Tenía mucho calor, me encontraba empapada de sudor. Abrí los ojos para encontrarme con el pecho de Noah. Al menos un trozo de piel ya que me encontraba completamente pegada a él, sus brazos estaban cerrados a mí alrededor.
La camisa que llevaba puesta se hallaba pegada a mi piel. Trate de separarme de él usando mis manos para apartarme de su pecho. Pero solo logre que me apretara más contra su pecho y murmurara.
-Eres tan suavecita.- Murmuro. Me revolví entre sus brazos pero no me soltó.-Quédate tranquila estoy muy cómodo así.
-Pues yo no, estas que quemas Noah.- Trate de apartarme de nuevo y esta vez me lo permitió. Me separe un poco.
-Eso ya lo sabía.- Me regalo una sonrisa arrogante. Como era posible que al despertar estuviera igual de guapo y yo con un nido en la cabeza.
-Lo digo literalmente ¿No tendrás fiebre?- Toque su frente con mi mano y efectivamente estaba caliente.
-Si me enfermo harás de enfermera con traje y todo.- Aseguro.-Podemos jugar a los doctores.- Pervertido.
-Noah.- Advertí. Él siempre se tomaba casi todo como un juego.
-Estoy bien, es algo normal en mí. - Pareció meditarlo durante un momento.- Bueno, en mi familia es muy normal, somos de sangre caliente.- Paso sus dedos por mi brazo causándome pequeños temblores.
-Creo que de eso me di cuenta, Bastian y Rick son muy calientes.- Bromee solo para hacerlo molestar. Agarro mi brazo con fuerza.
-No mires a otros hombres.- Noah no estaba bien. Lo supe cuando mire sus ojos. Se habían vuelto más claros, más fríos. Me recordó al hielo, y de alguna forma podría jurar que estaban cambiando.-Eres mía.
-¿Estas bien?- Pase mis nudillos por su mejilla, pude sentir como raspaba contra mis nudillos un principio de barba. El inclino un poco la cabeza como si quisiera más contacto.
-¿Crees que estoy bien?- El frio de su mirada comenzaba a darme miedo.- Cuando mi novia está babeando por mis primos.
-Yo no estoy babeando por ellos.
-Pero has pensado que son calientes.-Su mirada seguía puesta en mi.-Es tan injusto, que yo tenga que sufrir cada minuto del día por ti.-Abrí la boca bastante sorprendida.- Que no pueda mirar a otra mujer, pensar siquiera en tocar a otra me da nauseas.- Este chico estaba delirando de la fiebre.-Y tu si puedas hacer lo que se te viene en gana. - Me acuso.
-Noah estaba bromeando.
-Pues no me gusto tu broma.- Se levantó de la cama, su espalda y pecho se hallaban humedecidos debido al sudor. Cuando se levantó pareció marearse y termino sentado en el borde. - Ya me debería de ir.
-Noah estas muy enfermo.- Realmente estaba preocupada.
-No estoy enfermo.- Se levantó de nuevo esta vez decidido a llegar al balcón.
-No te vayas enojado.- Se veía mal, tenía que hacer que se quedara. Mire el reloj, tenía un par de horas antes de tener que irme a la escuela.-Noah estaba bromeando no los miro de esa forma.
-¿De qué forma?- Pregunto cuando ya se encontraba a mitad del camino. Me levante rápidamente y lo agarre de un brazo, tratando de que regresara a la cama. Pero era muy grande y mis esfuerzos eran inútiles. Pareció darse cuenta adonde quería que fuera y a paso lento logramos llegar.
Sentándose en uno de los bordes me tomo de la cintura y me coloco en su regazo, con una pierna a cada lado de sus caderas. Metió su nariz en mi cuello.
-De la forma en que te miro a ti.- Su cercanía me volvía tonta junto con sus caricias apenas y tenía neuronas.
-¿Y de qué forma me miras? -Pregunto aun en mi cuello, deslizando su nariz de arriba a abajo. Coloque mis manos alrededor de su cuello.
ESTÁS LEYENDO
Por un partido
WerewolfAimi intenta hacer feliz a todos sus amigos pero nada lograba hacerla feliz a ella. Pensaba que su vida siempre sería así. Ella es la típica chica en la que buscarías apoyo. Su vida simple se convierte en un huracán de humor, vergüenzas y sobre tod...