Diana
Trina y yo llegamos a la conclusión que necesitábamos una relajante tarde de chicas, así que decidimos ir al centro comercial. Sabía que habia gente de Harry vigilandonos discretamente pues con el paso del tiempo empezaba a ubicar sus rostros. Caminos entre las tiendas compramos cosas sin sentido y yo comproba alguna ropita para Cady.
-Quiero un te, mi cuerpo lo exige.-mi todo era divertido.
-Vamos a una cafetería, ahí conseguiremos uno.-sonrió Trina.-No es ilógico...
-¿Qué?.-pregunté confundida.
-Vamos a una cafetería por te.-no pude evitar soltar una carcajada.
-Trin eres la primer persona que conozco que se pone a divagar por eso.-reí.
Ambas llegamos a la cafetería y nos sentamos en una pequeña mesa para dos.
-¿Estás comoda?...
-Si, estoy bien.-sonreí.
-¿Segura? Si quieres puedo cambiarte de asiento.-Trina actuaba como una madre preocupada.
-Trin todos los asientos son iguales.-reí.- Estoy bien, estoy cómoda.-le sonreí.
-Buenas tardes, bienvenidas, ¿que van a ordenar?.-la voz de la chica que atendía nos interrumpió.
-Yo quiero un te de manzanilla con un toque de menta porfavor.-sonreí
-Y yo un frappe de vainilla con leche deslactozada.- agregó Trina.
-Bien, en un momento les traigo su pedido.-sonrio y se fue.
Trina y yo nos quedamos platicando de cualquier cosa, pero por alguna extraña razón me sentía incómoda, y no por que me sintiera mal de salud, si no que tenía como una especie de corazonada, sin embargo decidí ignorarla.
-A-Aquí está su te.-la chica lucia nerviosa y su mano temblaba ligeramente cuando colocó la pequeña tasa de te enfrente de mi.
-Gracias.- sonreí y la chica de fue rápidamente.
Trina y yo nos miramos confundidas sin embargo no le dimos mucha importancia.
-¿Qué planes tiene Harry y tu para cuando nazca Cady?.-pregunto Trina mientras le daba un sorbo a su frappe.
-No lo se, realmente no quiero mudarme, me siento bien en donde estamos ahora.-sonreí.-además tu y Louis están con nosotros y eso me da más seguridad.
-A mi me encanta la idea de vivir todos juntos, somos como un team, seremos el teamganster.-cuando dijo eso no pude evitar soltar una carcajada.
-Trina como puedes decir esas cosas.-le di un trago largo a mi te.
-He llegado a la conclusión que debo tomarlo con humor y no con preocupación amiga creo que es mejor así.-yo sólo asenti con la cabeza y seguí tomando mi te.
Trina y yo seguimos platicando, cuando algo extraño comenzaba a sucederme, todo comenzaba a verse borroso y sentía una pesadez enorme en mi cuerpo, podía ver que Trina me hablaba y me miraba preocupada pero no podía escuchar nada de lo que decía, todo comenzó a desvanecerse...
(...)
Abrí mis ojos con esfuerzos, la luz era demasiado brillante una sombra estaba parada al final de la habitación y al verme despertar se acercó lentamente a mi. Una sensación de pánico y terror me invadió por dentro estaba gritando y llorando pero por fuera no podía moverme.
-Ahora si estamos a mano.-la sonrisa malvada de Liam me estremeció.
Quería gritar desesperadamente pero me era imposible, sentia mis ojos cerrarse en contra de mi voluntad y todo se desvaneció de nuevo.
(...)
Desperté agitada, mi corazón latía demasiado rápido, hombres con batas blancas comenzaron a entrar a la habitación, el ruido chillante de máquinas escandalosas invadían el lugar, fue ahí cuando me di cuenta que estaba en el hospital. Los doctores decían cosas entre ellos que no lograba comprender.
-M-Mi bebé....-mi voz era débil.
-Señorita por favor necesitamos que se tranquilice.-dijo uno de aquellos hombres.
Después de varios minutos y de algunos cedantes lograron tranquilizarme. Harry entró a la habitación, su mirada era triste y parecía que había llorado demasiado pues sus ojos estaban inchados. El acercó una silla junto a la cama y se sentó a mi lado para tomar mi mano y besarla. Sabía lo que estaba sucediendo, sabía por qué Harry estaba triste, no hacía falta que dijera algo pues lo sentía... las lágrimas comenzaron a salir de mi, el dolor invadió todo mi cuerpo y mi corazón se quería salir del pecho.
-Amor no, no llores porfavor.-Harry besaba mi mano sin embargo podía sentir las lagrimas que corrían por sus mejillas.
-¿Q-Qué fue lo que paso?.-mi boca estaba seca y mi garganta raspaba en cada palabra que decía.
-Te desmayaste... Trina nos llamó desesperada, comenzaste a sangrar incomtrolablemente...-trago saliva.- te envenenaron amor...
-E-El bebé...
Harry comenzó a llorar descontroladamente. Sabía lo que eso significaba, sabía exactamente. Había perdido a mi bebé... Todo mi cuerpo comenzó a temblar y un inmenso frío me recorrió de pies a cabeza, el llanto no se hizo esperar en mi y el coraje se apoderó de mi cuerpo.
-E-Él estuvo aquí...-Harry me miró confundido.-Liam...dijo que ahora estaban a mano....
El rostro de Harry cambió completamente, ahora irradiaba odio e irá de todas las veces que lo había visto molesto, jamás lo había visto así de intimidante, su respiración se volvió jadeante y las venas en su rostro comenzaron a saltarse. Todo su cuerpo había comenzado a temblar y me sentí intimidada.
Se puso de pie bruscamente de la silla la tomo en sus manos y la lanzó contra la pared. Todo el odio y coraje se habían apoderado de él.
-¡VOY A MATAR A ESE HIJO DE PUTA!.-su voz ronca y fuerte hizo que todo mi cuerpo se estremeciera, sin embargo algo dentro de mi deseaba que Liam pagará por lo que había hecho.
-¿QUÉ SUCEDE AQUÍ?.-Una enfermera entró a la habitación pero se intimidó en cuanto vio a Harry y salió corriendo.
-TE JURO POR MI VIDA DIANA QUE VOY A ENCONTRALO...-se acercó a centímetros de mi rostro podía sentir su respiración agitada en mi cara.
-Matalo...-concluí, salió de mi boca sin poder detenerlo.
-Voy a hacer que pague...
Harry pego su frente unos segundos a la mía y salió de la habitación. El doctor iba entrando en ese momento y se quedó en shock al ver a Harry tan molesto e intimidante. Posteriormente fijo su mirada en mi y yo no podía dejar de llorar...
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GANSTER- Primera Temporada
Fanfic•Harry• Sólo tengo unas cuantas reglas: 1. No puedes reterme. 2. No preguntes sobre mi vida personal. 3. No puedes pedirme explicaciones, razones o motivos del porqués hago las cosas. 4. Y la más importante, no me enamoro jamás.