¿Quién es el papá?

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Kyungsoo mira la prueba con una sonrisa cargada de ironía tatuada en el rostro. Gastó para un almuerzo y una cena en esa cosa y encima le vino fallada. Porque solo hay una manera de que eso marque positivo y sea un error, que definitivamente lo es, y es siendo una prueba fallida. ¿A dónde debe llamar para que le den un reembolso por esa mierda? No es como si cagara el dinero. Vive de rentarle a sus amigos su parte del departamento, pero es un universitario desempleado y sin padres, debe pensar muy bien antes de gastar en algo.

Mira la prueba fijo por quince minutos, como si fuera a darle una respuesta sensata a esa incertidumbre cataclísmica que lo invade. "¿Podría no ser un error?", se pregunta. La aprieta en su puño, enojado por siquiera dudar en la palabra científica, y se levanta de la tapa del retrete para tirarla en el tacho del baño. Pero cuando lo abre, no puede soltarla. Ese 0,001% de él que cree en la posibilidad de que la prueba no esté fallada es más fuerte que el otro 99,999%.

Resignado, quita el pie de la palanca que abre el tacho y vuelve a sentarse en la tapa del váter. Se pregunta si debería comprar otra prueba a costa de otro almuerzo y otra cena, o ir directamente al médico. Su 99,999% le dice que no sea patético, que sería ridículo ir allí y que fuera un error, después de que su clínico le ha informado un mes atrás que prácticamente es infértil. Por otro lado, sería bueno matar la ilusión de esa pequeña posibilidad en casa, más cómodo, con otra prueba. Esta vez, el 0,001% pierde por falta de argumentos fuertes.

Guarda la prueba en su compartimento personal del mueble del baño, con el anhelo de que Jongin no decida robarle perfume justo hoy o Chanyeol su hilo dental, porque si la vieran harían un escándalo por algo que probablemente es nada. Moja el cartón en donde venía para que se ponga pastoso y sea difícil reconstruirlo, y lo tira junto a la otra basura. Se toma el trabajo de revolver el tacho para que no resalte y se lava las manos antes de salir.

Todavía es temprano, sus amigos siguen encerrados en sus cuartos, probablemente durmiendo. Eso le ahorra preguntas sobre su estado nervioso. Camina hacia la farmacia con la capucha tan baja que casi le tapa los ojos y resalta de manera estúpida que algo tiene entre manos, aunque probablemente a los desconocidos de la calle se les ocurra antes pensar que es un ladrón y no que su problema es que no quiere que alguien lo reconozca mientras compra una prueba de embarazo.

El tipo de la caja es el mismo que lo atendió el día anterior y éste lo reconoce automáticamente por lo roja que tiene la cara, igual que la última vez. El cajero, cuya placa dice "Lay", le sonríe y toma la prueba para pasarla por el lector.

—¿Para corroborar? —pregunta con un acento raro, por lo que Kyungsoo asume que es extranjero.

—La otra estaba fallada —se limita a responder, pateando el piso de manera constante.

El tono rojizo de sus mejillas ha desaparecido, dejando a la vista la palidez. Lay puede percibir que el chico está alterado y por su naturaleza amable quiere ayudar en algo.

—Va por mi cuenta. —Le entrega la caja en una bolsa y Kyungsoo lo mira confundido—. Si estaba fallada, debería tomar algún tipo de responsabilidad, ¿no? —miente.

Kyungsoo asiente dubitativo y agarra la bolsa. Le hace una reverencia tímida y se va. "Vaya, si esta prueba da negativo voy a seducir a ese cajero", piensa y de inmediato se maldice. "Claro que va a dar negativo, estúpido, así que definitivamente vas a seducirlo, de hecho deberías haber empezado hoy y coquetearle un poco". Luego piensa que hubiera sido ridículo coquetearle mientras compraba una prueba de embarazo, cuando el otro no tenía idea sobre su supuesta infertilidad.

Llega a casa y se encierra en el baño nuevamente. Las manos le tiemblan, muy a su pesar, al sacar la prueba de la caja. Debería esperar hasta el día siguiente para hacerlo con el primer orín de la mañana, pero necesita quitarse de encima esa ansiedad espeluznante, a sabiendas de que eso podría significar otra prueba fallida. Humedece la punta y le pone el tapón. Vuelve a sentarse en la tapa del retrete para aguardar los cinco minutos que necesita para mostrar el resultado.