Nunca te dejaré ir [billdip]

Capítulo 7: Es hora del show

Pov Normal

Las luces de la carpa se encontraban apagadas y después de un monto de gritos de todo tipo solo se escuchaba puro silencio, el cual causaba curiosidad a los espectadores, hasta que se empezó a escuchar una música que causaba miedo intriga y emoción.

Unos faros de colores blancos azules amarillos rojo y violeta empezaron a alumbrar ciertas zonas del lugar moviéndose sin cesar por unos 2 minutos aproximadamente, hasta que se pararon en un punto en específico, donde se hallaba un hombre de cabellera rubia piel blanca aunque con las luz esta podría ser apiñonada traía un parche y un traje muy elegante parecía ser que él tocaba la música del fondo en piano, se levanta para hacer una reverencia la cual parecía dirigida a Dipper, pero el piano no dejaba de tocar la música lo cual asombró a todos.

—¡Bienvenidos Gravity Falls! — empezó a hablar el que parecía ser el maestro de ceremonias — a este gran show, sé que jamás lo olvidarán — eso último lo dijo mientras observaba a Dipper con su mirada ámbar de una forma que le causó un escalofrío al castaño, pero pareció que nadie lo noto aparte de él.

El rubio se dirigió a su piano para seguir con la melodía, y las luces se disparan a distintas áreas de la carpa donde se podía admirar los distintos espectáculos de los cuales había: una chica de cabellera rosa bailando y jugando con y sobre fuego del mismo color del cabello de ella, un hombre que con su dentadura perfecta comía y mordía cualquier cosa desde madera a metal, otro que hacía un espectáculo de equilibrio, un montón de acróbatas, alguien el cual se estaba torciendo en forma sobrehumana, alguien dominando distintas bestias a la vez, entre muchos más espectáculos a la vez.

Había pasado unos cincuenta minutos de todo el show entre risas exclamaciones y sustos por parte de los espectadores, hasta que el maestro de ceremonias se paró de repente y esta vez el piano igual se paró para que todos lo observarán en modo de sorpresas.

—Lamentos decirles que el show está por acabar — se escuchó como muchos se quejaban pero el rubio hizo una seña que ocasionó que todos guardaran silencio absoluto — peeero habrá un último evento y para eso necesitaré a alguien del público para esto — en eso recorre su mirada a todo el público aunque sabía perfectamente a quién elegiría — tú — señaló a Dipper el cual se sorprendió y cuando menos lo noto ya se encontraba en el escenario — que tal mi Pino — eso último lo dijo en un susurro que solo el castaño escucho.

—No puede ser eres... — la cara de horror y sorpresa eran únicas, pero no pudo acabar de hablar pues el rubio hizo un chasquido de dedos que dejó mudo al Pines, más que habló en seguida.

—Un gran aplauso para este joven — todo el público aplaudió sin saber qué les pasaría — ¡Es hora del show!

En eso una silla apareció y en ella el rubio sentó al castaño el cual trataba de articular palabras o gritar lo cual nadie se percataba excepto su familia y amigos de él que ya empezaron a sospechar de lo que sucedía, pero no hacían nada pues no querían adelantarse a nada aun así ya estaban listos para lo que fuera que vinieran. En eso salieron unas cadenas que sostenían al pobre Dipper.

En eso el rubio hizo una señal discreta para decirle a sus criaturas que estuvieran listas para lo siguiente lo cual no se hizo esperar, para luego dar un chasquido de dedos que permitió el habla al castaño el cual no se hizo esperar y gritó.

—¡EL ES BILL CIPHER!

Ese grito alarmó a todos, pero antes de que pudieran hacer algo las luces se apagaron y una escandalosa risa que todos identificaron se escuchó por todo el lugar.

—JAJAJAJAJAJA que tontos son todos nunca sospecharon nada y ahora cayeron en mi trampa, aquí el último evento que lo disfruten.

Con lo último dicho y una señal por parte de Bill se encendieron las luces en una tonalidad rojiza para mostrar a todos los artistas y a un monto de demonios los cuales se abalanzaron a los espectadores de inmediato.

Los gritos no se hicieron de esperar todas las criaturas atacaban a todos los humanos, unos trataron de correr a la salida, pero no podían salir pues había una clase de barrera impidiéndoles eso, otros trataron de luchar o esconderse, pero no tenían éxito alguno.

Mientras Dipper empezó a flotar en su silla y a un lado se encontraba Bill el cual le empezó a hablar.

—No crees que es hermoso el espectáculo.

—¡Eres un demente Bill!, ¡Ya detén esta locura!

—Detenerla claro que no, si apenas está comenzando, nunca me divertí tanto JAJAJA.

Señalando lo que sucedía alrededor del escenario y dentro de él, agarra del rostro a Dipper para que el viera todo lo que estaba sucediendo, los gritos desgarradores se escuchaban en todos lados, los llantos y el sonido de peleas. Se podía apreciar como los del pueblo trataban de no doblegarse ante los demonios, pero sin ningún éxito alguno, pues se veía como caían los cuerpos sin vida de algunos o como eran atados otros. Dipper no podía aguantar más ver lo que sucedía al frente suyo para así cerrarlos y que las lágrimas empezarán a salir poco a poco.

— ¡Pues yo no!

—Hay mi Pino, tranquilo que casi se acaba, mira.

Y Dipper abrió sus ojos para voltear a ver la grotesca escena, un monto de cadáveres alrededor, personas arrinconadas por demonios amenazándolos con atacarlos, otros llorando, algunos estaban inconscientes, había cosas en llamas y un monto de sangre alrededor.

Pero lo peor era la imagen de todos los familiares y amigos del castaño en la inconsciencia o al borde de ella, sujetados por algunos monstruos, agregando igual que estaban llenos de sangre y con un monto de heridas, algunos aún intentaban librarse o luchar, pero era imposible estaban agotados y en muy malas condiciones para eso.

El ambiente era demasiado lúgubre, tétrico, grotesco y nada alentador para todos los presentes, algo que no concordaba con las carcajadas de cierto demonio el cual parecía divertirse entre todo lo que sucedía a su alrededor.

—JAJAJA deberían ver sus caras, aún me sorprende que no lo hayan visto venir todo esto, no lo creen chicos — Los demonios criaturas y monstruos empezaron a reír de un modo de estar de acuerdo y de burla — pero este último show no era para ustedes sino para MÍ querido Pino.

Todos se quedaron sorprendidos ante las palabras de Bill, de que ya algunos sabían que Dipper era el objetivo del demonio, pero nunca se esperaron que hiciera algo como eso, al parecer Bill estaba más loco y desquiciado de lo que pensaron.

—Ahora Pino te tengo un trato

Sonrío el rubio de una forma sádica y retorcida parándose enfrente del castaño el cual ya se encontraba en el suelo, pero aún amarrado, si lo que venía no era nada bueno.

—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—O—o—o—

Aquí otro capítulo que opinan les gusto, vaya que Bill si sabe cómo hacer un espectáculo y dar grandes sorpresas ¿No?

Pues gracias por leer, Con esto me despido.

A y Feliz Navidad atrasado :3