DIECISÉIS: 15 semanas

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—Baekhyun, ¿viste dónde dejé mis lentes? —preguntó Kyungsoo por quinta vez en dos días.

Se estaba poniendo olvidadizo. Junmyeon le dijo que era natural, pero no podía evitar pensar que era algún mecanismo de defensa ante la ansiedad que albergaba desde la tarde que Baekhyun lo había besado y nada había vuelto a pasar.

Baekhyun se dio vuelta en su silla giratoria y cuando lo vio se rió.

—¿Qué? —inquirió Kyungsoo. Baekhyun se señaló la cabeza, entonces el menor llevó automáticamente una mano a la propia y sintió el marco de los lentes. Se puso rojo y tartamudeó—. Oh. Qué idiota...

—Uno muy lindo, por cierto —respondió sonriente, con los ojos como medialunas.

—No bromees, ya estoy lo suficientemente avergonzado —gimoteó cubriéndose la cara.

Salió del cuarto caminando a tientas, mientras la risa de Baekhyun estallaba a su espalda. Esa tarde los dos habían tenido cosas importantes que hacer y no habían dormido su siesta diaria, así que esos pequeños momentos que compartían, aunque lo ridiculizaran, eran reparadores para su espíritu.

Kyungsoo estaba haciendo la comida temprano, faltaba poco para que Jongdae llegara. Estaba revolviendo la salsa cuando los brazos de Baekhyun alrededor de su cintura lo tomaron desprevenido. Se puso nervioso, pero siguió con la tarea mientras Baekhyun espiaba por encima de su hombro.

—Espero que sepa tan bien como se ve —dijo.

Kyungsoo sabía que era una forma de decir, pero aún así no podía aceptar que nadie cuestionara su cocina. Tomó una cucharada de salsa, la sopló bastante, pasó un dedo por ella cuando estuvo tibia y le embarró la mejilla al mayor. Baekhyun puso una cara juguetona de sorpresa, Kyungsoo se volteó todavía entre sus brazos riéndose y le quitó la salsa con el dedo para llevárselo a la boca. Se manchó sin querer debajo del labio y mientras intentaba alcanzarla con la lengua, Baekhyun se le adelantó. Intrépida, la lengua del mayor se deslizó lentamente sobre su labio. Kyungsoo dejó caer el cucharón y posó los brazos sobre sus hombros para profundizar el beso. Justo cuando Baekhyun lo atrajo de la cintura más cerca, escucharon la llave en la cerradura.

En un parpadeo Baekhyun desapareció de la cocina y se encerró en su cuarto. Kyungsoo tuvo un arranque de tos mientras recogía el cucharón del suelo y Jongdae entraba a la cocina preguntándole si estaba bien. Sentía su cara arder y el corazón le iba tan rápido que pensó que se desmayaría.

—Estoy bien, solo me ahogué probando la salsa —respondió, evitando mirar al mayor al volver a revolver la olla. Jongdae lo abrazó por atrás, casi como una imitación de la escena que acababa de tener con Baekhyun, y se sintió muy incómodo.

—Huele bien —comentó y le besó la mejilla antes de soltarlo e ir a deshacerse de su traje y cosas del trabajo.

Baekhyun no salió hasta que la cena estuvo lista, no cruzó miradas con Kyungsoo en ningún momento y estuvo bastante apagado durante toda la comida. Jongdae sentía la tensión en el ambiente y canalizó las ganas de clavar su tenedor en la mesa hablando más de lo normal sobre su día de trabajo, aunque no hubiera cosas muy destacables para contar. Cuando terminó de comer, estaba tan agotado del ambiente, del trabajo, de los celos, que fue el primero en levantarse para ir a su cuarto, pero antes se detuvo junto a Kyungsoo y, decidido a dar un paso sobre el nuevo pacto, lo sujetó de la barbilla y lo sorprendió con un beso en los labios.

Baekhyun se atragantó y comenzó a toser bajito, ya que no quería interrumpir, pero... ¡vaya sorpresa se había llevado! Y podía asegurar por la cara de horror de Kyungsoo que él también.

¿Quién es el papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora