Capítulo 2: Mi Primer Partido

191K 13.1K 2.3K
                                    

¿Quién diría que sería tan doloroso atravesar unas gradas llenas de personas? Después de muchos empujones y golpes al fin conseguimos llegar a nuestras sillas. Aún no entendía la desesperación de la gente por entrar a ver este partido parecían demasiados emocionados para su propio bien. Terminando de caminar me deje caer en medio de mis dos amigas.

-Estos tacones me están matando.- Empezó a quejarse Megan con sus manos frotando los laterales de sus pies.               

- No lo quería decir pero te lo dije.- Solté una pequeña risa de triunfo. 

- Odio cuando tiene razón, me hace sentir una idiota- dijo Angie mientras me daba un codazo en la costilla.

Observe a mí alrededor, había demasiada gente por todos lados alentando a los equipos.

- ¿Que le diste a Mike a cambio de las entradas? - Me pregunto la rubia.

- Algo que ha querido desde hace mucho tiempo- Una sonrisa malvada se formaba en mi rostro.

- ¿Te acostaste con él?  - Esta vez fue Angie la cual pregunto.- Al fin ya era hora.- Hizo una expresión de alegría y empezó a aplaudir.

- No, claro que no- Hice una cara de asco a pesar de que el aspecto de Mike no causaba asco, todo lo contrario, el chico era muy guapo con unos ojos oscuros y un cabello hermoso de un color rubio oscuro podía destacar fácilmente conquistando el corazón de cualquier chica. - Saben que lo quiero como un hermano.- Lo conocía desde hace mucho tiempo y realmente no me atraía de esa forma.

- Por favor - Megan haciendo un gesto con la mano para restarle importancia. - Todo el mundo sabe que terminarán casándose, hasta tus padres lo creen.

-Eso no es... - Pensé un momento en mis padres y todos sus comentarios.- Vale, es cierto pero ellos no son los que dicen sí acepto, además Mike y yo solo somos amigos.

La rubia abrió la boca para contra decirme pero la música de la banda la interrumpió y evito que siguiera con el tema.                     

Luego de que la música empezara, los jugadores empezaron a entrar desfilando por el campo.

Primero entraron los de mi preparatoria busque a Mike con la mirada y lo encontré mirándome, le lance un beso juguetón.

Mike hizo un gesto con la mano con si estuviera atrapando el beso imaginario y se lo llevo al corazón, me reí cuando puso cara de enamorado.

- Te lo dije- dijo Angie al oído para que la pudiera oír sobre todo el ruido.

Termino la banda de mi preparatoria y comenzó la banda de la preparatoria rival.

- Observen bien, que los Lobos Árticos son dignos de un gran babeo, especialmente el Quarterback, la primera vez que lo vi casi me da un infarto. -Megan a veces podía exagerar.

- Sabes muy bien lo que dicen de la esa preparatoria- Comente sobre el rumor - Sabes que ellos...

-Si ya sé, no salen con nadie que no sea de su preparatoria y si lo hacen esa persona termina transfiriéndose a West High. - dijo cortando mi comentario- Pero vale la pena soñar- Se encogió de hombros.

Se empezaron a oír unos aullidos y los jugadores fueron entrando, lo primero que vi fue al chico que encabezaba la fila de los jugadores, llevaba el casco de color blanco en la mano izquierda.

Su cabello rubio claro se veía mojado y caía sobre su frente.

Mi mente se vio envuelta en tantos pensamientos pero uno de ellos sobrepasaba a cualquier otro, el deseo de ver sus ojos.

Me vi siendo sorprendida por la desesperación. Quizás Megan no exageraba.

La fila se fue acercando mientras daban la vuelta al campo. Mi mirada se movía junto al individuo mientras recorría el campo con sus compañeros.

Cuando al fin pude mirar sus ojos, vi que eran de un color azul y brillaban con determinación. Como si sintiera el peso de mi mirada, volteo a verme, su mirada se enlazo con la mía.

Siguió su camino hasta llegar al frente de mi grada. Entonces, todo se paró.

Literalmente, ya que el rubio freno de golpe causando que los compañeros que lo seguían también se detuvieran. Parecieron tan aturdidos como el público pero improvisadamente comenzaron a rodear al capitán dejándolo solo en el campo.

No deje de sostenerle la mirada ni un minuto. Era extraña la forma en la cual me sentí, no se podría comparar a la felicidad que experimente en mis años de infancia. Tampoco se comparaba a las mariposas en el estómago que había sentido en mi primera cita. Era distinto. Una opresión en el pecho que no era dolorosa pero era de alguna forma nueva y diferente.

Una gran sonrisa se formó en su rostro. Una sonrisa que causo estragos en mi cuerpo y acelero a mi corazón. Se llevó la mano a sus finos labios y me soplo un beso. Mis mejillas ardieron y en su rostro se formó una sonrisa socarrona.

Comenzó otra vez su camino para llegar junto a su equipo y poder comenzar el juego que todos se hallaban esperando con gran anhelo.

-Bueno...Te dije que valía la pena soñar.

Y por alguna razón las palabras de Megan habían sido correctas. Porque lo que acababa de suceder se había sentido como un sueño.

Por un partidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora