~Estoico~ {Maldad-KunxPereza-kun} (Finalizada)

✪~Cap 30~✪

— Mis papás ya lo saben —. Comenté con una sonrisa ladeada mirando hacia el suelo.

Ambos estábamos sentados en unos columpios.

Noté que Angela sonrió al igual que yo.

—¿Y qué dijeron?—. Preguntó.

—Uno lo aceptó más o menos bien y el otro... Te tiene en punto de tira, básicamente no se fía nada de ti —. Respondí con una mueca, Angela suspiró.

—Yo no le dije nada a madre —.

—Seguro que lo acepta, eres su hija —. Dije tratando de animarla.

—Tiene millones de hijas e hijos, no creo que me tenga mucha importancia —. Susurró, noté que sus puños se cerraban con fuerza.

—¿T-Te encuentras bien?—. Ella despertó de su trance y me miró. Asintió entre una risa nerviosa.

—Solo... Me parece injusto tener que obedecer sus órdenes a pesar de que ella no muestra interés por mí —. Dijo desviando la mirada — Supongo que es una tontería pero... Me gustaría tener una familia como los humanos, un padre y una madre que me den atención... Una o dos hermanas, y que cenemos y hagamos cosas juntos —. Dijo con aire triste, yo me levanté del columpio y me arrodillé delante suya.

—No es una tontería, tal vez algún día nosotros podamos formar una familia... ¿N-No sería genial? —. Dije tomándola de las manos, Angela asintió algo más animada... Me acarició la mejilla con cariño.

—Sí, sería genial si no fuera porque no puedo perder la virginidad —. Dijo entre una mueca. Tomó mi rostro entre sus manos— Gracias por tratar de animarme, eres un sol, Eddy —. Añadió antes de dejar un pequeño beso en mis labios.

Sonreí como bobo.

—Madre me mataría si sabe que estoy con un demonio... Es como decirle a Dios que vaya a visitar a Satanás ¿sabes? —. Reí.

—Yo veo un amor prohibido entre ellos~ —. Me burlé, Angela me golpeó levemente.

—No digas esas cosas Eddy, va encontra de l—. La interrumpí.

—Yo no tengo que seguir esas tontas normas, ni que fuera a morir... Y si lo hiciera era obvio que no iría al cielito —. Dije sarcástico.

—Yo te daría la bienvenida con los brazos abiertos —. Rodé los ojos.

—Ya soy demonio... ¿Recuerdas? —. Angela asintió, empezó a darme cariñitos en el rostro.

—Un impuro demonio muy lindo y tierno... Que quiero —. Sentí mis mejillas arder levemente.

— B-Bueno sí... —. Me levanté y la extendí mi mano— ¿Vamos madam?—. Ella rió.

—Después de usted, monsier~ —. Respondió tomando mi mano y levantándose. Ambos reímos.

Entrelazamos nuestras manos y nos sonreímos.

—Debo irme, padre me matará si no llego a la cena —. Comenté.

—Oh... Ok, nos vemos mañana —. Respondió ella, yo asentí.