Todas las historias comparten elementos que las hacen reconocibles —más allá de que cada una tiene la esencia que la diferencia de otras—, y si, antes de comenzar a escribir, definimos cuáles son, ya tendremos una parte de nuestro trabajo hecha, y nos será más sencillo afinar la historia que de verdad queremos escribir.
1. ¿Por qué has elegido a ese protagonista? ¿Qué lo hace tan especial como para protagonizar la historia? ¿Quién es, qué quiere, qué hace y por qué está ahí?
2. ¿Qué está haciendo el protagonista ahora mismo? Comienza narrando lo que sucede en el presente y entra a la historia, al pasado, tan tarde como puedas.
3. ¿Qué factores crean el conflicto con tu personaje? ¿Qué tipo de fuerzas están atacando o creando problemas en tu personaje?
4. ¿Cuál es la meta de tu protagonista? No te vayas por las ramas, sé claro y honesto.
5. ¿Con qué obstáculos se encontrará en el camino?
6. ¿Qué cualidades tiene tu personaje que le ayuden o le impidan solucionar sus problemas? EL protagonista ha de ser capaz de poner en práctica todas sus cualidades, y si se queda a medias, el lector pensará que es un completo idiota.
7. ¿Cómo cambiará tu protagonista a lo largo de la historia? ¿Qué pasos dará y en qué dirección?
8. ¿Qué intentas decir? ¿Por qué escribes la historia? Encuentra tu voz, tu mensaje.
:) ¡Gracias por leer!
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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo", Oscar Wilde (1854-1900), escritor, poeta y dramaturgo irlandés.