GANSTER- Primera Temporada

Parte 48

Diana

Estaba en la habitación con Trina, acomodaba los últimos detalles de mi vestido y maquillaje, Harry, Louis, Zayn y Niall, estaban en la sala esperando por nosotras. Esta noche era una cena especial para mi y para Harry pues daríamos oficialmente la noticia del embarazo.

-¿Lista?.-Trina tenía una enorme sonrisa en los labios.

-Trin...-me gire hacia ella y la tome de las manos.-Gracias, gracias por ser la mejor amiga que cualquiera desearía tener, gracias por nunca dejarme sola y por no abandonarme a pesar de todo el riesgo al que te expuse, gracias por tu apoyo incondicional y gracias por estar aquí...-las lágrimas comenzaron a salir de nosotras.

-¡Por dios Diana, tarde mucho maquillandome!.-dijo con voz chillona y divertida  mientras trataba de limpiar las lágrimas que caían por su rostro.

-Ven aquí...-la abrace, la abrace muy fuerte y ella correspondió mi abrazo.-Estoy lista.-sonreí.

Ambas salimos de la habitación y nos dirigimos a la sala, era una escena realmente adorable, Harry, Zayn, Niall y Louis vestían trajes similares. Cualquiera que viera a estos chicos en este instante jamás de imaginarian que son gansters. Se veían tan adorables. Una sonrisa boba se dibujó en mis labios.

-Luces muy hermosa.-Harry tomo mi mano dulcemente y depósito un ligero beso en ella.

-Bueno ya que están aquí las señoritas, ¿podrían decirnos que sucede?.-Zayn estaba tan confundido como Niall pues eran los únicos que no sabían lo que pasaba.

-Diana y yo esperamos un bebé.-una sonrisa enorme invadió el rostro de todos ahí.

-¿Bromeas Styles?.-Zayn tenía una enorme sonrisa.-¡Mierda, felicidades!.-abrazo a Harry y después a mi.

-Ahora si nos sorprendiste Styles, literalmente.-Niall me abrazo y después a Harry.

-Bueno yo quiero hacer un brindis.-mi hermano comenzó a dar copas con champán a los invitados pero a mi me dio jugo de manzana.- En realidad, todo esto es extraño, no esperaba ser tío tan joven.-una ligera sonrisa se escapó de mi, mi hermano y yo nos miramos fijamente.- sólo quiero decir, que tu has sido la única razón por la que no me doy por vencido, por ti despierto todas las mañanas, eres la mujer que más amo en este mundo Diana y nada me hace más feliz que ver tu sonrisa.-las lágrimas comenzaban a hacer acto de presencia en mi.- Y tu Styles, más vale que la cuides y la hagas muy feliz, no olvides que se usar un arma.-una ligera carcajada se escapó de mi y de Harry.- Brindó su felicidad  y porque ese bebé nazca sano y fuerte, ¡Salud!.

-¡SALUD!.- dijimos todos en conjunto.

(...)

La noche había sido perfecta, entre risas y platicas, Zayn, Niall, Trina y Louis apostaban entre ellos sobre si el bebé sería niño o niña, Trina y Zayn deseaban que fuera niña por otro lado Louis y Niall deseaban que fuera niño. Harry y yo llegamos a la conclusión de que eso no importaba lo amariamos de igual forma.

Todos se habían ido, dejándonos a mi y a Harry solos en el departamento, era algo que agradecía realmente.

-¿Ya te dije lo mucho que te amo?.-susurro Harry en mi oído mientras quitaba mis aretes.

Comenzó a dar ligeros besos en mi cuello, mi cuerpo estaba al máximo en sensibilidad, así que al sentir el contacto de sus labios con mi piel, encendía todos mis sentidos. Gire ligeramente mi rostro para encontrar sus labios y comencé a besarlos.

Un beso, dulce y lento se apoderó de nosotros. Esta noche no tenía prisa, está noche quería que todo fuera así, lento y apasionado, sólo por esta noche quería sentirme la mujer más afortunada del mundo. Harry comenzó a deslizar mi vestido por mi cuerpo, el frío hizo que mi piel se erizara. Comencé a deshacerme del traje que llevaba puesto. La ropa estorbaba demasiado para un momento como este.

Lentamente nos dejamos caer en la cama, su cuerpo desnudo encima del mío era lo mejor que podía sucederme ahora. Besos suaves y apasionados comenzaron a invadir todo mi cuerpo, Harry lo hacía tan delicado y exitante que provocaba que ligeros gemidos me abandonaran, todo era perfectamente placentero.

Subió nuevamente hasta mis labios para besarlos y entró en mi, sus movimientos eran lentos pero me llenaban rápidamente de placer. Enterre ligeramente mis uñas en su espalda provocando que el soltara un ligero gruñido de placer, está noche era tan perfecta que nada podía arruinarlo.

(...)

5 meses después

Volvíamos de mis constantes visitas al doctor, la gripa y tos se habían apoderado de mi. Harry y Louis estaban más paniqueados que yo, si estornudaba Louis y Harry corrían de inmediato conmigo, si decía que me dolía la cabeza Louis y Harry me manda directo a la cama, ellos realmente estaban más nerviosos que yo, aunque el especialista les repitiera miles de veces que el bebé y yo estábamos perfectamente bien.

Durante este tiempo mi pancita comenzaba a notarse un poco más. Harry me compraba vestidos entallados pues decía que le gustaba ver mi pequeña panza. Louis y Trina ¡Por fin! Se atrevieron a darse una oportunidad formalmente, incluso se ofrecieron a ser padrinos de Cady, así es hace unos días Harry y su supimos que seríamos padres de una hermosa bebé a la quedicimos llamar Cady.

La noticia a los padres de Harry les cayó un poco pesada, al principio el señor Styles no estaba convencido de que fuera buena idea tener un bebé, sin embargo con el paso del tiempo fue cambiando completamente de parecer.

Harry y yo hablábamos de planes de boda en cuanto Cady naciera, no queríamos que fuera algo grande coincidimos que una boda sencilla frente al mar en compañía de nuestros amigos más cercanos sería perfecto.

Todo parecía ir muy bien, Harry y Louis seguían con sus "negocios" ya que era casi imposible que pudieran dejarlos, sin embargo siempre mantenían las cosas bajo control evitando cualquier tipo de pensamiento. Tuve que ir a la Universidad por mis papeles podía escuchar los murmuros de la gente diciendo sin embargo los ignoraba totalmente y de todos modos nadie se atrevía a decirme nada directamente pues Harry seguía siendo imponente, temido y respetado.

No habíamos tenido noticias de Liam o Nicoll en todo este tiempo, fue como si la tierra los hubiese consumido, me sentía tranquila, pero Harry no bajaba la guardia y seguía en su búsqueda.