Ya saben lo que opino de los clichés: no es malo usarlos y, hoy, al mostrarles cuáles son al iniciar las historias, no quiere decir que no deban usarlos ni que quienes lo usan están mal. Sólo les muestro cuáles son para que ustedes mismos traten de pensar otras formas de comenzar sus relatos o darles complejidad a estos.
1. Despertando.
"RIIIIING. RIIIIING. La alarma hace que Jessica Parker, de 14 años, se sacuda de un sueño profundo. Ella gruñe y trata de apagarla, mientras su madre llama desde la habitación contigua.
—Date prisa, Jessie, o llegarás tarde.
Ella mira en el espejo su cabello rojo rizado, el cual siempre se convierte en un nido de ratas después de dormir. Mientras lo cepilla, su molesto hermanito entra corriendo por la habitación haciendo ruido y sosteniendo sus juguetes.
—¡Jessie, Jessie, mira mis camiones!
Rueda los ojos y piensa "¿por qué a mí?""
Cualquier historia que arranque de este modo es un cliché. Sólo... míralo. También estas otras formas de despertar:
-Un sueño: primero narras el sueño en donde el lector creer que esa es la verdadera historia pero luego se da cuenta de que sólo era un sueño o pesadilla.
-Onomatopeyas: alarmas, tonos de llamada, golpes en la puerta.
-Frases como "el desayuno está listo", "llegarás tarde", "despierta, bella durmiente".
-El olor del desayuno.
-El protagonista se levanta de la cama para mirarse en el espejo (y asegurarse de que se ve como todos los días y no envejeció un par de años).
-El primer día despertando de algún suceso (un coma, por ejemplo).
-El tonto de tu protagonista que nunca puede recordar bajar las persianas.
2. Descripción del clima.
"El joven y radiante sol se levantó en el cielo, celeste, despejado, arrojando su luz, débil pero constante, a través de la tierra apenas poblada".
Cualquier página que empiece con escenas muy descriptivas en donde, por oración, encuentras ocho adjetivos como mínimo. Dependiendo del público, debes usar las descripciones con moderación, sobre todo en el comienzo, pues muchos suelen aburrirse y a veces no tienen importancia con la trama.
3. "Había una vez en una tierra muy lejana".
No tengo nada para decir sobre esto, de seguro conocerás este inicio. Cuando lo leo, me siento como si voy a leer algún cuento infantil.
4. Descripción de la ciudad, reino, planeta, etcétera.
Describir este tipo de mundos puede ser divertido, pero ¿no crees que es pronto para que los lectores se preocupen por el tipo de automóviles que manejan los habitantes o su sistema de gobierno? Mejor cuenta algún suceso importante y luego déjales que se enteren de eso.
5. Descripciones detalladas de los personajes o de la historia a fondo.
Lo último que debes dar en las primeras páginas son detalles de todo. Para que los lectores quieran seguir leyendo y la historia les cause suspenso, no debes dar todas las pistas; cuanto menos sepan, mejor. Piensa: ¿es importante que sepan apenas empezar la historia cuál es el color de ojos o cabello de los personajes? ¿Acaso nos dice algo acerca de sus deseos o personalidad? No lo creo.
Dar un guiño a la historia de fondo está bien, pero no profundices todo lo que ocurrió antes de comenzar, así que no comiences con una biografía que diga dónde nació el personaje, a qué escuela fueron, como crecieron, como consiguieron su trabajo, etcétera.
6. Dirigirse directamente al lector.
"Bienvenido/a a mi historia. Si estás leyendo esto, te estarás preguntando..."
Este cliché muchas veces puede no gustar, pero también puede ser divertido si sabes usarlo.
7. Decirle al lector que tu historia es real.
Por más de que lo digas, los lectores saben que no es así. Actuar como si fuera una historia real está bien, pero quizás no decirlo directamente, como "esto realmente sucedió hace muchos años" o "esta es la verdadera historia de cómo me volví...". Lo único que haces con esto es recordarnos que la historia no es real.
8. Hechos sobrenaturales.
Todo el mundo te dice que debes escribir una primera oración que de verdad llame la atención, ¿no? Pero entonces, eso lleva a muchos a escribir:
"Cuando me desperté esa mañana, no tenía idea de que mi hermana pequeña se convertiría en un extraterrestre y trataría de matarme".
O:
"—Los mataré a todos —gritó el espantoso murciélago elevándose sobre el campo de fútbol del instituto".
Esto seguro atrapa a los lectores, ¿no? O sea, es algo fuera de lo común. En realidad, no. El hecho de que tu historia tenga algunos sucesos sobrenaturales no significa que no deba ser realista. Sólo imagina si esos hechos ocurrieron nada más en el principio, ¿qué locuras podrían venir después?
9. Cosas que el lector no comprende.
Aquellos comienzos en donde se narran diálogos que, encima de largos, no tienen explicación. Seguramente todos queremos saber quién está hablando, dónde y cuándo, a menos que lo hagas genial y luego el lector pueda darle contexto más tarde a ese diálogo. Pero de lo contrario, si los lectores no entienden, estarán confundidos y aburridos.
Como siempre digo, las reglas hicieron para romperse. Si conoces la forma correcta de hacer algo pero de todas formas quieres desviarte de lo estándar, ¡adelante! Haz lo que quieras, lo que más te guste, y quizás le guste a alguien. ¡O podría no importarte a quién le escribes! Simplemente no te quedes atascado en una mala apertura: si te gusta usar alguno de estos clichés, no olvides darle tu toque especial y busca esa forma para dejarte contento y dejar contentos a los lectores. Piensa: ¿por qué querrían seguir leyendo mi historia? Sólo mira tu biblioteca y lee las dos primeras oraciones de algunos de tus libros. ¿Cómo empiezan y qué de esas frases te hizo seguir leyendo?
De nuevo, gracias por leer :) Si tienen dudas o quieren dar ideas para la siguiente parte, no olviden comentar. ¡Hasta la próxima!
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"Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido", Ursula K. Le Guin (1929), escritora estadounidense.