Parte 4

6.5K 284 124
                                    

Diana

Salí del departamento y camine rápidamente por el pasillo, al llegar a la recepción Mary Jane estaba sentada con sus audífonos puestos.

-Buen día.- le sonreí

-Buen día niña.- se quitó los audífonos

-Aquí esta la llave que me presto anoche.- saque la llave de mi bolsa y la puse en el pequeño mostrador oxidado.

-Muy bien.- la tomo rapidamente.- la próxima serán 50 dólares.- el tono burlón en sus labios me hizo sonreír.

-Entendido, gracias.- le regalé una última sonrisa y salí del edificio.

Tome el autobús que me dejaba a una calle de la universidad, me senté y me puse mis audífonos.

Caminaba por los pasillos de la universidad, cuando una mano delgada se posó en mi hombro de inmediato voltee para encontrarme con la extravagante y atrevida Trina.

-Diana.- me sonrió

-Hola Trina.- me quite los audífonos y comenzamos a caminar.

-Dios chica, deberías aprovechar el gran trasero que tienes y vestirte más sexy.- su voz era divertida. Yo me sonroje al escuchar decir "el gran trasero que tienes".

-No puedo creer que hayas dicho eso en voz alta.- estaba realmente sonrojada

-Cariño, ni que fuera pecado tener un trasero grande, ya muchas aquí desearían tener tu cuerpo.- la seguridad con la que hablaba me ponía realmente nerviosa.

-Bien, pues yo creo que mi ropa es linda.- dije divertida

-Yo no digo que no lo sea, pero debes sacarle provecho a tus atributos.- tenía una enorme sonrisa en los labios.

Rodee los ojos y una pequeña carcajada salió de mi.

Después de un lardo día de clases, llegó la hora de volver a casa. Trina y yo caminábamos al estacionamiento donde ella dejaba su auto y donde acorde con Louis para que me recogiera.

-El fin de semana habrá una fiesta por favor ven conmigo.- la voz chillona de Trina se hizo notar.

-No lo se Trin...hace mucho que no voy a una fiesta.- y era verdad desde la muerte de mis padres no había ido a una fiesta.

-Porfavor vamos.- dijo suplicante.- me encantaría que me acompañaras y así puedo presentarte a unos amigos increíbles estoy segura que les agradaras.-sonrió

-Bien... lo comentaré con mi hermano y mañana te digo ¿si?.-sonreí

-Me parece Bien, si necesitas que convenza a tu hermano solo dime.-guiño un ojo de forma seductora y una risita salió de mi.

-Jaja, no lo creo necesario.-sonreí

-Jaja Ok, bueno linda hoy no puedo esperar hasta que lleguen por ti, tengo que ir a hacer unos pendientes.- me abrazo.

-Descuida, no debe tardar.-corespondi su abrazo.- te veo mañana

-Adiós, me mandas un mensaje.-sonrió se subió a su auto y se marchó.

Me quedé parada en el estacionamiento recargada en un lindo auto negro. Para distraerme un poco saque mi celular y comencé a mirar algunas fotos. El tiempo pasaba cada vez más rápido y Louis no aparecía por ningún lado, el estacionamiento estaba casi vacío ya eran la nueve de la noche empezaba a impasientarme. Veinte minutos después mi celular sonó, de inmedito vi que era Louis y contesté.

-¿Diana?.-la voz de mi hermano se escuchaba agitada

-¿Louis estas bien?.- estaba algo preocupada.

-Si, lo lamento mucho enana intente llamarte desde hace rato pero me traen de un lado a otro, no puedo ir a recogerte un hombre llegó a urgencias y necesita cirugía debo quedarme a ayudar.- su voz seguia agitada.- ¿Crees que tu amiga pueda llevarte a casa?.- mierda.

-Ah... si, ahorita le digo.- mentí, Trina ya se había ido, pero no podía decirle eso a mi hermano, no quería que se angustiara y no hiciera bien su trabajo, suficientes cosas tenía que hacer.

-Bien, te dejo enana nos vemos mañana por la mañana te amo.- sin esperar mi respuesta finalizó la llamada.

Perfecto, no tenía idea de que hacer el estacionamiento estaba casi vacío y de las personas que llegaban a sus autos yo no conocía a nadie, el autobús dejo de pasar hace cinco minutos. Tendré que caminar.

Guarde bien mi celular y mi cartera en la bolsa y me dispuse a caminar a mi "hogar". Caminaba a paso rápido, tenía miedo, en las esquinas de algunas calles había pandillas de chicos con caras poco amigables. Evitaba a toda costa hacer contacto visual con ellos, cuando pasaba escuchaba silvidos y algunos comentarios bulgares, pero yo ni si quiera volteaba.

Caminaba lo más rápido que podía hasta que mi cuerpo se encontró frente a frente al de un chico alto quien me miraba con lujuria.

-Linda, ¿a dónde con tanta prisa?.- pude de inmediato detectar su aliento alcohólico y se acercó intimidante a mi.

-Compermiso.- trate de pasarlo de lado pero otros dos chicos aparecieron y uno de ellos me tomo del brazo

-Oh vamos linda sólo queremos divertirnos un poco.-el miedo se apoderó de mi cuerpo.

Los tres tipos impedían que siguiera ni rumbo el primero estaba parado frente a mi intentado tocar mi rostro, el segundo sostenía mi brazo con fuerza y el tercero soltaba comentarios como "la vas a pasar bien" la repulsión y el asco se apoderaron de mi. Intente forcejear para soltarme del agarré del segundo chico pero el sólo me apretaba más fuerte.

Depronto un auto se freno en seco delante de nosotros y de inmediato lo reconocí era el lindo auto negro en el que estaba recargada en el estacionamiento. Un chico alto de complexión intimidante bajo del auto, era él... Harry.

Su mirada irradiaba enojó, todo su cuerpo estaba tenso y miraba a mis acosadores de una forma intimidante. Ellos me soltaron de su agarré y de inmediato posaron su vista a Harry.

-Sube al auto.- la voz ronca y profunda de Harry hizo que me estremeciera.- Diana, sube al puto auto.

Lenta y temerosamente camine hasta su auto y me subí en el asiento del copiloto, el olor a manzana canela invadió mi respiración. Mire por la ventanilla, no podía ver la expresión de Harry porque estaba de espasas, sin embargo los "acosadores" miraban aterrorizados a Harry quien en su postura no había cambiado nada.

Harry se limitó a mirarlos, rodeo su carro por enfrente y pude ver en su rostro una expresión sería y dura lo cual me intimidó demasiado.

Subió al auto y sin decir nada lo echo a andar a una velocidad muy elevada.

 GANSTER- Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora