EXTRA: El Cortejo de los Gemelos II

7.5K 689 338
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Han pasado meses y no he podido ganar nada de dinero. La vieja me ha quitado todo de los pocos clientes que he tenido por las heridas que, si bien no son visibles, son marcas feas que a los clientes no les gustan. Los tipos piensan que somos objetos, nos quieren como muñequitas y perfectas en casi todo.

No he podido aumentar mis pocas monedas en todo este tiempo, pero Berta me tranquiliza.

— Mi niña ¡tienes una voluntad muy fuerte! En mi vida aquí, he visto muchas chicas cayéndose a pedazos por culpa del tiempo y gastan su poco dinero en cosas que le hagan olvidar el día a día. Con tu constancia saldrás de aquí pronto, ¡te lo puedo asegurar!

Berta ha sido un gran apoyo en todo este tiempo, sus primeros cuidados me han dado fuerza y mis heridas ya no me duelen tanto, ella me ha dicho que recorra las áreas verdes buscando caracoles y que me los ponga en las heridas, su baba es milagrosa para las cicatrices y resulta que es verdad. Todavía tengo algunas heridas y la vieja me ha puesto a limpiar habitaciones por los pocos clientes así que en los momentos en que hago esa actividad, busco alguno. Como Berta ha tenido dolores de espalda, me encargo con gusto de dejar la basura en las afueras del lugar donde tengo más suerte de encontrar alguno de esos bichitos.

Salir a tomar aire es agradable, son pequeños momentos que sí he disfrutado luego de mi intento de ser una santa como me lo recuerda Rosaura. ¡Como añoro cerrarle bocota de rana e irme pronto!

Respiro una bocanada de aire y me relajo. La tierra esta húmeda por el rocío de la mañana y es agradable. Escucho un sonido suave entre algunos matorrales que me generan curiosidad y que paran casi inmediatamente.

¡Debe ser algún conejito! es común en esta época verlos en los alrededores pero hace tiempo no veía uno de tan cerca. Trato de acercarme, pero lo que sea que estuviera ahí sale del lugar y escucho un sonido de patas escapando.

¡Que lástima! tendría que contentarme con el aire de bosque matutino por hoy.

¡Que lástima! tendría que contentarme con el aire de bosque matutino por hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En la noche hay revuelo en el prostíbulo, ¡nunca había visto a tantas mujeres chismoseando en mi vida! como no he trabajado en este tiempo no tengo idea de que trata.

El Cortejo de VelkanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora