CINCO

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Jongin se quería morir de la vergüenza. Llevaba una semana evitando a Chanyeol. No podía entender cómo demonios había caído en esa trampa, ni todo lo que estaba sintiendo esos días. Se había acostado con él tres veces en una semana y todavía quería más. Pero no solo quería eso, quería ser exclusivo. ¿Qué mierda?

Se desplomó en el sillón al volver del trabajo, más exhausto de sus pensamientos que de su labores. Todavía tenía unas horas de paz hasta que Chanyeol volviera y le significara un problema a su mente de nuevo. Aunque ya lo era estando ausente.

Hubo dos momentos que sabía no olvidaría fácilmente de la noche del trío. Uno de ellos fue hacia el principio, donde un tanto disgustado con ver a Chanyeol penetrando a Kyungsoo y excitarse por eso, se sometió a las órdenes de sus mayores y se introdujo él también dentro del más bajo, que estaba montado sobre el gigante. Debió admitir que estar tan apretado adentro de Kyungsoo le dio un sabor particular al suceso, pero en lo que su mente había fijado la atención era en la sensación del miembro de Chanyeol resbalando contra el suyo con rudeza.

Sin embargo, su momento favorito fue sin duda el segundo, cuando harto de pensar en que Chanyeol estaba dentro de Kyungsoo, propuso con un ánimo descomunal que cambiaran de posición y que mientras él penetraba a Kyungsoo, el mayor de los tres lo penetrara a él. Había perdido todas sus facultades mentales en ese momento. Se había entregado a sus más siniestros instintos celosos y había soltado su cuerpo al control de Chanyeol. Jongin nunca había dejado que lo tomaran por detrás, Chanyeol era el primero que lo había hecho, y había sido brutal porque sus proporciones estaban fuera de la norma, pero aún sabiendo que todavía no estaba acostumbrado y que le dolería, ya no podía soportar no ser quien estuviese recibiendo todo de él. Las embestidas del más alto lo empujaban hacia adelante, dentro de Kyungsoo, a quien le amasó las caderas con los dedos, haciendo fuerza para no desmoronarse encima suyo. Pero su cuerpo comenzaba a dar señales de estar adaptándose porque, a pesar del trato rudo de Chanyeol, se sentía hormiguear.

Volvió a la realidad cuando un calor repentino se apoderó de todo su cuerpo y se ventiló con las manos mientras se acomodaba boca abajo para dormir y alejar los recuerdos de su cabeza por un rato. Una hora después, todavía en estado de estupor por la siesta, se removió gustoso ante la sensación húmeda y cálida en su cuello. Lo que no era grato era el peso extra en su espalda y una dureza encajada en el hueco de sus nalgas que hacía presión a través de la ropa. Se despabiló ante eso y se levantó de golpe, empujando a Chanyeol lejos suyo. Se cubrió el lugar del cuello que éste le había lamido y lo miró totalmente rojo.

—¿Q-qué haces?

—Estabas ahí tirado, a la espera de un poco de atención, y te la estaba dando —respondió con una sonrisa egocéntrica.

—¡No esperaba ningún tipo de atención!

—Tu posición no decía lo mismo. Estabas totalmente entregado, tu culo servido para...

—¡No lo digas!

—... cogérselo.

—¡Yah! —Agarró un almohadón del sillón y se lo lanzó.

—Vamos, Jongin. —Atajó el objeto en el aire—. ¿Me vas a decir que no querías eso? Llevas tentándome hace días y luego me dejas con una carpa de circo aquí abajo. —Señaló su entrepierna—. ¿Te estás haciendo rogar? ¿Me quieres castigar con abstinencia por algo que hice mal? ¿Te lastimé la última vez? Me estás confundiendo.

—¿Abstinencia? —exclamó indignado—. Como si fuera el único que te ac...

—Si quito lo que hicimos con Kyungsoo —interrumpió—, eres el único con el que tuve interés de hacerlo en las últimas dos semanas.

¿Quién es el papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora