Capítulo 30.

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Con mucha dificultad y dolor en todos los músculos de su cuerpo, Louis logra conducir hasta el apartamento de Harry, quien no ha dejado de preguntar si se encuentra bien, a lo que Louis responde con un ligero asentimiento, pero de igual manera Harry no deja de preguntar lo mismo, sin confiar en su respuesta.

—¿Lou, estas bien? Dime la verdad. ¿Te duele mucho? Puedo...

—Estoy bien, Harry. —Responde por enésima vez, irritado.

—No pareces bien, estás caminando incómodo y cojeas.

—¡Entonces solo deja de preguntar, joder! —Grita con molestia. Harry se encoge de hombros.

—Lo siento, lo siento.

—Abre la puerta. —Exige con molestia cuando están frente a la puerta del penthouse—. Solo, por favor, abre la puerta. —Dice con voz más suave, menos como una orden, más como una súplica al notar la expresión dolida de Harry.

—Nunca fue mi intención, Lou.

—Lo sé, lo sé. Necesito entrar, por favor.

Harry abre la puerta sin apartar los ojos de Louis, mirando cómo se encoge de manera incómoda, solo flexionando las rodillas un poco, como luchando por mantenerse de pie. Y sabe bien que Louis no quiere demostrar el dolor frente a él, pero es muy notable, sin embargo.

Kendall está sosteniendo una copa con algo parecido a vino blanco, mientras los observa entrar sentada desde el sofá. Louis maldice mentalmente, odiando toda la situación.

—Creo que voy a casa. —Susurra para Harry, quien se gira con expresión de sorpresa.

—No. Tú te quedas, ella se va. —La chica rueda los ojos mientras da un sorbo a su trago.

—Ese no es el saludo que tu esposa merece. —Harry la mira con irritación, sintiéndose impotente.

—No eres mi esposa. Vete ahora.

—Harry yo no estoy de humor para aguantar esto, mejor me voy. —Harry vuelve a girarse para ver a Louis, sosteniendo su brazo con suavidad.

—Quédate, no te vas así. No te dejaré.

—Qué asco. —Comenta Kendall al ver la escena excesivamente cursi.

—Cierra la boca. —Aún sosteniendo el brazo de Louis, se dirige a su habitación con prisa, hasta que escucha un ligero quejido a sus espaldas y comienza a caminar con más lentitud.

Al entrar en la habitación, Louis arrastra los pies hasta finalmente llegar a la cama, sentándose con absoluto cuidado, haciendo una mueca de dolor cuando su cuerpo entra en contacto con la cama. Harry cierra la puerta con seguro antes de correr hacia el baño dentro de la habitación y tomar todo tipo de cremas de su gabinete. Por suerte tiene todas las cremas que Liam le ha regalado en tantas ocasiones y que nunca ha usado. Liam y sus cosas aburridas que tal vez son muy útiles pero que Harry jamás admitiría.

Sale del baño cargando todas las cremas, y Louis lo mira con asombro, y algo de susto.

—No vas a utilizar todo eso en mi trasero, ¿verdad?

—Son... Analgésicas según Liam. Bueno... Te aliviarán el dolor y la quemazón. Creo que puedo... —Balbucea mientras observa todos los botes. Louis alza una ceja, se reiría de no ser porque le dolería más. Harry luce muy preocupado, y eso es un poco... Satisfactorio. De cierto modo.

—Vale. Está bien, puedes colocarme la crema. Pero solo una. El dolor no se ira más rápido usando todas a la vez, pueden tener contraindicaciones.

Moto-Taxi ➳ Larry AU ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora