No es fácil vivir en una sociedad en donde todavía es considerado un tabú y, mal visto, el amar a otra persona de tu mismo sexo.
¿Quien manda al corazón si uno mismo no puede controlar las emociones?
Eso le sucedio a Kim TaeHyung quien es un joven...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pobre castañito quien tenía el corazón revuleto debído a todas aquellas emociones negativas que surcaban con oscurecer su corazón.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer le por todo el cuerpo una vez dio un paso en el instituto. Incluso se encontraba el pobre castañito sudando frío debido al miedo que sentía.
Todo se sentía tan pesado, la vibra en el ambiente no era la mejor de todas sinceramente.
¿Por que había decidido venir aun cuando Hoseok quería matarlo?
Fácil de responder, tal vez era masoquista, por más que el chico le odiara, le gustaba ver el rostro como todos los 5 días de la semana como era de común desde hace dos años de quien estaba enamorado, no tenía remedio.
Tal vez no tenía remedio, TaeHyung lo admitía desde lo más profundo de su ser.
Tonto ¿Cierto? No le culpen, es solo un pequeño chico enamorado.
Con los nervios a flote, Taehyung avanzo tembloroso tratando de parecer desapercibido, pero sería muy difícil siendo una de las principales personas estando en boca de todos por Jung.
Pego sus libros a su pecho temeroso y sin más fue avanzando poco a poco tratando de que nadie le notase.
Solamente quería ser invisible, y que nadie lo volteará a ver.
« Si continuó así, tal vez nadie me note » pensó el castañito asustado, avanzando de lo más cauteloso posible.
Con cuidado abrió su casillero para sacar sus libros de la primera clase.
Estaba tan concentrado en su miseria que no notó una presencia a su lado.
Unas manitas alertaron al chico dándose vuelta asustado, encontrándose con la dulce Eyesmile de Park Jimin, su mejor amigo desde hace muchisimos años.
─¡¡TaeTae!! ─Chilló Jimin emocionado, abrazando el cuerpo delgado y alto del castaño, llamando la atención de todos los presentes quienes comenzaron a susurrar mirando al chico.
Taehyung sintió su alma dejar su cuerpo. Jimin observaba al menor confundido.
No podía ser, su sentencia había sido sellada.
— ¿Estás bien TaeTae? — pregunto confundido el mayor de ver el silencio del castaño. Jimin sabía que algo allí no cuadraba.
El contrarío negó abrumado. Jimin no entendía porque todos les observaban como si fuesen lo peor del mundo.
Tantos ojos sobre TaeHyung le estaban poniendo nervioso, Jimin estaba confundido.
¿Qué tanto había sucedido en todo ese tiempo que no estuvo?
Habían ocurrido un montón de cosas luego de estar más de una semana ausente por el viaje de negocios de sus padres.
Taehyung abrió su casillero rápidamente, tomando sus libros con nerviosismo.
