✪~Cap 11~✪

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¿Crees poder ser feliz?—. Preguntó el de cabellos pelirrojos... Aunque para el "ser feliz" era un mito, nadie era completamente feliz... Jamás, y menos él.

La pareja estaba cenando en la mesa de la cocina.

El azabache tragó la comida para luego responder.

—Pero si ya lo soy—. Sonrió tiernamente. Maldad-Kun puso una mueca.

Pero conmigo nadie puede ser feliz—. Apoyó su codo en la mesa para luego sostener su cabeza con la mano. Miró su plato mientras removía la comida aburrido con el tenedor— No se porque sigues insistiendo, no vamos a funcionar—. Se mordió el labio inferior.

—Pfff... Bobadas, ¿tú me quieres?—. El demonio asintió — Y yo te quiero... No hace falta nada más —. Maldad-Kun frunció el ceño.

Exceptuando que soy un asco, un monstruo que puede hacerte daño en cualquier momento... Pero parece no importarte lo más mínimo, y eso me molesta estúpido —. Soltó el tenedor.

—Pues no, no me importa—. Admitió — Deberías de dejar de pensar en eso—.

Tú eres el que debería empezar a pensar en eso—. Dijo molesto— ¿De qué sirve que seamos pareja si apenas puedo besarte?—.

—El otro día me besaste —. El demonio se sonrojó agachando sus puntiagudas orejas para luego desviar la mirada.

Y sabes bien que hubiera ocurrido si no nos llegan a interrumpir...—. Añadió alejando el plato— No tengo hambre... Sabe horrible—. Pereza-Kun rodó los ojos.

—Cómete el filete—. Pidió el de mechas azules.

No me gusta... No puedo más, sabe horrible... Está muy hecho, me gusta casi crudo y lo sabes, además no lo bañaste en sangre—. Se cruzó de brazos — Mi lengua no puede soportar más ese asqueroso sabor—. Puso una mueca de asco. Pereza-Kun suspiró.

—Está bien...—. El demonio se levantó de la mesa.

Me voy a dormir, no me encuentro bien... Adiós estorbo—. Susurró con una voz fría para luego retirarse a su cuarto.

El azabache suspiró. Cuando acabó de cenar recogió su plato y terminó el de Maldad-Kun.

Estaba fregando los platos cuando escucho un ruido extraño.

Se giró, no había nada... Habría sido su imaginación.

Ahora secaba los platos, pasaba con delicadeza el papel por encima del brillante plato retirando las gotas de agua que quedaban en él.

Otro ruido sonó, esta vez más fuerte.

El azabache frunció el ceño para luego dejar el plato y secarse las manos con el delantal que tenia puesto y que se quitó de inmediato.

Aquel estruendo había salido de la habitación del demonio.

Posó las yemas de sus dedos izquierdos en la fría madera de la puerta.

Llamó con lentitud mientras tragaba saliva.

—¿Maldad-Kun?—. No hubo respuesta. Mas entre el silencio otro golpe, como si un objeto pesado callera al suelo, sonó dentro de la habitación. El azabache sintió un escalofrío recorrer su espalda— ¿¡Te encuentras bien!?—. Escuchó quejidos.

~Estoico~ {Maldad-KunxPereza-kun} (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora