Capítulo 2.

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Su semblante cambia por completo una vez que pisa el imponente edificio. Ha dejado su imagen de chico despreocupado y fiestero, para verse como un hombre de negocios. Eso sí tiene Harry, tiene esa especialidad de convencer a los empresarios con sólo poner voz gruesa y fingir interés en el asunto. Su presencia es importante en las conferencias, y todavía no entiende cuál es la razón de todo ese circo.

Él sólo se sienta en la gran mesa rodeada de inversionistas y empresarios importantes, a un lado del presidente de la empresa, Desmond Styles, nada menos que su padre. Coloca los codos sobre la mesa, apoyando su mentón en sus puños, frunciendo el ceño como si le importase cómo se desenvuelve la empresa de embutidos, ignorando la cruda mirada de su padre sobre él. Genial, así saluda a su hijo después de no verlo en cinco meses. Seguramente tiene muchas cosas que decir, y ninguna será buena, por supuesto. Desmond Styles nunca tiene nada bueno que decir a su único hijo.

Harry duda mucho que su padre haya escuchado algo de lo que acaba de decir el gerente encargado de las empresas de embutidos, si no ha dejado de escrutarlo con la mirada desde que Harry entró por la puerta del salón, seguro intentando leer su postura y facciones. Trata de cubrir su rostro de él, para que no sea capaz de mirar su cara de zombie, esas ojeras moradas y sus ojos inyectados de sangre. También espera que su baño le haya ayudado a desprender todo el olor de alcohol de su cuerpo, y su aliento tampoco sea muy delatador. Sí, realmente pide mucho, su padre seguramente ya logró descifrar todo con lujo de detalles en estos escasos veinte minutos. El viejo tiene sus poderes.

Cuando comienzan a repartir las encuestas de los supuestos encabezados de ventas, y comienzan a dibujar las estadísticas en la pizarra, Harry tiene la mente en otro lugar. ¿Cómo era el número de ese chico?

A decir verdad, el chico de la moto no está nada mal. Puede que tal vez no sea pasivo, pero Harry no tiene ningún problema con eso. Si puede convencer a unos empresarios de firmar un acuerdo con muchos euros de por medio, seguro que puede convencer a un chico de abrirse para él. No es la primera vez que Harry ha vuelto pasivo a un chico, claro, ofreciendo una gran cantidad de dinero cualquiera daría su culo. Y este chico parece muy interesado en obtener dinero fácil, él mismo lo dijo, sólo podrá satisfacer a su billetera. Genial, Harry tiene un plan para eso. Nadie se le escapa de las manos, absolutamente nadie.

Podría llamarse bisexual, de hecho no tiene una sexualidad definida aún. Se siente atraído por ambos sexos, con más inclinación por los hombres, por supuesto. Jóvenes, claro está. Harry todavía no está tan loco para acostarse con un viejo, eso se lo deja a Liam. Le parece de lo más repugnante.

Puede que sea sátiro, -amante del sexo- pero sabe muy bien escoger a sus presas, Harry no se mete en cualquier agujero, claro que no. Tiene un prototipo. El chico o la chica debe poseer un cuerpo escultural, buenas nalgas, buenas piernas, deben ser atractivos físicamente, de rasgos finos, preferiblemente delgados, y le atraen las chicas de senos pequeños, por muy inusual que parezca. Los morenos de piel bronceada son sus favoritos. Su piel es suficientemente pálida y no necesita cogerse a nadie de su misma tez. No es atractivo.

Y aunque sólo los necesite por una noche, éstos deben cumplir con todas las características. Y las normas, claro, Harry se asegura de colocar las normas. Son muy sencillas: las parejas ocasionales nunca deben hablar de lo ocurrido.

Harry tendría la peor reputación si los medios descubriesen sus encuentros casuales con personas diferentes cada día. Su vida amorosa, o mejor dicho, sexual, no es problema de nadie.

×××

Louis llega a la parada de moto-taxi, muy irritado. Se saca el casco y bate su cabello, dejando que el flequillo caiga libremente sobre su frente. Zayn lo mira con diversión.

Moto-Taxi ➳ Larry AU ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora