis redes sociales, veía unos cuantos vídeos cuando el hambre se apoderó de mi, vi mi reloj y ya eran las 7:00pm. Fui a la cocina a buscar algo de comida pero todo se había agotado, mierda, bien creo que tendré que salir a comprar algo.

Tome mi celular y mi cartera, me puse una sudadera y salí del departamento.  Cuando pase por el departamento de Harry podía escucharlo discutir con otra persona, una voz en mi cabeza decía "alejate de ahi" y una más fuerte decía "escucha". Me pegué un poco a su puerta para poder escuchar.

-Hablé con Ferguson, el dice que no mando a nadie Harry pero se hará responsable por la acción de su gente, pon el precio.- la voz era de un hombre mayor.

-Tu sabes el precio padre.- Oh mierda.-  sabes bien cual es el precio por actuar sin órdenes directas.

-¿Tú los matarás?.- una pequeña sensación de nervios se apoderó de mi al escuchar eso.

No escuche ninguna respuesta, así que me aterraba la idea de que Harry allá asentado o negado con la cabeza.

-Bien, le dire.- escuche los paso a la puerta así que me aleje rapidamente de ahí.

Baje las escaleras lo más rápido que pude y salí del edifico, no quería pensar que Harry era un asesino, la simple idea me aterraba. Camine por las calles en busca de algo que comer pero fracase terriblemente, así que me limite a comprar un yogurt y una barrita de cereal.

Volví al edificio y al entrar ahí me encontré a Mary Jane.

-Hola linda.- me sonrió

-Hola.- sonreí

-Le llegó este paquete a tu hermano hace un instante.- me dio una pequeña caja un poco pesada.

-Gracias, yo se la daré.- sonreí.

Subí las poco iluminadas escaleras y al llegar a mi piso me encontré con Harry saliendo de su departamento.

-H-Hola.- porque me puse tan nerviosa

-Diana, ¿de dónde vienes?.- me miraba curioso.

-Fui por mi cena.- le enseñe el yogurt y la barrita que había comprado.

-¿sólo eso cenaras?

-No encontré otra cosa.- sonreí ligeramente.

-¿Te gustan los tacos?.- sonrió

-¿Tacos? Que clase de pregunta es esa Styles a quien no le gustan los tacos.- lo mire divertida.

-Bien, entonces vamos por unos yo invito.- mis ojos se abrieron sorprendidos a tal invitación.

Lo dude un instante pero acepte, fui rápido al departamento a dejar el paquete que le había llegado a mi hermano. Y salí para encontrarme a Harry.

Afortunadamente Mary Jane no estaba en la recepción así que pudimos salir del edificio sin miradas en nosotros.

Subimos a su bonito auto negro, el camino fue silencioso pero no incómodo.

-La moto de anoche ¿era tuya?.- pregunté curiosa buscando hacer un poco de conversación

-Si, pero sólo la uso en ciertas ocasiones.- sonrió.

No quise preguntar más, después de conducir un par de calles llegamos a un pequeño local donde vendían tacos mexicanos.

-Vamos, te gustarán.- yo sólo sonreí.

Ambos bajamos del auto y entramos al local, la mayoría de las mesas estaban ocupadas pero por suerte encontramos una vacía.

-¡HARRY!.- La emoción del hombre al ver a Harry no tenía explicación, parecían viejos amigos.

-¡Que tal Bob! Me da gustó verte, Diana, el es Bob es el dueño del local.- se puso de pie para abrazarlo y me lo presentó.

-Hola, mucho gusto.- sonreí.

-Veo que Harry es de buen gusto.- sonrió y yo no pude evitar sonrojarme.- les traere tacos especiales, ahora vuelvo.

Bob se fue y Harry volvió a sentarse una ligera sonrisa invadia mi rostro.

-Veo que te estima mucho.- sonreí

-Lo hace y yo lo estimó a el, es una gran persona.- Harry se quitó el gorrito que llevaba su cabello despeinado se veía tan lindo.- No pensé que fueras chica de las que come tacos.- una sonrisa divertida se dibujó en sus labios.

-Bueno, creo que no me conoces.- sonreí y el me miró fijamente.

-Aquí están.- Bob dejo en la mesa una orden de tacos para Harry y una para mi.- Si desean algo más sólo díganme.- sólo asentimos y se fue.

Harry y yo empezamos a comer nuestra conversación era sobre lo deliciosos que estaban los tacos y el éxito que tenía vendiendolos. Pero sinceramente yo quería saber más de Harry, así que sin pensarlo comencé a preguntarle sobre el.

-¿Qué es lo que más te gusta hacer?.- pregunté curiosa mientras metía un pedazo de taco a mi boca, Harry parecía sorprendido ante mi pregunta.

-Pues... de todo un poco.- sonrió

-¿Puedes ser más específico?, no lose, te gusta ir al cine, correr motos, leer, dormir, bailar o yo que se.- sonreí el parecía intrigado, era como si nunca nadie le hubiera preguntado acerca de su vida.

-¿A ti que te gusta hacer?.- me miró con curiosidad.

-A mi me gusta mucho ver películas, me gusta bailar, leer, adoro los libros de literatura romántica, me gusta aprender idiomas diferentes, me gusta la música me tranquiliza, me gusta salir a lugares abiertos y relajados...

-Eres fascinante.- me interrumpio y una sonrisa boba se dibujó en mis labios, sus ojos esmeralda estaban clavados en los míos.

-Tienes que dejar de hacer eso.-mi voz patéticamente chiveada y nerviosa me hacía sentir avergonzada.

-¿Qué?.-pregunto curioso

-Dejar de alargarme Harry me pones muy nerviosa.- me quiero morir, como pude decir eso, ahora quería que la tierra me tragara, estaba tan sonrojada, Harry sólo me veía con esa dulce sonrisa.

-Sólo digo la verdad Diana.- bajo su mirada.

Un silencio nos invadió, podía escuchar el fuerte latir de mi corazón.

Harry y yo salimos del lugar y volvimos al edificio en el que vivíamos, su presencia se sentía bien, era difícil creer que el podía ser un chico peligroso cuando lo único que a hecho es salvarme una y otra vez.


 GANSTER- Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora