Pov. Raúl.
Me quede pasmado con la actitud de esa mujer ¿Qué se creía para hablarme así? ¿Qué no sabía quién era yo? Pero tenía razón debí darle las gracias por lo menos, y no lo había hecho, sólo la había ofendido. Ahora debía encontrarla para darle las gracias de alguna forma.Dos meses después.
- ¡¿Cómo que no la han encontrado?! ¡¿La tierra no pudo habérsela tragado?! - grité completamente irritado, había contratado a los mejores detectives y no habían dado con ella.
- Señor hemos hecho todo lo posible, también revisando todas las cámaras de seguridad del hospital pero nada, hemos tenido descripciones de cómo es y dijimos que daríamos una recompensa al primero que nos dé una información de la mujer que busca, la seguiremos buscándola señor.
- Más te vale, que para eso te pago. Ahora sal de mi oficina y seguid buscándola.
- Sí señor - dijo saliendo de mi oficina. Al poco rato escuche que tocaban la puerta.
- ¿Qué? - pregunté cómo respuesta, la puerta se abrió y mi secretaria se paro en la puerta.
- Señor, un informe que debe firmar.
- Pasa y dámelo - contesté arrebatándosela de las manos - Ten, largo - dije concentrándome otra vez en mi pantalla, escuche que sonaba mi móvil lo agarre y conteste.
Llamada entrante.
- Hola amor, quería preguntarte ¿sí quieres revisar conmigo las invitaciones?
- Chécalas tú, y deja de molestarme estoy trabajando - dije colgando.
Cheque mi reloj eran las diez de la noche, tome mis cosas y salí de mi despacho, encontré a Daniel en el ascensor.
- ¿Y si vamos a tomar unas copas?
- No creo, mañana hay que trabajar.
- Hay por favor Raúl, tú eres el jefe. No me digas que te pegan - ironizó mi amigo, a pesar de que era muy bien portado a veces se le salía lo divertido. Sabía que con lo que me acababa de decir no le diría que no.
- Bueno, está bien - dije resignado.
Salimos del ascensor y entramos al estacionamiento, subió a su coche y yo al mío, lo seguí y nos estacionamos en un lugar con un gran letrero lo elegante.
- Pensé que iríamos a un bar - dije riendo.
- Sí, bueno hay que divertirnos o ¿acaso tú prometida ya manda sobre ti? - dijo en tono de burla.
- No seas idiota ¿cómo crees? está bien vamos.
Entramos y vimos a varias mujeres bailando. Los hombres aplaudiendo y poniéndoles dinero en la ropa interior, una mujer en bikini nos invito a sentarnos, mientras nos serbia una cerveza. Estuvieron bailando una a una las Teiboleras.
- En unos minutos sale su atracción más grande - comentó mi amigo mirando el escenario con anhelo.
- Y con ustedes la hermosa, la talentosa y bella Mía Quinind - dijo un hombre por el megáfono. Todos aplaudieron con entusiasmo y chiflidos para recibirla.
Del escenario salió una mujer con su larga melena castaña cayéndole en rizos con un antifaz de lentejuelas rojo al igual que su ropa interior. Tomo el tubo y comenzó a bailar seduciendo a los hombres tímidamente, tanto que resultaba sensual y sexy, en ese momento sus ojos se toparon con los míos y ella se quedo estática.
- Te encontré.
Pov. Yuliza.
- Vamos hermosa - dije cargando a mi hermana entre mis brazos, la subí al coche y maneje a la casa de mi amiga.
- Hola -saludo al mirarme - Ven aquí linda - la llamó mientras abrazaba a Alicia.
- Nos vemos - dije despidiéndome con la mano.
Subía a mí camioneta y llegue al local lo elegante cómo suele llamar en donde trabajo. Entre rápido y comencé a maquillarme y peinarme me puse mí antifaz que debía de traer para la función de hoy.
Escuche que me hablaban por el megáfono, subí al escenario y comencé a bailar a pesar de llevar seis meses bailando, toda vía tenia vergüenza de lo que hacía y lo único que me mantenía de pie era pensar que lo hacía por mi hermana.
Baile tratando de de seducir a los clientes, al parecer funcionaba por qué no paraban de gritar mi nombre y tirarme dinero que levantaba sensualmente.
Me pare en seco, sentí mis piernas no me respondían al verlo sentado en una de las mesas esos ojos grises. Qué no apartaban la vista de mí.
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Amairan.
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Compromiso a la fuerza.
RomanceImagina que un accidente cambia tu vida y la de un empresario. Esto le paso a Yuliza una teibolera. Ante sus ojos se desata un accidente en carretera, pero no sabe que ese hombre podría cambiar su vida. Raúl un gran empresario sufre un gran accident...