Al entrar en la tienda una tierna ancianita me atendió.
-¿En que la puedo ayudar joven?-Se ofreció la anciana. Le dedique una mirada al interior de la tienda.
Juguetes, collares, vestimenta para perros adornaban casi todas las paredes.
-Necesito un collar con correa de preferencia negra.- Después de lo que había dicho Rick me había puesto a pensar. Si el objetivo de Caden era humillar a Noah, yo solo le hacía peor la situación vistiéndolo de niña.
-¿Para una perrita tan linda?- Pregunto la señora dedicándole una mirada a Noah. Este le gruño.
-Es un macho por eso deseo una correa negra solo tengo cosas para perritas.-Le explique.
-Bueno vamos a ver que le conseguimos al pequeño.- Fue a la parte de atrás. Tomo una caja y empezó a meter objetos en ella.
Cuando volvió los coloco en el mostrador que se encontraba a mi lado para enseñármelos.
Fue tomando cada objeto en las manos.
-Lo primero un collar sencillo de color negro con correa. - Yo asentí, dando entender que lo incluyera.-También tenemos este.-Dijo mostrándome un collar negro con púas.
-Ese Aimi. Ese se ve mejor. - Hablo Noah. Me paralice. ¿La señora lo habrá escuchado? Parecía ser que no, ya que se quedó esperando mi respuesta.
-No lo creo, siento que se puede sacer un ojo con una de esas púas.-Noah ladro mientras la señora reía.
-Parece que el perrito no piensa lo mismo.
-Él puede pensar lo que quiera pero la ama soy yo.- Dije antes de poder pensarlo mejor.
-Esperaba oírte decir eso pero en otro lugar y en otra situación. - La voz seductor de Noah lleno mi cabeza. Que molesto.
-Buenos pasemos a lo siguiente. La vestimenta.- Saco de la caja una bella chaqueta de futbol de color rojo. Estaba segura que se vería adorable en ella.
Son dos días nada más.-Me recordó mi cerebro.-Pero no hay nada que me impida vestirlo lindo.
-Esa me la llevo.-La señora asintió y continuo mostrándome objetos.
Al salir de la tienda llevaba conmigo tres corbatas, una pelota, la chaqueta y el collar con correa.
- ¿Me cambiarás de ropa?- Pregunto Noah apenas coloque un pie fuera de la tienda.
-Si tú quieres...- Le di la elección a él. El parque quedaba unas tres calles más arriba llegaríamos rápido.
-En cuanto antes mejor. - Respondió alegre.
Le dedique una pequeña sonrisa. No veía la hora de que volviera a ser humano. No me malentiendan el cachorro Noah era tierno y divertido, pero extrañaba al Noah humano, extrañaba su boca, sus bromas, incluso su posesividad.
Cuando se ponía posesivo siendo cachorro era raro realmente raro.
-Pero si te ves hermosa vestida de esta forma.-Me burlé.
-Ya Aimi. - Refunfuño.
-¿Estas de mal humor?- Pregunte.
- ¿Te he dicho que soy un alfa?- Pregunto Noah cambiando de tema.
-No.- Al menos eso creía.
-Imagíname yo un alfa, el siguiente líder de una de las más importantes manadas del continente, en forma de perro durante dos días viéndome obligado a depender de mi compañera quien lo único que piensa es en vengarse y en vestirme de princesa. ¿Por qué simplemente no me comprendes?- Exigió. Nos encontrábamos en la entrada del parque pero Noah no lo había notado.
ESTÁS LEYENDO
Por un partido
WerewolfAimi intenta hacer feliz a todos sus amigos pero nada lograba hacerla feliz a ella. Pensaba que su vida siempre sería así. Ella es la típica chica en la que buscarías apoyo. Su vida simple se convierte en un huracán de humor, vergüenzas y sobre tod...