Sus ojos se llenaban de lágrimas cuando veía las sombras que se proyectaban al rededor de ella, podía escuchar el murmullo de un estandarte ondiandose al ire, su nariz se llenaba del olor de la pólvora preparada para el nuevo ataque y sus oídos de los gritos de soldados que reían ansiosos por dar sus vida.
Sus manos temblaban una pequeña ave roja se posaba en su cabello blanco, las grietas de su cuerpo eran cada vez más visibles.
- Momo-dono...
- tenemos que encontrar a Zagan el puede
- no- interrumpió ella- ya es suficiente de esto
- de... ¿De que estas hablando?- el príncipe trago saliva- ¿A que...El demonio le miro las lágrimas apagaban lentamente el fuego de su mirada convirtiéndola en oro frio y brillante.
- debo volver
- si iremos a Sindria- dijo el príncipe con una sonrisa.
- no es raro- su voz sonaba suave, como un murmullo- que haya vivido 500 años
- es por que- dijo el pelinegro- eres un demonio... No lo digo por ofender o
- lo sé...Intento sonreír pero cualquier mueca o moviemiento le resultaba incómodo, sentía el líquido bajar por su vientre y empapar su ropa.
- pero no es eso- apretó los ojos- Aladdin... Perdón todo este tiempo e estado desviando el destino
Le miraron sin entender del todo sus palabras.
- no... Momo-san no ha hecho tal cosa- dijo el Magi.
- luchaste a nuestro lado para evitar
- si... Lo hice pero- una oleada de ruhk negro salió de su espalda y se perdió en el aire- yo... Maldije mi destinoLos ojos azules de Aladdin miraron la gran nube oscura, como si una tormenta se acercara.
- mientes ni puede ser... Tu- la voz del rubio empezó a subir hasta volverse un grito- no eres capaz de eso...
- todos lo somos- dijo ella, mirándole con una sonrisa que después se desvaneció- como no iba a ser capaz si vi a todos los que me importaban morir frente a mis ojos... ¡Todos sin que yo pudiera hacer nada! Mi honorable señor, Takeda Shingen, a sus generales, a Sanada Yukimura, Sasuke Sarutobi, Hideyoshi Toyotomi, Hanbei y Kanbei incluso al ejército del oesteLas lágrimas caían por sus mejillas.
- una y otra vez... Morían y yo no podía hacer nada... Es tan frustrante- dijo con voz baja- verlo durante décadas y décadas...
- sé que es horrible- dijo el Magi- pero Momo-san es fuerte...Se arrodilló a su lado dedicándole una cálida sonrisa.
- incluso si persiste a tus candidatos a reyes, a tus amigos y tus seres queridos... ellos aún viven en tus recuerdos... Momo-san
Tomo un mechón de sus largos cabellos, eran suaves como la seda.
- Eres lo suficientemente fuerte para seguir adelante
Ella negó con la cabeza, algo de sangre resbalaba por su cuello.
- no se trata de que sea fuerte... ¡Hice algo imperdonable!
Sus compañeros le miraban preocupados no entendían de donde salía esa sangre.
- Aladdin-donno- interrumpio el pelinegro- acaso dijo candidatos
El Magi le miro con una sonrisa.
- soy, no, era un Magi
- pero tú magia- dijo confundido el rubio.
- Nunca la necesite... Incluso cuando les ofrecí Djin a mis señores ellos se negaron... Decían que debían ganar por sus medios...Los dos principes miraron a un lado avergonzados pensando en que clase de persona rechazaria tal propuesta.
- eran hombres muy buenos
- los mejores... Aún que eran un poco extraños- se rió de manera tímida haciéndoles sonrojar- Alibaba-ko... Por favor conviertase en esa clase de Rey... Uno que vea por las demás personas, que las una y proteja
- de que hablas... Lo haremos juntos
- tener dos Magis- pensó el principe del imperio Kou, tal vez si peleaban a su lado- seguro podrian derrotar a Judal y la organización
- lo harán

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El Ruhk carmin
De TodoMomo Torahime, es un ser frio que odia su destino, el mismo que la une a Aladdin y sus amigos. Tras un tragico pasado, se vera obligada en confiar en las personas a su alrededor. Tal vez alguien pueda salvarla de su propia depravacion.