Hombre Lobo o Vampiro? El amor decide

CAPÍTULO 22: Lapida Vampirica

Narra Luke:

- Aggh ¡Huele horrible! - le dije a Louis mientras me tapaba la nariz. Estábamos cerca de un pantano, el hedor era insoportable. Rodeados de agua estancada y lodo pegajoso. Suerte que llevábamos puestas nuestras botas de cuero que nos llegaban casi a las rodillas.

- ¿Y qué esperabas? ¿Qué oliera a rosas en un pantano? - dijo Louis sonriéndome. Él es muy divertido, a pesar de que ha perdido a Eleanor siempre mantiene una sonrisa.

- Bueno no, pero no sé, podrían haber ocultado la Lápida en un lugar menos asqueroso ¿No? - no me sentía bien en aquel lugar, ¿Por qué en un maldito pantano?

- La pusieron aquí para que los Lobos no la encuentren fácilmente - eso ya lo sabía, pero escucharlo de su boca me tranquilizo enormemente.

- ¿Qué vamos a hacer cuando encontremos la lápida? - no quería dejar de hablar con él, su voz me tranquiliza.

- ¡No tengo ni la menor idea! - sonrió.

- ¿Crees que podamos enfrentarnos a Frank? -

- ¡Serge me decía que si me enfrentaba a Frank cara a cara, sin duda le ganaría! - se oía alegre, divertido.

- ¡Definitivo! Me siento seguro a tu lad... - ¡MALDICIÓN! No creí que lo dijera tan fuerte.

Louis volteo a mirarme, en su rostro había una gran sonrisa.

- ¡Nunca pensé que un vampiro necesitara sentirse seguro! - dijo entre risas.

- ¡Cállate! - dije malhumorado.

- ¡Ya Lucian! No te enoj... - iba a dar un paso, pero su pie se atoro en una pequeña raíz, provocando que perdiera el equilibrio y cayera directamente en el pantano.

- ¡Louis! - le dije preocupado.

Se levantó del agua, una pequeña rama de árbol se había enredado en su cabeza, parecía que tenía un moño de lodo.

- Tu cabeza - le señale mientras me reía.

Sacudió la cabeza esperando que la rama cayera, no cayó, salió volando pegándole a una rana, la rana saltó enojada directamente a la cara de Louis.

- ¡QUITAMELA! ¡QUITAMELA! - gritaba desesperado.

Me acerqué para quitársela, me agarró desprevenido y me jaló al agua.

- ¡LOUIS! - le grite enfurecido. ¿Cómo era posible que haya caído en un truco tan viejo? El enojo se pasó rápido siendo remplazado por la risa.

- ¡Te ves más lindo si sonríes! - me dijo entre risas.

- ¡Oh! ¡Cállate! - le dije apenado mientras le arrojaba un poco de agua del pantano.

Él hizo lo mismo, nos mojábamos con agua como si tuviéramos cinco años.

- ¡Lucian! - me empezó a decir Louis.

- ¡Mis amigos me dicen Luke! - lo interrumpí con una sonrisa.

- ¡Luke me gusta estar a tu lado, me haces olvidar a Eleanor! - por primera vez me miro serio - ¡Contigo me divierto más y me dan ganas de, no sé, cualquier cosa! -

- ¡Gracias Louis! Y la verdad yo también me siento cómodo contigo, no me dan esos ataques de rabia que a veces ciento - lo mire fijamente a los ojos.

- ¡Te quiero Luke! -

- ¡Y yo a ti, Louis! - nos abrazamos fuertemente.

- ¡Awww! Se ven tan lindos los dos. - escuchamos a alguien a nuestras espaldas.

Nos separamos rápido y volteamos.