Después de unos minutos ya habíamos tomado una posición más cómoda en el gran sillón. Ambas teníamos los pies sobre el regazo de Mike, quien lo único que hacía era quejarse.
-Quítense de encima elefantes.- se volvió a quejar.
-Cállate. Estoy tratando de ver a Thomas correr por el laberinto.- mis ojos no se despegaron de la pantalla.
-Pero Aimi.- Se quejó nuevamente, no tenía que ser adivina para saber que estaba haciendo un puchero.
Corre Thomas. Maldita araña.
La película estaba en su mejor parte cuando se abrió la puerta y mi madre entro con un par de bolsas en la mano.
Inmediatamente Mike quito nuestros pies de su regazo y se levantó de un tirón para ayudar a mi mamá.
- ¿Déjame ayudarte con eso Carolina?- mi mamá sonrió hacia mi joven amigo.
-Siempre tan educado Mike.- Le entrego las bolsas y se dirigió nuevamente a la entrada. Mike fue hacia la cocina a dejar las compras.
Regreso con más bolsas y una persona detrás de ella.
Oh Mierda.
-Aimi, me encontré con Noah en el supermercado y ya que andaba sola se ofreció a ayudarme con las compras.- Toco la mejilla del susodicho con dulzura.
La sonrisa de Noah no llegaba a sus ojos mientras escaneaba la habitación con la mirada.
Me levante insegura y me acerque a él para tomar unas cuantas bolsas de las que llevaba.
Sus ojos estuvieron fijos en mí durante cada movimiento.
-No te enojes.- suplique en un murmullo cuando estuve cerca.
Sabía que nadie me había escuchado, solo él. Su sonrisa se borró para ser convertida en una fina línea formada por ambos labios.
Sin saber muy bien que hacer o como recibirlo. Junte nuestros labios solo un momento pero aun así siguió mirándome duramente.
Tome un par de bolsas que él me las dio evitando que nuestras manos se rozaran. Me gire para dirigirme a la cocina con Noah detrás de mí.
-No te enojes por favor, solo veíamos una película.- Mande ese pensamiento con todas mis fuerzas mientras entraba en la cocina.
Mike silbaba mientras acomodaba los víveres en diversos lugares.
Noah dejo las bolsas sobre la encimera haciendo un poco de ruido, la atención de Mike voló hacia él.
-Lobo.- inclino la cabeza en una especie de saludo mi amigo.
-Jaguar.- Noah imito el saludo.
-Uy, se tratan como animales.- dijo Kacey detrás de mí llamando mi atención, aun llevaba el tazón de cotufas.- Esto está mejor que la película.
Fruncí el ceño lanzándole una mirada asesina.
-¿Y ahora que hice?- hablo con la boca llena.
Rodé los ojos y devolví mi mirada al par de chicos que parecían estar a puntos de matarse.
-Aimi espera afuera.- ordeno Noah, su voz más ronca de lo normal.
-Es mi casa, no puedes venir aquí a mandar a nadie.- lo confronte.
-Aimi- gruño.
¿Y para que mentir? Me cague con ese maldito gruñido. Me gire y tome a Kacey del brazo para arrastrarla fuera de ese lugar.
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Por un partido
Hombres LoboAimi intenta hacer feliz a todos sus amigos pero nada lograba hacerla feliz a ella. Pensaba que su vida siempre sería así. Ella es la típica chica en la que buscarías apoyo. Su vida simple se convierte en un huracán de humor, vergüenzas y sobre tod...