Ninguno de nosotros anda solo por la vida. Siempre me han gustado las historias que se centran en la amistad o las familias porque hay mucho potencial para conflictos, dolor y situaciones embarazosas, lo cual las vuelve muy divertidas. Escribir una historia que cuente con un elenco puede ser complicado. Cuando dos o más personajes comparten el centro de atención de la historia, las cosas pueden complicarse fácilmente tanto para el escritor como para el lector. Comencemos con lo obvio: ¿cómo pueden los lectores mantener a todos los personajes en línea? Claro, podría ser simple si uno es un viejo ciego y tartamudo, otra es una bomba salida de la revista Playboy, y el tercero es un enano de una sola pierna. Pero, ¿y si los personajes son como la mayoría amigos, bastante similares en muchos aspectos? Debes asegurarte de que el lector no los confunda. Nuestro objetivo será crear personajes similares pero muy diferentes.
1. Preséntalos lentamente. Saber cómo involucrar a tu lector es clave para cualquier tipo de libro, pero cuando escribes un elenco, es especialmente difícil. Comenzar tu novela con una escena ocupada llena de siete personajes que hablan rápidamente es una manera fácil de asustar a su lector. En cambio, divide a tus personajes en "grupos" e introducelos en grupos de no más de tres para mantener la confusión al mínimo. Para mayor profundidad, presenta a tus personajes en entornos únicos e individuales: es más fácil recordar a tres niñas que estaban charlando en una heladería y dos que estaban en la práctica de atletismo que cinco niñas que estaban hablando en el pasillo de la escuela, por ejemplo.
2. Usa nombres distintivos. La mejor forma de distinguir a los personajes del elenco es a través de sus nombres. A menos que sea para ayudar a la historia, no uses nombres parecidos entre los personajes, como Bob, Tom, Rob, John... Son nombres muy parecidos y también será una dificultad si son más de tres personas.
3. Usa un lenguaje definitorio. Cada persona tiene su propia forma de hablar. Algunos de nosotros hablamos rápido, usamos muchas frases, etc. Otros son más reflexivos, cuidadosos. ¿Cómo hablan cada uno de tus personajes? Puedes escuchar a tus personajes en tu cabeza aunque no lo creas. Cuando leo los diálogo en voz alta (cosa que les había dicho es muy buena para crear buenos diálogos) uso sus voces. Y sí, mis perros se han acostumbrado y asumen que estoy hablando con ellos. Los amigos o buenos amigos, generalmente tienen un idioma propio. Existe un nivel de comodidad que les permite decir cosas que no pueden decir a los demás, al igual que en las familias. Esto también ayuda a que tu historia sea graciosa.
4. Míralos moverse. No deben moverse dos personajes iguales, especialmente cuando están en un reparto juntos. Usa verbos fuertes e individualizados para que sus movimientos cobren vida, no solo cuando están caminando de un lugar a otro, sino cuando están sentados (o caídos, durmiendo, deslizándose) en su silla. Del mismo modo, dales tics físicos: tal vez un personaje juega con su cabello, o tal vez uno tiene la costumbre nerviosa de pulir sus lentes. No exageres porque demasiada repetición volverá locos a tus lectores, pero úsala como una forma de conectar al lector y atraer su atención a cada personaje.
5. Di, no muestres. En otra parte les había mostrado cuándo mostrar en lugar de decir. En este caso, puede haber momentos en los que simplemente debes especificar explícitamente quién es cada persona. No temas decir cosas como el parentesco, la edad, el trabajo u otros atributos de carácter "no demostrables": algunos de estos hechos explícitos de vez en cuando son como señales para el lector. Lo ayudan a saber qué camino tomar y evitar que se pierda.
6. Elige el mejor narrador. Al escribir un reparto coral, debes descubrir quién tiene el mejor ángulo en una escena en particular. Esto requiere que, si escribes en primera persona, cambies los narradores periódicamente. Si escribes en tercera persona, cambias de perspectiva. Cuando escribes en tercera persona limitada, estás contando la historia desde el punto de vista de un personaje singular. Ese narrador puede entrar brevemente en la cabeza de ese personaje, pero sobre todo él cuenta la historia tal como la ve ese personaje. Al escribir un conjunto donde cada personaje es igualmente importante, es necesario compartir todos sus puntos de vista. De lo contrario, es la historia de un personaje, que está bien, si eso es lo que buscas, pero aquí todos son protagonistas. Hay muchas historias en donde los puntos de vista cambian, por ejemplo Will Grayson, Will Grayson, de John Green y David Levithan. Si no quieres escribir POVs separados, usar un narrador en tercera omnisciente es una buena idea.
7. Sé claro sobre quién está narrando. Tener varios personajes principales que están contando la historia, puede fácilmente causar confusión por parte del lector. Debe quedar claro quién está hablando. Puedes hacerlo a través de personajes claramente dibujados con distintas voces. O puedes hacer trampa y simplemente nombrar cada escena con el personaje que narrará. Encuentra una manera de dejar en claro a tu lector quién está narrando para que no conduzca a su frustración. Volviendo al ejemplo de Will Grayson, Will Grayson, nos damos cuenta del cambio de POV por la forma de escribir ya que no usa mayúsculas, ni barras de diálogo... A lo que me refiero es: no es necesario que aclares siempre quién está narrando, a veces puedes dejar pequeñas pistas para deducirlo.
8. Sigue una línea. Me ha pasado mucho que quiero escribir este tipo de historias y suelo dejar colgado al menos a un personaje, como si desapareciera, o no le doy tanta importancia como a los otros. Déjame decirte que si haces esto, ya no se trata de una historia con reparto coral, porque para eso todos deben ser los protagonistas. Por eso asegúrate de que cuando están juntos, tengan 'voz y voto' todos y, cuando no lo están, que todos tengan momentos importantes.
Espero que les haya servido. Si tienen alguna consulta o sugerencia para la siguiente parte, no olviden dejarla en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
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"Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos", Alejandro Magno (356-323 a.C.), guerrero y rey de Macedonia.