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No sabía que decir exactamente, había arrastrado al chico de la sonrisa cuadrada junto a mí.

—Taehyung, lo siento mucho.

—No te preocupes.

—¿Me sueltas?

—No —hizo pausa —¿Te molesta estar en mis brazos?.

¡Sí! Extrañamente haces que mi corazón salte de una manera inexplicable tan sólo con ésta cercanía.

—No, no seas tonto —hice pausa — y ¿el gato? —pregunté.

—Esta aquí, durmiendo con nosotros. —señaló hacia nuestros pies.

Sí, hay esta ese gato durmiendo plácidamente. Los brazos de Tae están rodeando mi cintura, él me apretó muy fuerte.

—Lo siento, eres un peluche de verdad.

—¡Casi me dejas sin aire tonto! —refuté.

—Tranquila, ya puedes irte —me soltó.

Me levanté y lo primero que hice fué buscar mi celular. Vi la hora y ¡madre mía!

—Tae, ¿Tienes idea de la hora?

—No son más de las 6 pm. —dijo relajado.

—¡Son las 7pm! —exclamé.

Tae se levantó rápidamente de mi cama y arregló un poco su ropa, lo acompañé hasta la puerta.

—Me iré ahora, ayúdame con una excusa. —dijo nervioso.

—Creo que deberías decirle la verdad Tae. —lo regañé.

—Se enojará.

—Lo hará, pero creo que tal vez si te comprenda.

—¡Agh! —se quejó.

—Se valiente tonto —toqué su nariz con mi dedo índice.

—Cuídate, probablemente no me quede hoy contigo más tarde, ya sabes mamá enojada. Disculpa, enserio —besó mi frente.

—No hay problema.

Taehyung se fué, espero realmente que le vaya bien. Estaba sentada en el sofá frente al televisor, el gato de Tae se recostó en mis piernas; mi celular está a mi lado el cuál de la nada sonó, no acostumbro a recibir llamadas pero de todas formas contesté.

¿Aló? ¿Ternura?

Basta con sólo haber escuchado ese apodo para saber que es Jimin.

Sí, dime.

—¿Puedes venir a la estación? ¡Es urgente ternura!

Después de decirme eso colgó, ¿Le habrá pasado algo? ¡Agh!. Sólo me dejó con muchas dudas en mi cabeza. Me vestí con lo primero que encontré, unos Jeans azules ajustados, una camisa negra y unos zapatos negros, me puse un poco de labial hidratante. Lo siento, fué lo primero que encontré. Tomé mi celular y un bolso ¡no puedo dejar al gato sólo! Así que lo metí dentro del bolso y salí corriendo.

(...)

Después de haber corrido como si me estuviera siguiendo la mafia, logré visualizar a Jimin y... está con JungKook, ¿Le habrá sucedido algo?. Cuando por fin los alcancé, me detuve para tratar de regular mi respiración y hablar.

—¿Qué fué lo que sucedió? ¿Están bien? ¿Alguno de ustedes está enfermo? —pregunté preocupada.

—Te dije que no le dijeras eso Jimin. —JungKook golpeó su brazo.

Chico Ilegal. [Kim Taehyung y Tn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora