No sabía hacía donde se dirigíamos, las calles me eran desconocidas. No recordaba haber pasado por ellas alguna vez. Los gemelos se encontraban en el asiento trasero cantando con voz desafinada una vieja canción que se escuchaba en la radio.
No reconocía la letra y para ser sincera, ni siquiera entendía la letra ya que la voz de los chicos ocupaba todo el carro junto a Noah que algunas veces cantaba unas pocas estrofas.
El viaje fue muy divertido, Susan se encontraba aplastada entre sus primos haciéndola una especie de sándwich.
Cruzamos en una esquina y todo el mundo se calló, solo se escuchaba la canción de la radio que al fin pude reconocer como Demons de Imagine Dragons. Me percate que todos miraban hacia adelante mientras yo me entretenía con la radio.
Levante la vista y literalmente pegue mí frente al vidrio delantero. No creía lo que veía.
-¿Dónde estamos?- pregunte con voz quedada.
-En la entrada de mi escuela. -Murmuró Noah desviando la mirada. En estos momentos deseaba enterrar la cabeza en un agujero.
Se estacionó, bueno, donde pudo, porque la calle se encontraba completamente bloqueada por automóviles de diferentes modelos y tamaños.
Los estudiantes se encontraban algunos sobre el techo de los automóviles y otros simplemente apoyados en los laterales. Reconocí a más de uno al caminar cerca de ellos.
Están declarando la guerra.
Y estoy atrapada en medio.
Los estudiantes que bloqueaban la entrada de la escuela de Noah, no eran sus compañeros, eran los míos.
No solo se encontraban los miembros del equipo de futbol. Se encontraba creo yo, que la mitad de la escuela.
-Yo...Yo... No sé...- Empecé a tartamudear sintiéndome culpable.
-Tranquila, no es tu culpa es simplemente una travesura. Se quieren pasar de listos.- Hablo el capitán de los lobos tratando de reconfortarme.
-No son más que ratas.- Pronunció Rick causando que clavara mi mirada en él. Sus palabras me hirieron, esas ratas eran mis amigos y mis compañeros.
Soy parte de ese grupo al que llamó ratas.
Me dieron ganas de atacarlo y sin pensarlo mucho le jale un mechón de pelo con fuerza.
-Oye.- Se quejó intentando que lo soltara.
-Me guste o no, soy parte de esas ratas.- Exclamé.
-Sabes que él no se refería a eso, pequeña.- Susurró Noah a mi oído, sin darme cuenta me vi envuelta en sus brazos. Por andar pendiente de su primo no me había percatado de que se había acercado.
-Los refuerzos vienen en camino.-Habló un chico dirigiéndose a Noah pero mantuvo sus ojos azules en mí, llevaba una remera gris y su cabello castaño húmedo. Era guapo pero no logró que mí corazón se acelerara como lo hacía Noah. –Así que tú eres la famosa Aimi.- Me extendió la mano.
-Pues sí, parece que todo el mundo me conoce.- Tome su mano, recibiendo un suave apretón por su parte.
-He tenido que aguantar a Noah hablando de ti los últimos días, si lo hubieras oído.- Sonreí ante el tono burlón que le daba a la frase.- Aimi esto... Aimi lo otro... sabias que Aimi hizo... Aimi es tan linda...- Imitó la voz de Noah y debo de admitir que le salió muy bien por lo que causo mi risa al escucharlo.- Por cierto mi nombre es Brayden y soy el mejor amigo del idiota aquí presente. –Señalo a Noah quien lo miraba furiosamente.
-Anda a hacer tu trabajo y deja de hablar tanto. –Le regañó el rubio.
-Vale me voy pero que sepan que hacen una pareja encantadora.- Me dio una hermosa sonrisa y se encamino hacia unos autos que se encontraban estacionándose detrás del auto de Noah.
-¿Qué piensas de él?- Pregunto Noah.
-Que está muy bueno. –Chille como una niña pequeña deseando molestarlo un poco.
-¿Eso significa que yo no estoy bueno?- Pareció muy lastimado como si en cualquier momento lloraría.
-No, tú no estás bueno.- Sus ojos se clavaron en mí y se abrieron con pánico. –Tú estás buenísimo. –Coloque mis manos sobre su pecho acercándome a él.
-Casi me matas del susto. Joder. – Rodeó mi cintura con sus manos.
-¿En serio? – pregunte incrédula.
-En serio.- Afirmó rozando levemente sus labios con los míos provocando un hormigueo en ellos. Para luego alejarse de mí.
-Bastardo.- Murmure para mí misma.
-Tenemos que arreglar esto primero, pequeña, luego vamos a estar solos.- guiño un ojo en mi dirección.
-Pero...- Estaba a punto de comenzar una discusión queriendo que me besara más pero alguien interrumpió con un grito.
Jack.
-Tenemos que hablar, lobo.-Gritó, se encontraba apoyado en un auto rojo el cual le pertenecía.
-No tenemos nada de qué hablar.-respondió Noah llevándome con una mano detrás de él.
-Sabes que si tenemos.- Se acercó a nosotros a paso lento pero decidido.-Ella es uno de nosotros.
-Ya no lo es.- Su tono de voz fue seguro.
¿Todo esto por mí? No lo creo.
Son los populares, yo soy invisible para todos ellos excepto para Mike.
-No dejaremos que te la lleves y la conviertas en una de esas muñequitas sin cerebro que van a tu escuela.- Se encontraba a pocos pasos de nosotros.-Te llevaste el campeonato pero no te llevaras a uno de nosotros.
-Ella no es suya.- Su voz cada vez tornándose más ronca.-Tiene libertad de elegir donde desea estar y parece que ya eligió.
Estoy aquí, niños.
-Noah, por favor.- Tomé su brazo intentando tranquilizarlo.
-Ella es uno de nosotros, acéptalo lobo, no hay nada que puedas hacer.- El objetivo de sus palabras era herir a Noah.- No abandonara a la escuela, no abandonara a sus amigos y no abandonara a Mike.
-Cállate.-Espetó molesto.
-Te duele oír la verdad, lobito, nunca sacaras a Mike de su vida.- Una sonrisa cínica invadió su rostro.- Ella no va a renunciar a él.
Antes de que me diera cuenta Noah lanzo su puño contra Jack, quien cayó contra el pavimento. El capitán de los jaguares contraataco tratando de llegar a Noah pero este se movió más rápido evitando el golpe. Los golpees iban y venían a mi alrededor, jaguares contra lobos e incluso las mujeres se peleaban jalándose el pelo.
Maldito desastre.
Me concentre en los capitanes que se movían velozmente evitando y devolviendo golpes.
Si ellos se detenían el resto también lo harían.
-¡Chicos, paren!- grite a ambos.- ¡Maldita sea, deténganse!
Realmente no se me ocurrió ninguna idea para separarlos, así que me metí en medio de ambos tratando de alejarlos.
Y entonces sucedió, el golpe fue fuerte tumbándome contra el pavimento, sentí un gran dolor de cabeza antes de caer en la inconsciencia.
En multimedia encontraran a Brayden.
Ya se que van a pensar, excusas, excusas y más excusas.
Lo resumiré en cuatro palabras
Familia. Clínica. Hospital. Alergia.
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:*
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Por un partido
Hombres LoboAimi intenta hacer feliz a todos sus amigos pero nada lograba hacerla feliz a ella. Pensaba que su vida siempre sería así. Ella es la típica chica en la que buscarías apoyo. Su vida simple se convierte en un huracán de humor, vergüenzas y sobre tod...