Epílogo

175K 7.2K 2.1K
                                    

Por favor no me maten.

POV Noah

Me concentre en la cocción del pequeño plato que me hallaba preparando.

Mi esposa había dicho que tenía hambre y como el gran hombre que era había bajado a la cocina a prepararle algo para comer, por supuesto no sin antes cobrar un par de besos por la buena obra que iba a realizar.

Me hallaba concentrado en el olor a ajo hasta que otro olor llego a mí causando escalofríos y una mala sensación. En ese momento odie no poder oír lo que sucedía arriba y todo por culpa de la bruja de Emily.

Apague el sartén y subí corriendo las escaleras para llegar a la habitación principal. Mi nombre fue gritado por una mujer y eso sólo logró que mi desesperación creciera aún más.

Al entrar en la habitación halle a Aimi en la misma posición en la cual la había dejado, desnuda en la cama viendo televisión. Pero a diferencia de cuando había bajado a la cocina estaba sentada con las piernas abiertas y una sábana cubriendo la mitad de su cuerpo.

Estaba sudando y tenía el rostro contraído en una mueca de dolor mientras apretaba los dientes.

-¿Qué sucede?- pregunte mientras me acercaba a ella.

El olor de su sangre estaba por toda la habitación provocando que mi lobo se alterará y se colocará cada vez más agresivo.

-No sé.- titubeo llorando mientras seguía frunciendo el ceño. Volvió a gritar y eso sólo crispó más mis nervios.- Me duele mucho.

Me levanté con rapidez dispuesto a llegar al teléfono que se hallaba en planta baja pero Aimi me detuvo tomando mi brazo y casi cayendo de espaldas.

-No te atrevas a irte.-exigió apoyando su peso en mi pecho.

-Tengo que llamar a una ambulancia. Te estas desangrando Aimi.- grite furioso. Tenía que buscar ayuda pero sino me equivocaba mi celular estaba abajo y el teléfono fijo también.

¿Por qué fui tan terco como para querer trasladar el teléfono abajo? Porque me molestaba el ruido.

No podía contactar a nadie de la manada porque se hallaban muy lejos.

Aimi clavo sus uñas en mi brazo pero no me queje.

-El mío está en mi bolso. En la oficina.- informo soltando un quejido.

Tome varias almohadas y las acerque a ella colocándolas con rapidez detrás de su espalda para levantarme.

-Apresúrate.-grito con la respiración agitada.

Corrí con rapidez a la oficina que poseía mi mujer en la casa. Entre y busque su bolso encontrándolo sobre el escritorio. Halle el teléfono y comencé a marcar a la primera persona que se me vino a la mente.

-Habla Jane.-dijo con alegría la amiga de mi esposa.

-Jane soy Noah. Aimi está sangrando. ¿Qué rayos hago?- comencé a balbucear.

-Noah llama a una ambulancia. ¿Qué haces llamándome a mí?- Su voz comenzó a sonar tan alterada como la mía.

-Maldita sea, eres doctora.-le colgué para después marcar el número del hospital privado de la manada.

-Soy Noah West necesito una ambulancia.- La chica detrás del teléfono pidió una dirección que yo le di con rapidez.

Después comenzó a darme órdenes. Volví a la habitación corriendo nuevamente.

Me mudare, ya está decidido. No quiero una casa grande.

Logre captar cerca de la habitación un gruñido muy bajó pero podía distinguirlo. Odiaba la audición humana que me había dado la bruja por error.

Por un partidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora