El Cortejo de Velkan

34. Antes de la Lluvia

Ramón nos da una gran noticia en la mañana mientras tomábamos desayuno.

— ¡Argos está recuperado! — nos habla emocionado por su trabajo de curación— podrán partir mañana sin problemas, si lo desean.

Lucía se ve feliz, pero el rostro de Gabriel al saber que su caballo estaba recuperado no se compara con lo que expresa mi mujer. El leñador abraza a Ramón agradecido de todo su esfuerzo, haciendo que el más joven sonriera al saber que ha hecho un gran trabajo.

— Muchas gracias por toda tu ayuda, Ramón, ¡eres maravilloso! — le agradece Gabriel haciendo que el niño sonriera y sus mejillas se pusieran rojas ante eso.

Ramón sale de la habitación, diciendo que iría a darle de comer a Argos, ya que comenzaba a tener mayor apetito, una muy buena señal y en especial para hacer un viaje.

—¡Será mejor que comencemos a preparar todo! — habla Gabriel luego de que el niño saliera del lugar— ¡hay maderas que cortar y cosas que preparar!

— Te puedo acompañar – habla el segundo hijo de David, llamado Daniel— Se donde puedes cortar unos árboles que serán útiles para lo que desean hacer.

— Si es así— comenta David— aconsejo que lo hagan lo más pronto posible, lloverá en la noche y los árboles estarán mojados.

— ¿En serio?¡ A Jeremías y a Margarita le costará mucho venir el día de hoy! — exclama Daniel.

— Supongo que vendrán luego de la lluvia, el lodo será muy incómodo para llegar hasta aquí— responde el antiguo omega.

—¿Jeremías es su hijo, verdad? — le consulto a David.

— Si, mi hijo mayor y su esposa— responde— Viven en un lugar cercano donde desean ir, prometió que vendrían a visitarnos, pero el camino no es muy bueno cuando llueve, si pasase eso retrasarán su venida. Está época no es de llover mucho, pero debemos tener cuidado de todas formas. En especial porque tiene una hija de un año.

— ¿Dijo una hija? — comenta Lucía.

— Así es ¡tengo una nieta! — habla David guiñándome el ojo— ¡Es la cosa más bella de la tierra!

Otra razón para confiar en ese omega. Hablado eso, Gabriel decide poner manos a la obra siendo acompañado por Daniel.