No es fácil vivir en una sociedad en donde todavía es considerado un tabú y, mal visto, el amar a otra persona de tu mismo sexo.
¿Quien manda al corazón si uno mismo no puede controlar las emociones?
Eso le sucedio a Kim TaeHyung quien es un joven...
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La mujer cerró la puerta de la oficina, suspirando profundamente sintiéndose tan cansada de la situación que les había arrastrado hasta allí. Talló su sien para tratar de meditar las palabras que le iba a decir a su estúpido marido y por fin tratar de llegar a un "acuerdo", aunque dudaba que eso fuese posible.
No podía creer que Jung HyungSoo haya tomado ese camino.
─Dame una razón para no hacer un escándalo a esta hora.
No sabía ni cómo empezar aquella discusión pero quería que fuese corto y preciso, sin rodeos de por medio. Clara y precisa para no tener que agrandar el problema.
─Sencillo, no lo hagas y deja que todo siga como esta.
─No intentes hacer este problema más grande, Hyungsoo ─Un suspiro de cansancio salió de su boca.
Hani estaba agotada también, ya era tarde, todos tenían puesto su pijama para dormir, pero tal parece que eso se iba a retrasar. La lluvia allá fuera golpeaba la ventana y los relámpagos iluminaban la oficina.
─No puedo creer hasta donde ha llegado tu avaricia, HyungSoo ─decía la mujer mientras observaba a su esposo con dolor, sintiendo el nudo en la garganta al ver el monstruo en que se había convertido a quien en su tiempo logro ganar su corazón.
Algo debían haberle hecho a su esposo, no era clase de persona, ¡Le conocía! no creía que fuese capaz de tanto.
─¿Por qué tendría algo que ver con aquel asqueroso homosexual?
─¡¿Por qué estás haciendo esto?! Ya no mientas ─exclamaba desesperada.
El señor Jung se sentó en el sofá para observar a su mujer mientras la dejaba hablar. Su esposa parecía estar en llamas pero trataba parecer calmada.
─Porque fuiste el primero en rehusarte cuando nuestro hijo nos dijo que amaba a ese niño ─Hani no quería tener que pelear con su esposo.
Hyungsoo no entendía porque su mujer estaba tan decidida a volver a su hijo homosexual, simplemente quería mantener la paz en su hogar. Su hijo Jung Hoseok estaba bien hasta que ese niño llego.
─¡No seas cobarde y dilo! ─bramó con enojo ─, ya deja de fingir que no has hecho nada.
─¡¿Acaso quieres que nuestro hijo sea uno de esos?! ─exclamó el hombre sin creer cómo su mujer podía estar de acuerdo con ello. Se sentía tan indignado con ello ─, ¿Qué es lo que querías oír? ¿Qué admitierá que fui yo? Pues ya esta, lo dije mujer. No puedo permitir que mi hijo sea una de esas basuras que no sirven en este maldito mundo.
─No puedo creerlo.
─Hani lo siento por gritarte de esta forma, pero no puedo aceptar eso, lo sabes.
─"Esas basuras" ─hizo énfasis con sus dedos la mujer mirando a su esposo seriamente. ─, tienen nombre y lo sabes. No te entiendo Hyungsoo, HoSeok es nuestro hijo, no deberías ser con él de esa manera. Simplemente no puedo creer que nuestro propio hijo tenga a su padre como enemigo, eso ya es cruzar los límites.
La mayor se sentía tan dolída de la situación, HyungSoo era realmente cruel, pues a su propio hijo, ¡Su viva imagen! púes eran casi iguales (excepción por la edad) le estuviese haciendo tanto daño a su único hijo varón.
─Mi hijo no debe ser un maldito homosexual, Hani ─La voz del hombre era fría, sin remordimiento, Hani trató de no quebrar en llanto ─. Un hombre debe tener a una buena mujer a su lado, él se dará cuenta después, ese maricón que estaba a su lado pudo haber embrujado a nuestro hijo y tu estás de su parte, no te entiendo mujer.
La mujer mordió su labio inferior, tratando de no llorar.
¿Donde había quedado aquel hombre del que se enamoró?
Tal parece que nada haría cambiar a su marido.
Pero había algo que no entendía de todo allí, HyunSoo no era así, esta vez algo debío haber pasado.
─¿Por qué no aceptas a nuestro hijo cómo es? ─le habló dolida la de cabellos castaños ─, sabes que tu esposa era una jodida bisexual que tenía novia, pero así la aceptaste y te enamoraste de ella ─La mujer derramaba lagrimas en silencio. No quería que su esposo perdiera la cabeza de lo que ya estaba.
─A ti ya se te quito esa idea en la cabeza Hani, has cambiado.
Un golpe se hizo presente, ya había cruzado los limites. La mujer había abofeteado a su esposo en la mejilla.
─ ¡No es una idea HyungSoo! ¡Es amor! ─la mayor se cubrió su boca tratando de calmar sus lagrimas ─. Por favor, vuelve a ser el mismo que eras antes, el hombre que me enamoro y me había enseñado a amar. Ya tu padre no esta, no puedes torturarte de esta manera ser como él quería.
─Mujer, no quiero discutir. No armes guerra, ya deja todo como esta, no revivas a los muertos, mejor hablaremos mañana ─le dijo mientras acariciaba su mejilla, en donde su esposa le había golpeado muy fuerte.
La mujer comenzó a reír sarcásticamente. No se iría de allí hasta conseguir algo.
Nadie estaba haciendo guerra más que su esposo.
─¿Guerra? Aquí nadie está haciendo guerra, tú lo estás ─acusó la muje ─ HyungSoo por favor, deja esto. Deja a tu hijo ser feliz con ese niño.
─No quieras que me enojé contigo también, Hani ─El hombre se levanto del sofá para avanzar y detenerse frente a su esposa ─. Hablemos más temprano a fondo de esto, no se discute más.
La mujer le miró seriamente, hizo un puchero al no obtener respuesta.
─Quieres guerra, ¿No es así?
─No estoy hablando de eso mujer.
─La tendrás si no cambias tu decisión y tu sabes que yo no me dejo ─la mujer hablaba mientras avanzaba hacia la puerta para salir de ese lugar, no sin antes mirar a su esposo con tristeza ─. Te amo, pero no quiero que le hagas daño a nuestros hijos.
Hani no se quedaría con los brazos cruzados de esa manera.
─Hani, espera.
─No esta vez Hyungsoo, lo siento.
Ella simplemente lo dejo solo y comenzó a avanzar por los pasillos.
