ceniza

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Sentía como si todas sus fuerzas le abandonaran, lo que más detestaba era esa sonrisa del pelinegro, la primera vez que lo vio se dijo que era igual a ella pero se equivocó, no podía ser una criatura tan miserable, se negaba a la idea de ser alguien como el.

Sus labios se apretaron pero era inútil no podía hacer nada más que morir.

...

Un terrible grito fue arrancado de los pulmones del príncipe de Baldadd, sus ojos se llenaron de dolor y las lágrimas no tardaron en aparecer recorriendo penosamente sus mejillas.

La estridente risa de Judal no ayudaba a su ánimo y se notaba la irritación que emanaba de este, tomo de los brazos a la peliroja llorando de impotencia.

- Morgiana...- su voz se entrecortaba- una vez más... Aún puedo hacerlo
- Alibaba-san- negó con la cabeza ante la petición.
- se que puedo hacerlo
- pero puedes morir

El reclamo resonó en la habitación, pero el rubio no flaqueo, negó con la cabeza.

- debo de seguir peleando por las personas que han aguantado, por aquellos que quieren vivir... Ella me dijo que si volvía a flaquear me golpearía

Sonrió de una manera cálida mientras recitaba estas palabras, la Fanalis cerro los ojos lentamente para después abrirlos contagiada del entusiasmo del mas alto.

El aire golpeó su rostro mientras ascendía a una gran velocidad, podía escuchar el silbido del viento en sus oídos y el dolor de sus músculos exprimiendo hasta la última gota de magoi de su cuerpo.

La espada de Amon chocó contra el metal negro del Djin, podía sentir como sus manos se entumecian ante el golpe, sus extremidades dolían pero aquello no era suficiente. La espada de Amon temblaba y se distorsionaba por más que intentara usar las llamas de su vida hasta el final.

Su cuerpo fue lanzado contra el suelo siendo sostenido únicamente por la peliroja, lo único que sostenian sus manos era el mango de su equipamiento Djin.

La desesperanza invadió los corazones de las personas, pero el suyo seguía palpitando desidido a no rendirse, sus piernas temblaban cuando se puso de pie, sentía como el dolor recorrido su cuerpo en forma de insistentes punzadas.

- mueran- la voz de Judal se escuchó mientras un sin fin de lanzas de hielo llovían sobre ellos, inmovilizando a Simbad congelando su cuerpo en un panel de hielo, Morgiana tomo el cuerpo de la peliplata con una mano y con la otra llevo al rubio, esquivando los proyectiles con maestría.

Hasta que la sangre que emanaba de su carga le hizo resbalar, no podría esquivar a tiempo.

El cristal se rompió en  pedazos frente a sus ojos, callendo en un suave granizo.

- Aladdin...

Dijo el rubio mirando absorto la figura del menor, que le saludo con una sonrisa.

- Alibaba-kun... Vamos- le dedico aquella cálida sonrisa.

- a ti es a quién esperaba- dijo el magi corrupto- ahora yo también tengo un Djinn, así que saca al tuyo para que te des cuenta de quién es mejor.

La afiladas lanzas de hielo silvaron al cortar el aire chocando una tras otra en la barrera del mas joven.

- Aladdin... Eso no es suficiente llama a Ugo-kun- grito el rey de Sindria pero el de cabello azules negó suavemente con la cabeza.
- Ugo-kun... Ya no está aquí.

Siertamente ya se había despedido del gigante azul, bajo la mirada cargada de desesperanza de algunos.

- pero me enseñó algo importante...

Dirigió el baculo hacia donde se hallaba el pelivioleta, convirtiendo en vapor todo el hielo que le rodeaba.

- Mor-san... Podrías llevar a Sinbad-ojisan a la ciudad hay personas esperándolo en ese lugar.
- pero...
- estaré bien...
- como puedes decir eso si toda la nación está llena de Ruhk oscuro- río el de ojos rojos- te haré pedazos.
- Aladdin

Lo llamo el rubio mientras se ponía de pie.

- Alibaba-kun... No puedo ganarle, necesito tu ayuda y la de Momo-san, mi magia aún no es lo suficientemente fuerte
- pero Momo está...
- ella está bien, Ugo-kun me lo dijo, Momo-san puede recuperarse con Ruhk... Y yo se que solo tú puedes hacerlo, levantar esta nación y hacer crecer las esperanzas de todos...
- Alibaba...ko...

Su voz seguía siendo fría a pesar de haber sido cortada a la mitad.

- no se puede rendir...
- Momo-san...
- no hables como si esto me fuera a matar es humillante...

Sus orbes rojos miraron al más alto desde su lugar mientras fruncía levemente el ceño.

- claro... Por eso... Nosotros continuaremos peleando- dijo con una sonrisa el Magi.

Las pequeñas aves blancas y rojas se dirigían hacia el mago, acumulándose en un enorme vórtice de luz al rededor de el, hasta que en su pura frente se formaba la estrella de seis puntas, el símbolo de Salomón y la marca de su sabiduría.

Los orbes rojos no dejaban de verlo, era tan hermoso lo más hermoso que había visto en su vida, estendio el brazo para tocar una de las pequeñas aves que se detuvo en sus dedos, sonrió levemente mirando el ruhk danzar suavemente sobre sus cabezas.

- Aladdin-san es en verdad maravilloso...

Su voz sonaba calmada, mientras se repetía en su cabeza los nombres de las personas que fueron importante en su vida terminando con los nombres del príncipe de rubios cabellos y el Magi con la mirada más pura que alguna vez vio.

Se levanta tambaleante, le dolía el cuerpo y sin duda no podría dar un solo paso, su mano rodeo el filo de la espada provocando que su sangre fluyera por el metal roto, tomo aire mientras sentía la herida arder estaba tan débil que apenas y podía hacer algo, el metal se volvió rojo como si su espada fuera reforjada desde cero volviéndose nuevamente en una afilada katana de un hermoso plateado

- Momo-san- llamo el menor mirándole con una sonrisa para animarla- estás listo Alibaba-kun
- pero la espada de Amon...
- la espada de Amon puede ser recostruida- dijo el pelizaul alimentando el magoi del príncipe mientras esté se lanzaba al comandante.

Los cabellos oscuros revolotarion en el aire cuando el Magi del imperio Kou se interpuso en su camino.

- no lo permitiré- gruñó la peliplsta abalanzandose contra el de mirada burlona haciéndolo retroceder cuando su espada corto levemente sus manos, miro de reojo al rubio antes de caer al suelo sintiendo sus rodillas doblegarse sobre su peso.

Vio como aquella masa oscura que hacían llamar Djin lo devoraba afligiendo a los soldados.

- buena suerte Alibaba-ko...

Feliz Navidad chicos :3
Que se la pasen bien, les deseo lo mejor :D

El Ruhk carminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora