~Estoico~ {Maldad-KunxPereza-kun} (Finalizada)

Epílogo

—Oh vamos papá —. Se quejó Estorbo, su padre no le dejaba salir.

—No, no dejaré que salgas hoy... Suspendiste el examen de ayer ¿cierto? —. El contrario se mordió el labio inferior.

—Técnicamente no lo sabemos... Tal vez la única pregunta que respondí valían cinco puntos mágicamente (? —. Su padre le dio un zape.

—Dentro de nada entrarás a la universidad y solo te preocupas de salir con Angela, haz algo productivo —. El adolescente suspiró.

—Está bien papá... —. El chico se encerró en su cuarto.

Se sentó en su cama y sonrió. Juntó sus manos.

—Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día —. Susurró. Angela apareció en medio de su cuarto en forma de ángel.

—¿No te dejan salir? —. Estorbo negó. Angela volvió a su forma humana y se sentó al lado del contrario.

—Suspendí un examen ayer —. La chica negó con la cabeza.

—Eres un descuidado, debes de centrarte más en los estudios Eddy —.

—¿Cómo quieres que me concentre si cuando no estoy contigo solo pienso en ti? —. Respondió agachando la cabeza, sus mejillas ardían.

Angela sonrió.

—Te quiero, Eddy —. Dijo la chica acariciando la mejilla del contrario — Pero ¿sabes? Cometo pecado —.

—¿Por qué? El amor no es pecado —. Angela desvío la mirada. Apartó levemente su camiseta por el hombro derecho, Estorbo se sonrojó.

—Pero la lujuria sí —. Respondió señalando aquella pequeña mancha morada en su hombro — Y cada vez te deseo más —. Añadió colocándose la camiseta bien. El contrario se acercó levemente a ella, tomándola de ambas mejillas.

—Al menos podemos estar juntos ¿no? Ya no te afecta mi demonicidad porque soy humano —. Ella posó sus manos sobre las de su pareja.

—¿Tú sientes lujuria cierto? —. El contrario se sonrojó levemente — Los humanos la sienten y no pasa nada... De echo, es un pecado normal en ellos pero... Los ángeles no podemos sentirla Eddy —. El nombrado besó la frente de la chica.

—Entonces dejemos la lujuria a un lado y solamente amémonos —. Angela sonrió, acercándose a los labios contrarios para dejar un pequeño beso.

—Me haces muy feliz ¿sabes?—.

—Tú también a mí... Demasiado —. Respondió.

—Los humanos de tu edad no aceptarían estar en una relación en la que solo haya actos románticos e inocentes... Tú eres extraño —. El pelirrojo rodó los ojos.

—Puede que sí, pero es que no me importa el sexo —.

—Por ahora no te importa... Pero cuando crezcas lo desearás y acabarás dejándome por no satisfacerte conmigo —. El chico negó.

—No... Eso no va a pasar —.

—Los humanos son todos iguales Eddy, y los ángeles tenemos nuestro lugar... Siento decirte esta realidad pero no podemos seguir juntos —. Estorbo cerró con fuerza sus puños.

—¿Cómo puedo ser un ángel? —. Angela rió levemente.

—No seas bobo, eso es imposible... Solo eres ángel si naces siendolo —.

—¿Si muero y voy al cielo estaré contigo? —. Angela negó.

—Solo un quinto de los que mueren van al cielo... Y tú no podrás ir por el simple hecho de que fuiste demonio... Eras al infierno o renacerás en un nuevo ser —. Estorbo chasqueó la lengua con desagrado.