Moto-Taxi ➳ Larry AU ✔️

Capítulo 28.

Louis despierta por las leves caricias en su espalda, los dedos largos de Harry recorriendo toda su extensión. Sonríe somnoliento, sintiéndose en completa calma, muy conforme con lo vivido la noche anterior, aunque a estas horas de la mañana el dolor está vivo y latente, recordándole con insistencia que Harry estuvo allí, más presente que nunca. Seguro lo sentirá por días. No le molesta en lo absoluto, claro.

—Buenos días. —Dice con voz ronca, carraspeando para aclarar su garganta.

—Buenos días, amor. —Responde Harry a sus espaldas, sin dejar de acariciar su piel.

Louis no puede explicar con palabras lo que siente ante aquel apodo que a Harry le ha dado últimamente por usar. Es... No sabe qué nombre darle, simplemente lo ama.

—Tengo que llegar temprano a la oficina. Mi padre ha enloquecido un poco, quiere tener una conversación sumamente importante. —Hace comillas con sus dedos al decir eso—. Esas fueron sus palabras. —Louis gira sobre la cama para encontrarse con su mirada tentadora, y sus ojos se desvían rápidamente a sus labios color sandía. Se le hace imposible no lamer sus propios labios ante la imagen -terriblemente sensual- frente a él.

—¿Debes ir ahora? Quería preparar el desayuno y comer juntos.

Harry alza una ceja, esperando algún comentario sarcástico después de eso, pero Louis no dice nada más, su expresión inexpresiva, y entonces Harry esboza una gran sonrisa al saber que habla en serio.

—También me gustaría eso, pero mi padre nunca ha sido tan insistente. Algo muy malo debe estar pasando. Debo ir. —Louis hace una mueca, pero se abstiene de hacer un comentario ofensivo para el padre de Harry.

—Bien, será para otra ocasión entonces. —Dice resignado. Harry sonríe de manera lasciva, sus dedos acariciando ahora el pecho desnudo de Louis, bajando hasta hundirse bajo las sábanas, y sosprendiéndolo al ahuecar su trasero, mientras conserva esa sonrisa seductora. Los ojos de Louis se amplían, y Harry puede ver un ligero rubor en sus mejillas.

—Sé lo que quieres. Créeme, yo también quiero quedarme y follarte tantas veces como sea posible, tu culo me enloquece. —Aprieta su agarre, y Louis gime por lo bajo— ¿Lo disfrutaste anoche? —Louis pone los ojos en blanco.

—Sí, debo decir que no dolió como la primera vez. Se lo debo al lubricante. —La sonrisa de Harry se ensancha, y súbitamente azota su trasero con una nalgada. Louis se queja, saltando un poco ante la sorpresa.

—Oh no, cariño, fue gracias a mí. No fui rudo contigo, debo recibir méritos por no follarte de la manera que quiero. Lo haría, en todas las posiciones que conozco, pero no considero que estés listo para eso. —Louis frunce el ceño.

—Puedo soportar cualquier cosa, no me subestimes. Puedo ser tan bueno como cualquier otro.

—No lo dudo, amor. Pero no eres como los otros, y eso no es algo malo. Vamos a llegar a ese nivel algún día, solo no me gustaría poner tanta presión en ti.

—Bien, espero que sea pronto. Ya quiero llegar a ese nivel, y mostrarte que puedo soportarlo. Quiero satisfacerte de todos... —Harry lo interrumpe.

—Oh, cariño. Me satisfaces de muchas maneras, no sabes cuánto. Ahora mismo quiero follar tu trasero tan duro y rápido, joder. No lo dudes, llegaremos a ese nivel más rápido de lo que crees.

Louis sonríe ampliamente, como si hubiese recibido el mejor cumplido de todos.

—¿Nos veremos esta noche? —Pregunta con cierta ilusión. Harry se muerde el labio inferior.

—Quiero que vayas por mí al trabajo, dejaré mi carro en el estacionamiento de la empresa. Me gusta más viajar en la moto contigo, es una buena excusa para estar cerca de ti. —Le guiña un ojo, como si Louis no sabe a qué se refiere.