Capítulo 25: Transformados

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Todos los presentes seguían asombrados y anonadados por lo que había pasado recientemente, apenas y podían asimilar toda la información de esos momentos, les parecía tan irreal que al final el demonio de un ojo haya logrado su objetivo de una forma tan imprescindibles, tan rápida e inevitable ya en aquellos momentos.

Pero después de aquel asombro llegó la frustración, la tristeza, la rabia, entre otras emociones negativas de todos aquellos que lograron presenciar aquel acontecimiento que cambiaría a esa dimensión para siempre. O eso es lo que parecía porque solo una persona de los presentes seguía asombrada y sin saber que sentir en aquellos instantes.

Pero la risa malévola de aquel ente cuya forma antes era triangular invadió todo el ambiente del lugar, llamando la atención de todos los presentes.

—JAJAJAJA por fin lo he logrado, por fin podré traer toda mi locura a esta dimensión y más allá—el rubio dio una pequeña pausa para luego observar a los humanos que se encontraban observándolo — y todo gracias a ustedes.

—Pero ¡¿Cómo encontraste una forma de destruir la barrera?! — inquirió Ford pues sólo él sabía cómo deshabilitarla y además de que Bill no podía entrar a su mente si este no le daba permiso por la placa de metal que tenía incrustada en la cabeza — ¡Explícate!

—Eso es muy fácil Seis Dedos, en aquellos momentos en los cuales me encontraba atrapado en mi prisión de piedra, de algún modo pude absorber la energía de este lugar haciéndome más fuerte y poderoso que antes, pero no lo suficiente como para destruir aquel escudo que me mantenía encerrado aquí, claro me liberé de mi prisión de piedra, por lo que entendí que al absorber una gran fuente de energía y que está fuese dirigida a la barrera está se destruiría — al decir eso colocó una sonrisa sádica a todos — y es aquí donde ustedes forman parte, como bien sabemos ustedes miembros del zodíaco juntos son capaces de destruirme, por lo que igual su energía unida era suficiente para deshabilitar la barrera, pero necesitaba un seguro para esto y ese eras tú Pino — mencionó mientras sostenía con una mano la mejilla del castaño, el cual por la conmoción no había hecho nada por alejarse del demonio quedándose aún a su lado — tú fuiste a el conducto para que el ritual funcionará y para ello quedaste atado en alma conmigo, ahora estarás conmigo por siempre, siendo yo quien lanzó el hechizo — con esas palabras Dipper al fin reaccionó y de forma brusca se libera del toque de Bill y da un par de pasos atrás.

—¡Espera que! — mencionó alarmado sin querer creer lo que el demonio le dijo — yo no estaré contigo por siempre.

—Tal vez antes estaba la posibilidad de que te pudieras alejar de mí, mi querido Pino — el rubio se teletransportó para quedar detrás del castaño y sostenerlo de los hombros — pero ahora ya no hay lugar en esta dimensión donde te puedas esconder, además de que tu alma está unida a mí, por lo que a pesar de que estés en el otro lado del universo sabré dónde estás, además de que si te alejas mucho de mí te sentirás débil porque dependerás de mí.

—...

Pov Bill

Su silencio me hizo saber que no sabía qué decir, él se quedó así sin saber que decir, pero su odiosa familia no se quiso quedar callada ante el asunto.

—¡No puedes hacer eso! — reclamo Estrella Fugaz, después de escuchar mis palabras.

—Claro que puedo estrellar fugaz, pues si lo notas ya lo hice y no hay nada que puedan hacer ahora jajaja.

—¡Te detendremos Bill! — exclamó seis dedos — verdad chicos.

—¡SI!

Dijeron todos los presentes. Hay pero que fastidio, eso me molesta. Quisiera matarlos en estos instantes, pero no puedo, aquella vez que casi los elimino se me olvidó un detalle y ese es el de la reencarnación, por lo que sus almas junto a su símbolo volverían en algún momento y era posible que los nuevos miembros del zodiaco se unirían en algún punto para derrotarme y no me podría arriesgar a eso, además de que sería un fastidio estar buscando las reencarnaciones y estar eliminándolos de forma continua.

Nunca te dejaré ir [billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora