¿Por qué tu villano necesita un corazón?

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Bien, lo tiene porque no es un muñeco, pero nuestro trabajo como escritores es lograr que aunque sea un lector se identifique con él, así sea al principio de la historia. Y esto jamás pasará si haces que tu personaje villano sea la persona más horrible sobre el planeta. Te diré por qué.

TODO el mundo ama odiar a un villano. A los lectores les encanta odiar a los villanos, es un hecho vital, de la misma manera que mi necesidad de dormir luego de haber escrito por horas. Ellos quieren introducirse en su red de historias (al igual que con otros personajes) para luego horrorizarse cuando se dan cuenta de que es tan cruel e infame que no pueden creer haber simpatizado con él en algún momento. Y solo lograrás este tipo de confusión emocional si haces que tu lector se identifique con tu villano antes de que haga algo horrible. Pero, ¿cómo?

1. Incluye al menos un rasgo positivo. Uno de los errores más comunes cuando se crea un villano es tener la idea de un "tipo malo empeñado en acabar con el mundo sin una maldita idea de por qué quiere hacerlo". Pero para que un villano sea realista, debes incluir al menos un rasgo positivo. Por ejemplo, odiamos a Gru en Mi villano favorito, pero nos encariñamos con sus hijas. Lo sé, seguro frunces el ceño y dices "pero los villanos son malvados, no pueden tener corazón". Sí, sí, pueden. ¿Por qué? Porque un villano no ha sido villano toda su vida. Sólo mira a Maléfica. Luego de ver su película ya no piensas en ella de la misma forma. Si no le das a tu villano al menos un rasgo positivo, se convertirá en una persona con mentalidad única, empeñado en destruir el mundo (y a tu héroe) pero sin ninguna sustancia detrás de ellos. ¿A qué conduce eso? Un villano plano. Y un villano plano es igual a un conflicto plano. Y esto es equivalente a la muerte de la historia. 

2. No engañes a nadie. A nadie le gusta ser engañado. Existe un peligro al hacer que a tus lectores les guste tu villano: que se dejan arrullar por una falsa sensación de seguridad. Terminan gustando demasiado de tu villano. No hagas eso, porque engañarás a tus lectores. Hacer trampa con los lectores es malo. Si configuras a tu villano para que el lector se identifique con él desde el principio, asegúrate de plantar una semilla de duda en su mente acerca de su "bondad", porque podría pasar que lo identifiquen como el héroe y al momento de saber que no lo es, los decepcionarás.

3. Dale aunque sea un objetivo. Seguro cuando eras chico (o ahora) has tenido que escuchar que en las historias los buenos persiguen sus sueños, pero ¿acaso dominar el mundo o aniquilar la raza humana no lo son? Bueno, son sueños un poco retorcidos que tienen estos personajes, pero al fin son sueños, y son los que motivan sus acciones. Así que no puedes crear un personaje que actúe así por que sí.

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Dime, ¿también has pensado en villanos con los que te has encariñado en algún momento? No te sientas culpable, todos lo hemos hecho. ¡Déjalo en los comentarios!

"El ser humano es ciego para sus propios defectos. Jamás un villano del cine mudo se ha proclamado villano. Tampoco el idiota se denomina idiota. Los defectos existen dentro de nosotros, activos y militantes, pero inconfesos. Jamás he visto un individuo subir al escenario y anunciar, de rostro erguido: 'Señoras y señores, soy un canalla", Nelson Rodrigues (1912-1980), periodista, escritor y dramaturgo brasileño. 

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